La metalúrgica Tandil, perteneciente a Renault Argentina, decretó su cierre luego de que en diciembre firmara el retiro voluntario de unos 80 trabajadores. Ahora, más de 100 personas fueron despedidas y los obreros tomaron la planta para protestar contra la medida.

Los trabajadores reunidos en asamblea decidieron ocupar la planta para evitar el vaciamiento la fábrica metalmecánica y convocó a una marcha para el próximo 16 de octubre.

El cierre fue confirmado por el secretario general del gremio metalúrgico de Tandil, Carlos Romano, quien señaló que la situación de la fábrica fundada en 1948 "es insostenible". Y remarcó que al ser una planta de fundición, el incremento de la tarifas golpeó contundentemente en la actividad.

El dirigente explicó que "si bien todavía no hay una confirmación oficial, ellos habían ratificado un plan de suspensiones por un mes ante el Ministerio de Trabajo, pero luego verbalmente nos anticiparon que va a cerrar".

"Todavía no aparecieron los telegramas de despidos, pero creemos que lo van a hacer porque Renault tiene un poder muy grande y plata para hacer lo que quiera", añadió el dirigente.

Romano recordó que "en diciembre pasado la automotriz que tiene el 98% de las acciones de la fábrica, vino con 200 millones de pesos y despidió a 80 trabajadores y pagó indemnizaciones por encima de lo que prescribe la ley".

El sindicalista agregó que el establecimiento "tenía 115 clientes y ahora trabajaba para uno solo que es Renault Argentina y el cierre culmina un proceso de vaciamiento de hace muchos años, porque en los últimos cinco años siempre pusieron plata para echar gente pero no para invertir en la producción".