Pablo Moyano es, además de dirigente de Camioneros, integrante del Club Atlético Independiente. En una causa que se investiga una asociación ilícita, donde hay detenidos barras y dirigentes del Club, el fiscal Scalera ha pedido la detención Moyano. La decisión quedó en manos del juez Luis Carzoglio, que debería resolver en los próximos días.

El caso, aunque no sea el único que hoy involucra a los Moyano, desató un revuelo en el mundo político y sindical.

Su padre Hugo aseguró que “creen que doblegando a los Moyano, encarcelándolos, avanzan sobre toda la dirigencia gremial y sobre todos los trabajadores, ese es el objetivo del Gobierno, que día a día hambrea más a la gente". Y fue más lejos. Luego de agradecer la solidaridad que recibió de distintas organizaciones gremiales, el jefe máximo de Camioneros dijo que “no descartamos un paro nacional cuando se trata de una injusticia de esta naturaleza".

Pero lo cierto es que la posibilidad de una detención, aunque no se trate de una causa “gremial”, unió a casi todas las conducciones sindicales.

En los últimos días, no solo los socios del moyanismo en el Frente Sindical y las CTA se han pronuncido. También el binomio que ahora conduce la CGT, Daer y Acuña, que hicieron pública una carta con la firma de otros integrantes del consejo directivo de la central. Allí le exigen directamente al gobierno que “cese las maniobras de hostigamiento y persecución".

Lo cierto es que Pablo llega al país el jueves. En estos días se encuentra participando de la conferencia anual de la Organización Internacional del Transporte.

Desde Singapur, donde se realiza el evento, Pablo dijo: "No creo que hagan el show de querer detenerme en Ezeiza". Pero por las dudas, los gremios aliados del moyanismo están organizando una movilización al aeropuerto para el jueves.