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Por las subas de tarifas, crece la venta de energía eléctrica en "modalidad prepago"

Edenor ya cuenta con más de 100.000 dispositivos operativos y alienta el "consumo inteligente". También hay medidores en Mendoza, y se avanza en Santa Fe
21/09/2018 - 05:01hs
Por las subas de tarifas, crece la venta de energía eléctrica en "modalidad prepago"

Una manera de observar las dificultades socioeconómicas por las que atraviesan diversos segmentos de la población es a partir del acceso a los servicios públicos básicos. Un ejemplo es el que ocurre con la energía eléctrica. Hasta mediados de agosto, Edenor había instalado más de 100.000 dispositivos MIDE, los que permiten consumir energía en modalidad prepaga en un sistema similar al que se emplea en las telecomunicaciones móviles o en la TV paga vía satelital.

La previsión es que hacia finales de 2019 ya sean más de 200.000 los medidores de este tipo operativos en su área de influencia. En algunas provincias también hay una tendencia cada vez mayor a incorporarlos en el sistema.

Los MIDE se instalan allí donde se ven los llamados “colgados” que viven en barrios pertenecientes a los segmentos de menor nivel de ingresos. Con las cifras de la compañía podría inferirse que, más allá de los 2,6 millones de usuarios activos que posee la distribuidora de electricidad, hay un 10% de la población ubicado en su zona que no recibe este servicio de manera formal. Aunque podrían, todavía, ser más.

Si bien la compañía comenzó a implementar estos aparatos hace más de 10 años, tal como ocurrió en provincias como Mendoza, recién en este 2018 se inició la instalación a nivel masivo. Sólo basta mirar las cifras de la distribuidora que opera en la zona norte del AMBA para advertir el contraste: hasta el año pasado se habían instalado algo más de 20.000 dispositivos, y al 17 de agosto pasado, ese número ya superaba las 103.000 unidades.

“El dispositivo MIDE se instala a aquellas personas que no tienen un ingreso regular pero que pueden comprar electricidad cuando sus ingresos se producen”, explicó a iProfesional, Eduardo Mirabelli, vocero de Edenor.

Inclusión y aprendizaje futuro

El sistema prepago también se utiliza en otras provincias, como en Mendoza, donde la Cooperativa Eléctrica de Godoy Cruz tiene a 2.240 clientes con este tipo de servicio.

“Se colocan en lugares más vulnerables, donde la gente suele tener conexiones clandestinas, y que ni siquiera figura como usuaria. Cuando se detectan estas situaciones, se hace un seguimiento a fin de pasarlos al esquema prepago”, explicó, por su parte, José González, técnico del área SADE (Sistema de Autoadministración de la Energía) de la cooperativa mencionada.

La disponibilidad de este dispositivo, sin embargo, es creciente. Es posible verlos en la Terminal de Omnibus de Mendoza, y hay localidades de San Rafael alcanzadas también con esta prestación.

A esto se suma que las viviendas sociales que se entregan a través del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) están dotadas con el sistema prepago, no con el tradicional de abono con factura.

En Edenor, además de la instalación en los casos irregulares, también hay demanda de parte de los usuarios en casos puntuales:

-Hay quienes lo piden porque no quieren compartir el medidor con el vecino, como suele ocurrir en lugares donde hay viviendas multifamiliares.

-Otros lo solicitan cuando buscan separar una vivienda de otra. Suele ser el caso de un integrante de una familia que decide armar la suya y construye en el fondo de esa propiedad otra casa. Para mantener la independencia de un hogar y otro, y las cuentas claras, al menos en materia energética, también se acude al MIDE.

El dispositivo se coloca aún en aquellos casos en que gran parte de esas viviendas pueden no contar con la infraestructura básica necesaria para garantizar la seguridad del servicio eléctrico. A cada cliente se le instala un pilote de madera en el ingreso de su casa con un medidor inteligente de energía que se coloca en un sector de la vivienda para tener el registro del consumo.

La Cooperativa de Godoy Cruz, en tanto, instala los medidores en postes altos para prevenir futuras conexiones clandestinas, y al nuevo usuario se le entrega una credencial donde figura su nombre como titular del servicio y su número de usuario, que le sirve a su vez para cuando realiza una recarga.

En ambos casos, el medidor está acompañado de un display que le da esa característica de “inteligente” puesto que desde ahí puede ver el consumo que realiza esa vivienda.

“De este modo, el usuario hace una mejor administración de su servicio porque tiene el registro del consumo que se efectúa cuando ve la televisión y cuando plancha, o si deja una luz prendida de más. Al conocer ese comportamiento va haciendo un aprendizaje del consumo, que también comienza a ser más inteligente”, agregó Mirabelli.

Moreno, La Matanza y Merlo son tres de los lugares dentro de la región que Edenor abastece en la provincia de Buenos Aires que cuenta con más medidores prepagos instalados. Entre los tres superan las 65.000 unidades instaladas. Aunque es posible encontrar MIDE en Tigre y Pilar, entre otros.

En Moreno, por caso, donde se dio una de las adopciones más importantes de este medidor en este año, parte de esa situación se explica porque se levantaron asentamientos y el mismo municipio pedía su instalación para dejar de gastar por esa luz que, aún en un contexto de irregularidad, alguien pagaba: el Estado.

Pero no es la única razón. Como este sistema posee, desde hace un año y medio aproximadamente, un marco regulatorio, hay interés en el mercado por redoblar la velocidad de implementación.

“Ya tenemos en camino la compra de otros 200.000 nuevos equipos, que se van a instalar rápidamente, con la fuerza de trabajo adecuada”, amplió el vocero.

El esquema de recarga

Cada vez que la carga de electricidad se consume, es posible realizar una recarga a través de un terminal POS en distintos puntos distribuidos en cada uno de los barrios donde existen estos dispositivos. Algunos de esos espacios atienden las 24 horas.

En Mendoza, los usuarios que usan el SADE cuentan con 8 puntos de recarga, más el que funciona en la Cooperativa Eléctrica. Ninguno de ellos puede estar a más de 1,5 kilómetro de distancia de los barrios donde se utiliza este sistema.

El sistema está regulado en esa provincia. Y la energía que se provee a estos usuarios a través del SADE es más barata que la que se recibe por el sistema tradicional. Opera como una especie de tarifa social dado que funciona sobre barriadas de menores ingresos.

En el caso de Edenor, cada vez que se habilita un nuevo MIDE el nuevo usuario regularizado recibe una primera carga de 150 kw con otros 150 kw de reserva. Ese costo lo viene asumiendo, hasta ahora, Edenor. Una vez que se consumen los primeros 150 kw, el cliente recibe un alerta y a partir de ahí comienza a pagar por sus recargas.

Hasta ahora, ninguno de los más de 103.000 clientes que incorporó el MIDE lo devolvió. Desde Edenor aseguraron que el 99% está muy satisfecho técnica y socialmente porque, aunque sea en modalidad prepaga, están incluidos en el sistema. De acceso a la energía, en este caso.

El consumo promedio que registran quienes tienen el MIDE en su casa es similar al de cualquier otra vivienda con el sistema tradicional, en torno a los 300 kw. Pero estos consumidores están liderando los cambios que se vienen en materia de consumo energético.

La decisión de avanzar con el sistema prepago de energía también es tema de discusión en Santa Fe. En mayo pasado, la Cámara de Diputados provincial presentó un proyecto para que la Empresa Provincia de Energía (EPE) avance con la instalación de este tipo de medidores.

El fundamento fue que sería un camino para incluir a más usuarios al servicio público además de aprender a hacer un uso racional de la energía. En aquel momento compararon los consumos en kilowats de Argentina contra los de Uruguay y Chile, que según aseguraron es 52% y 40% más elevado en nuestro país respectivamente.

Aprenderán antes que nadie qué artefactos les hacen gastar más energía y buscarán la manera de ganar en eficiencia, tal como ocurre en los países desarrollados.

Ese proceso de aprendizaje se adelantará a otros cambios que en materia de consumo energético vendrán hacia adelante: el de bandas horarias donde realizar determinadas tareas, como lavar la ropa, aprovechando el costo más bajo.

Pero ese es un paso posterior. Por ahora, el avance de los medidores se advierte positivo. Porque más usuarios acceden a energía con más seguridad, porque aprender a hacer un consumo inteligente y porque serán los mejor entrenados para cuando el sector energético evolucione. En definitiva, porque comienzan a estar incluidos a partir del acceso a un servicio público básico, en una modalidad bien conocida como es el sistema prepago.