Armando Cavalieri buscará hoy ser reelegido al frente del sindicato de Comercio, el más grande del país con 1 millón de afiliados. Por primera vez en una década, se enfrentará a Ramón Muerza, un hombre de su propio riñon, y lo hará desoyendo un fallo judicial que ayer ratificó la invalidez de las elecciones y podría derivar en su anulación.

La disputa involucra además al Gobierno, ya que la secretaría de Trabajo, a cargo de Jorge Triaca, eligió al dirigente mercantil para encaminar una reapertura ordenada de las paritarias en un año con una inflación esperada superior al 42%.

Con ese objetivo, Triaca autorizó ayer el adelantamiento a octubre de un adicional del 10% que los empleados de comercio iban a percibir inicialmente en tres tramos (3% en octubre, 4% en noviembre y 4% en enero). De ese modo, el aumento total en el año será del 25%.

El gesto, que cuenta con el aval de la Cámara de Comercio, es clave porque le permite al “gitano” exhibir un logro en las elecciones que se realizarán hoy de 9 a 22 para renovar las autoridades de la seccional porteña, la más importante del país con un padrón de 64.000 personas en condiciones de votar.

El otro guiño que aguarda Cavalieri es la participación en los comicios de hoy de veedores de la secretaría de Trabajo, un requisito necesario para convalidar el último eslabón de un proceso electoral amañado por denuncias de fraude cruzadas. De enviar funcionarios, el Gobierno también estaría ignorando la resolución de la sala VIII de la Cámara Nacional del Trabajo, que ayer ratificó bajo la amenaza de aplicar sanciones la sentencia de primera instancia que impugnó la asamblea realizada el 11 de julio en Parque Norte, donde se designó la actual junta electoral.

La guerra judicial escaló con la presentación ayer mismo por parte del dirigente mercantil de una denuncia penal por falsa denuncia contra Muerza. Fue luego del fallo que se conoció el miércoles de la Justicia Federal que desestimó la denuncia presentada por el candidato rival sobre la presunta existencia de 5.000 afiliados muertos en el padrón electoral. El juez Marcelo Martínez Di Giorgi consideró que Muerza, actual secretario de organización del gremio, era quien debía establecer y confeccionar el registro de afiliados.

 “Las elecciones se hacen, ya están los fiscales, lo que se suspendió fue la asamblea”, confirmaron ayer los hombres que rodean a Cavalieri.

En ese escenario, la “banda de Ramón” decidió participar con sus fiscales igualmente de los comicios sin descartar que la Justicia los interrumpa hoy mismo. El delegado de Coto, apoyado por el supermercadista y el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta, apuesta a capitalizar el malestar en las bases por el achique de las principales cadenas motivado por la caída de las ventas minoristas y la reconversión a nivel global del rubro.

Cavalieri todavía negocia las indemnizaciones de 200 empleados por el cierre reciente del Walmart en el DOT de Saavedra y protagonizó en abril un acuerdo con Carrefour para evitar 3.000 despidos, que implicó una rebaja salarial y el cierre de varias de sus bocas de expendio.

La elección en Comercio es seguida muy de cerca por el Gobierno. Luego de la huelga general encabezada por la CGT el martes que paralizó el país en medio de las negociaciones de Macri con el FMI en Nueva York, Sica y Triaca aceleraron los contactos con el ala dialoguista de la CGT, en donde Cavalieri ostenta la representación histórica de los “gordos” (grandes gremios de servicios).

El otro exponente es el triunviro Héctor Daer, que ayer cerró una suba total del 35% con los laboratorios en Sanidad. Los funcionarios buscan aislar así a los sectores duros liderados por el camionero Hugo Moyano, cuyo gremio amenazó ayer con retomar medidas para reabrir su paritaria, tras acordar un 25% de aumento salarial en junio.