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La CGT convalidó el bono de fin de año y anunció que desactiva el paro general

El Consejo Directivo de la central obrera se encontró para ver los alcances de la propuesta oficial y finalmente dejó de lado la huelga del 27 de noviembre
08/11/2018 - 20:30hs
La CGT convalidó el bono de fin de año y anunció que desactiva el paro general

La CGT afirmó en la noche de este jueves que se aleja la posibilidad de un paro nacional, luego de que una comisión analizó la versión final del decreto para el pago del bono de 5.000 pesos de fin de año.

El cotitular de la central obrera, Héctor Daer, al término de una extensa reunión del consejo directivo en la calle Azopardo, precisó que en el caso de los trabajadores del sector público, la posibilidad de ese beneficio se tratará en paritarias.

El referente de Sanidad aclaró que el bono no se tomará a cuenta de futuros acuerdos salariales, mientras también detalló que esa chance, junto a otras modificaciones que se quieran hacer, como el pago de los $5.000 en más de dos cuotas, "deberá acordarse entre las empresas y los sindicatos en paritarias".

Al respecto, el texto del borrador del decreto que trascendió este jueves señala que "las partes signatarias de los convenios colectivos de trabajo, representantes de los trabajadores y empleadores, en ejercicio de su autonomía colectiva, podrían adecuar la implementación de los dispuesto en el presente decreto en materia de plazos y montos para aquellas actividades o sectores que se encuentran especialmente en crisis o declinación productiva".

Sobre los reparos interpuestos por cámaras como la UIA y CAME a la posibilidad de pagar ese beneficio, Daer señaló que "los empresarios quisieron que el bono sea a cuenta de las próximas paritarias" pero rechazo esa posibilidad e insistió en que "tienen que hacer el esfuerzo para poner dinero en la calle y que se mueva la rueda de la economía".

"El gobierno entendió que teníamos que tener diálogo y esto es el primer paso", dijo el sindicalista, quien valoró que el bono "significa una inyección de dinero al mercado que permitirá mitigar la pérdida de poder adquisitivo y darle alguna vuelta a la economía. Si no hay consumo, eso se soluciona con salario".

Extenso debate

El Consejo Directivo de la CGT se reunió este jueves para debatir la desactivación de la idea de convocar a un paro general para el 27 de noviembre, luego de recibir la propuesta oficial de que se pague un bono de fin de año en dos cuotas a los trabajadores privados y estatales, en noviembre y en enero de 2019.

Las deliberaciones se llevaron adelante en la sede de Azopardo 802, donde los sindicalistas analizaron la letra chica del decreto del Gobierno que garantizará los pagos.

Además de los secretarios generales Héctor Daer y Carlos Acuña, participaron de la reunión Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Roberto Fernández (UTA), Omar Maturano (Ferroviarios) y Amadeo Genta (Municipales), entre otros.

Las condiciones del pago extra de $5.000 que habían acordado gremios, empresarios y el Gobierno el martes pasado provocaron tensión entre los protagonistas.

Mientras los ejecutivos pretendían que no fuera universal y que dicho monto lo abone el sector que pueda, la central obrera planteaba que la única posibilidad de aceptarlo era que fuera general y se aplicase por decreto.

Una grieta que se abrió en las últimas horas fue la forma de contemplar el bono: si es a cuenta de futuros aumentos, como pretendía el empresariado; si se utiliza para evitar una reapertura de paritarias; o si se entrega como lo que es, un bono, y no afecta a las renegociaciones salariales.

En ese sentido, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, pidió que todos los sectores hagan "un esfuerzo para poder llegar a un acuerdo que satisfaga a la mayoría de las partes, preservando la capacidad adquisitiva del salario de los trabajadores, y el deseo de todos que es el mantenimiento del nivel de empleo”.

“Continuamos trabajando y evaluando las propuestas”, sostuvo al tiempo que desestimó la renuncia del ahora secretario de Trabajo, Jorge Triaca, algo que había trascendido con fuerza.

El funcionario nacional había deslizado que los $5.000 podrían ser a cuenta  de las paritarias de 2019. "Mientras tratamos de buscar una solución hay muchas paritarias que se están realizando y también esto (por el bono) puede formar parte de las negociaciones" salariales del año que viene, afirmó en declaraciones formuladas en la Casa Rosada.

Antes, el ministro del Interior Rogelio Frigerio había prometido novedades "en el cortísimo plazo", y había circunscripto el rol del Gobierno a "mediar entre empresas y trabajadores, acercar a las partes".

En la misma sintonía que su par Sica, dijo que la suma "podrá incluirse en las negociaciones de los intentos de actualización salarial de este año o las negociaciones paritarias de 2019".

A la hora de referirse al bono para los estatales, Frigerio respondió que hay "conversaciones" con los representantes del sector público aunque aclaró que "no hay una cifra para comunicar". “Esta discusión está en el marco de las restricciones fiscales", aclaró.

Tironeos

Los tironeos por letra chica de la medida se trasladaron a las negociaciones salariales en curso en la alimentación, metalúrgicos, empleados de comercio, la construcción y el transporte urbano. Concretamente, la medida sirvió como freno a la reapertura paritaria.

Es que la puja por la forma en que será entregado el bono condicionó las tratativas. En el ámbito sindical, la intención de supeditar las paritarias al eventual decreto generó una onda expansiva de rechazo, que no se limitó al sector duro encabezado por Hugo Moyano.

Mientras que del lado empresario, el malestar se acentuó porque sostienen que no pueden afrontar el pago. Ante ese reclamo, Sica afirmó el miércoles que las empresas que no puedan abonar la suma extra podrían contar con financiamiento estatal.

El ministro se había hecho eco de las declaraciones de Daniel Funes de Rioja, vice de UIA y titular de la Cámara de la Alimentación (Copal), quien aseguró que más del 60% de las firmas no podían pagar el refuerzo.

No obstante, Sica aclaró: “Lo que estamos planteando es un bono de $5.000 pagadero en dos veces, y después, en función del tamaño de la empresa, algunos sectores con flexibilidad podrán pactar algunas cosas distintas”.

“El Gobierno también cede y pone su parte; lo que estamos planteando nosotros es que el bono no sea remunerativo hasta $5.000, y a partir de ahí hay algún sector que pueda absorber este esfuerzo; en muchas negociaciones que se están realizando hay sectores que están acordando bonos que son superiores a este valor”.

Las Pymes y estacioneros en alerta

En línea con Funes de Rioja, el presidente de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA), Fabián Castillo, advirtió este jueves que "no todas las Pymes porteñas están en condiciones de afrontar un bono de fin de año", por lo cual reclamó "contemplar alternativas para mitigar el impacto de la recesión" en el sector.

"Somos conscientes de que el poder adquisitivo se ha deteriorado, pero las Pymes estamos sufriendo fuertemente las consecuencias de la recesión. En muchos sectores de la economía que han sido golpeados, no hay margen para un bono", sostuvo el dirigente.

Además, Castillo consideró necesario "analizar qué sector de la economía local tuvo más dinamismo y ver de qué manera puede afrontar este pago suplementario, siempre que no sea de carácter remunerativo".

"Los dos meses que tenemos por delante serán difíciles y las pymes necesitarán acompañamiento. No podemos pedirles más esfuerzos", apuntó el directivo, en un comunicado.

Los estacioneros se manifestaron en la misma línea.

La entidad que nuclea a los propietarios de la estaciones de servicio de todo el país advirtió hoy que "nuevos egresos adicionales" harán "peligrar la subsistencia" de los expendedores de combustibles, por lo que anticipan que no estarán en condiciones de pagar el bono.

Así lo planteó hoy la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), al solicitar "integrar una mesa de diálogo en carácter de urgente, a los fines de poder buscar alternativas de solución" y a la espera de una definición oficial sobre la obligatoriedad del bono acordado en un encuentro entre el gobierno, gremios y entidades empresarias.

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