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Las paritarias complican el plan: se impone el "modelo Vidal" de mini acuerdos y cláusula gatillo

El acuerdo con los docentes se instaló como referente para los gremios privados. Las consignas son acuerdos cortos y ajuste por inflación. Avanza Comercio
23/04/2019 - 09:43hs
Las paritarias complican el plan: se impone el "modelo Vidal" de mini acuerdos y cláusula gatillo

El Gobierno enfrentará en los próximos días el período más movido del calendario salarial, con el inicio de las paritarias de casi 2 millones de trabajadores. Los gremios de comercio, colectiveros, construcción, bancarios, alimentación y los trabajadores de la carne integran el pelotón que buscará sellar acuerdos no superiores a los tres meses, con cláusula de revisión o gatillo para protegerse de la inflación y montos compensatorios por la pérdida del año pasado. Será todo un desafío para el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, que luego de avalar subas semestrales de entre el 23 y el 28% en el primer tramo del año ahora busca evitar una indexación de los salarios a los precios, en línea con las últimas recomendaciones del FMI.

El mercantil Armando Cavalieri ya inició negociaciones con la Cámara de Comercio (CAC) para actualizar el acuerdo vencido el 31 de marzo pasado a través de un esquema similar al reciente acuerdo alcanzado por la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal con los docentes. Lo que se pretende es implementar subas mensuales no remunerativas junto con una suma fija para recuperar lo perdido el año pasado y revisiones previstas en julio y noviembre, indicó en un comunicado la Federación de Empleados de Comercio (Faecys) que lidera Cavalieri. Los empresarios aseguran que Sica autorizó que el aumento no pague cargas sociales, algo prohibido por un decreto de Macri del año pasado. 

La discusión viene demorada por la fuerte caída de las ventas y la incertidumbre en torno a la inflación que solo en los tres primeros meses acumuló un 11,8%. Ese escenario ya generó cierta resistencia entre los empresarios el año pasado para avalar la última revisión salarial de una suba que totalizó el 45% en seis tramos. Con 1,2 millones de trabajadores, el mayor gremio del país es clave para fijar una referencia en el ámbito privado en momentos que no hay una guía clara. "Habría un entendimiento pero es una conversación porque la paritaria todavía no está abierta", confirmaron a iProfesional desde el sector privado.

La propuesta que explora Cavalieri tomó impulso tras el incremento acordado la semana pasada por los maestros de la provincia de Buenos Aires. A casi un mes y medio de iniciadas las clases, Vidal convalidó un formato de aumentos trimestrales actualizados por la inflación del INDEC, junto con una recomposición del 10% por el 2018 y el pase al básico de sumas del salario de bolsillo. La tregua pactada implica un piso salarial del 30% y un retorno inesperado a la cláusula gatillo que la propia gobernadora había desterrado en 2018 con la aplicación de aumentos unilaterales, en una señal de lo que entonces parecía un mayor endurecimiento.

El giro de la candidata con mejor imagen dentro del macrismo no fue casual. En un año electoral los gobernadores necesitan evitar conflictos y sumar votos entre los empleados públicos. "Sica planteó a los metalúrgicos hacer un acuerdo semestral con revisión, pero nuestra propuesta es menos conflictiva en un año con elecciones", reconocieron a iProfesional en el equipo de Vidal. De ese modo, la Provincia se despegó del ministro de Producción y Trabajo, en cuya cartera desconfían de los mecanismos de ajuste automático por inflación (gatillo), pero también del FMI que en su informe de abril desaconsejó el "backward looking" (mirar para atrás) en materia salarial. "La cláusula gatillo no es una herramienta que por ahora esté en la mesa", afirman en la secretaría de Trabajo que depende de Sica.

Con todo, el Ejecutivo también empezó a flexibilizar la pauta salarial, presionado por los malos datos de inflación y la necesidad de que el salario real se recupere de cara a los comicios. Así, pese a las dificultades que alega el sector privado para incrementar los sueldos en línea con la inflación debido a la caída de la actividad, Sica dio su guiño a principios de mes a los trabajadores de estaciones de servicio para cerrar un aumento del 28% en tres tramos (12% en abril, 8% en julio, y 8% en septiembre) con revisión en septiembre, por encima de la pauta de inflación del 23% fijada en el Presupuesto. El sindicato lo encabeza Carlos Acuña, el cotitular de la central obrera que responde al gastronómico Luis Barrionuevo, quien por estas horas impulsa la candidatura de Roberto Lavagna y se opone a lanzar un paro contra el Gobierno.

Mientras tanto, la Unión Tranviaria Automotor (UTA) busca sumar a sus 100.000 colectiveros al modelo de miniparitarias. Vencido el acuerdo en marzo pasado, el gremio encabezado por Roberto Fernández negocia una suba para el segundo trimestre del año en vísperas de la retención de tareas anunciada para el 1 de mayo de la que participará junto a la Confederación del Transporte (CATT), un día después del paro previsto por Hugo Moyano. Según pudo saber iProfesional, Fernández ya arregló una suba extraordinaria de $2.500 por mes en el primer trimestre equivalente a un 12% que, sumada al aumento del año pasado, totalizó un 49% en los últimos 12 meses para el transporte de corta, media y larga distancia. Fue en compensación por el desfasaje de la inflación, lo que motivó un paro en marzo que afectó a todo el interior del país, con excepción de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, por la negativa de los empresarios a pagar lo acordado.

En el sector financiero, el titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, intenta reinstalar la cláusula gatillo en sus paritarias, tal como adelantó este medio en marzo. Por lo pronto, Palazzo negoció este año un adelanto a cuenta de las paritarias del 7% por enero y febrero, junto con una suma de $1.000 mensuales. El sindicato fue uno de los pocos que el año pasado obtuvo un aumento cercano al 50% por encima de la inflación del 47,6%.