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El dólar jugó a favor, la recesión en contra: la temporada turística aún no marca récords

La ocupación en la Costa Atlántica ronda el 80%. En otros puntos turísticos los niveles son superiores. Expectativas de mejora para la segunda quincena
10/01/2019 - 11:00hs
El dólar jugó a favor, la recesión en contra: la temporada turística aún no marca récords

El verano 2019 va adquiriendo una tonalidad nacional pero no necesariamente popular. La ocupación hotelera en los distintos puntos del país promedia el 80%. Y ese es, precisamente, el nivel alcanzado en la costa, justo cuando se están por completar los primeros 15 días de la temporada.

Otros destinos superan ese registro. De modo que los primeros datos son positivos, pues se están dando en un escenario de marcada recesión económica. Razón más que suficiente para que todo el sector vinculado al turismo respire aliviado.

Aun así, los empresarios están lejos de una situación de euforia. Si bien era esperable que tras la devaluación se produjera una mayor afluencia hacia los destinos locales, lo cierto es que la caída del poder adquisitivo hizo de contrapeso, de manera que no se produjo el boom que algunos habían imaginado en momentos en que el dólar se acercaba al rango de los $40.

La Costa Atlántica, como símbolo del verano, tiene un 80% de ocupación, de acuerdo a los datos preliminares que manejan en la Cámara Argentina de Turismo. El Litoral, Bariloche e Iguazú se mueven entre el 85% y el 90%, nivel similar al que se registra en Cuyo y en el norte argentino.

El fenómeno más evidente es la "recuperación" del turista nacional que en los últimos años había optado masivamente por los destinos internacionales.

La agresiva devaluación de 2018, sumada a la recesión, provocaron un fuerte viraje, que ya se había empezado a sentirse a fines de 2018.

De hecho, el miércoles el INDEC difundió el dato correspondiente a noviembre que mostró que, por primera vez en casi cuatro años -45 meses- fueron más los turistas que llegaron al país que los que se fueron, considerando el flujo a través de aeropuertos. 

Así, Miami y Brasil, entre otros, quedaron lejanos, más allá de que suelen aparecer siempre entre los destinos preferidos de los argentinos.

Las empresas dedicadas al turismo actuaron en sintonía con el nuevo contexto económico. En comparación con lo sucedido en el verano 2018, los destinos nacionales pasaron a ser mayoría en las búsquedas que realizan los usuarios a través de Internet.

“En enero, la playa más buscada es Mar del Plata”, indicó un informe de Viajala que igualmente posiciona entre los destinos más buscados a Bariloche. Buenos Aires, en tanto, ocupa el tercer lugar, mientras que Jujuy e Iguazú están en el cuarto y quinto puesto, respectivamente.

Lo llamativo es que en segundo lugar se coló Barcelona, una muestra del interés que aún despiertan los destinos internacionales.

El ranking se completa con las ciudades de Salta, Córdoba y Tucumán y cierra con otros dos destinos del exterior: Lima y Madrid.

Estos datos son coincidentes, en gran parte, con los que arrojó Google Flights sobre destinos nacionales que, en el tope de la tabla, ubicó a El Calafate, Iguazú y Usuhaia, seguido por Bariloche, Mendoza, Buenos Aires, Salta, Mar del Plata y Córdoba.

Hemos tenido un comienzo de verano muy bueno. En el primer fin de semana largo se movieron dos millones de turistas en el país, con niveles de ocupación que superaron el 90% en Salta, Jujuy y Tucumán, por un lado, y San Juan y San Luis, por el otro”, dijo a iProfesional, Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo.

El último fin de semana largo de 2018, que coincidió con el inicio de 2019, fue aprovechado por muchos argentinos que llegaron hasta la costa. “Los arribos totales ascendieron a 229.000 turistas, una cifra que nos indica un crecimiento respecto del año anterior y que está dentro de las expectativas que teníamos desde el EMTUR”, dijo Gabriela Magnoler, presidenta del Ente Municipal de Turismo de Mar del Plata (EMTUR).

La funcionaria dijo, en el inicio del año, que la ocupación hotelera global se ubicaba por encima del 73% tomando los hoteles de todas las categorías existentes en esa plaza.

Para Elías, la ventaja que ofreció esta primera quincena de enero es que “muchos veraneantes pudieron salir con varios días de descanso perdiendo pocos días laborales”, explicó.

Y esta situación alentó a muchos a tomarse los feriados como parte del receso y así quedarse con una reserva de días para más adelante. Esto, por cierto, no es nuevo: es un comportamiento cada vez más habitual entre los turistas repartir sus vacaciones a lo largo el año. Y el inicio de 2019 parece haber ayudado a ese objetivo.

“En verdad, estamos arrancando la temporada. Hasta ahora, el comportamiento turístico fue bueno, especialmente con el primer fin de semana largo del año. Luego bajó un poco la ocupación antes de Reyes y ahora está subiendo nuevamente”, expresó, por su parte, Jesús Osorno, vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata.

El directivo se muestra conforme por el contexto que se vive. Bajo su perspectiva, la temporada 2019 será similar a la de 2018, cuando ya había mermado la cantidad de argentinos queriendo veranear en el exterior y la situación económica ya no era buena. “Lo que nos pasa en el bolsillo se advierte en todos los sectores”, describió.

“Teniendo en cuenta la recesión y la inflación este porcentaje de ocupación es muy bueno. Era lo que se esperaba. Atravesamos una recesión muy fuerte, esto no es broma. No sería lógico tener a todos los argentinos recorriendo el país”, admitió.

Otro aspecto que parece haber jugado a favor de Mar del Plata es que sumó conectividad. Si bien se trata de un destino al que los argentinos llegan - principalmente- en auto, el desembarco de Avianca a esta plaza colaboró en que ya no sea sólo Aerolíneas Argentinas la que mueve el turismo hacia este destino, indicó un informe de Atrápalo.

Al analizar otras plazas se destaca el caso de Misiones, que sí está teniendo una temporada de verano como, hasta ahora, nunca había ocurrido.

“Estamos muy bien. El nivel de arribos es importante. Tenemos a más de 6.000 personas por día en las Cataratas, un nivel que es similar al de temporada fuerte que se da en Semana Santa y durante el invierno”, destacó José María Arrúa, ministro de Turismo de la provincia de Misiones.

Los datos en alza también se advierten a nivel de ocupación hotelera. Las reservas que, para esta época, suelen ubicarse en torno al 75%, ahora superan el 85%.

A esto se suma otro dato igualmente alentador: en general, el nivel de las estadías era de tres a cuatro noches, mientras que ahora se extiende a los cinco o, inclusive, seis noches.

“No éramos un destino de verano”, se sorprendió Arrúa, para quien el hecho de que menos argentinos viajen al exterior y haya más conectividad son factores que ayudan a que se fortalezca su posición en el mapa.

Se viene la segunda

Con una primera quincena que, en definitiva, resulta buena en el marco del contexto que se atraviesa, ¿cómo se perfila la segunda mitad de enero? Si bien directivos y empresarios muestran algo de cautela, prevén que los buenos niveles de ocupación se mantengan. 

“Las reservas de la segunda quincena de enero vienen en niveles similares a los de la primera quincena pero todavía hay que esperar”, advirtió Elías.

En Misiones, en tanto, auguran una mejor segunda mitad de enero. "En general, la segunda quincena suele ser mejor -sostuvo Arrúa-; a partir del 15 de enero suele darse un mejor nivel de arribos. La intención es que esto se sostenga".

Con respecto a las alertas de la OMS -que señalan en qué época del año se dan los brotes de distintas epimedias, como la de fiebre amarilla-, los funcionarios se mantienen muy activos a los funcionarios de esa provincia. 

"El último parte de fiebre amarilla en Misiones se dio en el año 2008. Aquí se hace una fuerte campaña de prevención", apuntó, como forma de mostrar que aquellos que quieran viajar hasta esta provincia no tienen nada que temer, más allá de las precauciones sobre las que sí deben prestar atención. Por fuera de este aspecto, que excede la coyuntura macroeconómica, el verano parece que seguirá con muy buenos indicadores en esta zona de la Mesoportamia argentina.

Cómo continuarán comportándose los precios y el clima resultarán clave para la Costa Argentina. Sin olvidar los precios.

Pese a la recesión, la Argentina continúa con una inflación elevada. Y fue la razón por la que, entre los diversos actores del sector, hubo una especie de acuerdo para que los ajustes de precios (tarifas, gastronomía, esparcimiento y otros) no superaran el 25%, en un nivel más acorde a las subas salariales que a la inflación, que se movió en torno al 48% para el cierre de 2018.

Una postal por la costa muestra que, por la noche, los restaurantes exhiben buenos niveles de concurrencia, lo mismo que los espacios de entretenimiento. Por la tarde, esos espacios se presentan mucho más solitarios. Claro que casi todo se maneja con pago en efectivo.

Las tarjetas de crédito y débito se aceptan en función del criterio de cada comerciante. Incluso, son varios los turistas que advierten que es usual que en muchos locales no les funcione el sistema, aún cuando rige la obligatoriedad de contar con este medio de pago.

Las promociones parecen estar escaseando en este verano 2019. Aunque una ventaja clara de esta temporada respecto de las otras es que los precios de los productos de consumo masivo tienen casi el mismo precio que en Buenos Aires. Es decir, ese costo adicional que había que calcular históricamente por la compra de alimentos o artículos de higiene, en este 2019 prácticamente no existió.

De cara a lo que viene, Martín Romano, country manager de Atrapalo, prefiere la cautela: "El futuro se muestra bastante incierto por lo que, hasta que el mercado no exhiba síntomas de recuperación, es apresurado realizar grandes proyecciones. Pero, a esta altura, es un hecho que muchos argentinos seguirán volcándose al turismo nacional".