La ley de Economía del Conocimiento podrá ser aprobada en Diputados este miércoles, siempre que hoy se emita el dictamen favorable pues a partir de las 15 un plenario de las comisiones de Comunicaciones e Informática, y de Presupuesto y Hacienda, se reunirá con ese objetivo. En caso de que este miércoles la norma obtenga la media sanción, el trabajo se concentrará inmediatamente en la Cámara Alta.

El proyecto, que ingresó a la cámara baja en los primeros días de abril, tiene el visto bueno de todos los bloques, por lo que se descuenta que su tratamiento será rápido y responderá no sólo a la demanda de los sectores involucrados sino también al Gobierno. Fue el propio presidente Mauricio Macri quien presentó en mayo el proyecto oficial.

De hecho, el ingreso del texto llevó la firma de Luciano Laspina (PRO), Marco Lavagna (Frente Renovador) y Juan Brügge (Córdoba Federal), lo que dio muestras del acuerdo extenso que existe en torno a la norma.

El proyecto contempla beneficios fiscales a distintas actividades consideradas dentro de la Economía del Conocimiento. Ya no sólo el software y los servicios informáticos sino también la inteligencia artificial, la Internet de la Cosas (IoT), la nanotecnología, la biotecnología, la producción audiovisual, las industrias aeroespacial y satelital, la robótica, el big data, entre otras especializaciones asociadas.

Esa exención se traducirá en unos $10.000 millones menos que el Estado recibirá en concepto de tributos por las diversas actividades. La apuesta es que, producto de esos beneficios, los distintos segmentos de la Economía del Conocimiento se desarrolle y cree nuevos puestos de trabajo, tal como ocurrió con la industria del software cuando obtuvo beneficios idénticos en el año 2005.

A principios de abril, durante la cena del CIPPEC, el diputado Laspina había manifestado el interés por avanzar con la aprobación del texto, aunque puso en duda que se llegara a la sesión de este miércoles con el dictamen. La situación cambió drásticamente con la Semana Santa. Y este lunes confió a iProfesional que "la idea es acelerar los tiempos para poder sesionar este miércoles y sancionar la ley".

La propuesta prevé la creación de un Registro Nacional de Beneficiarios del Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento. De aprobarse y reglamentarse este año –tal el objetivo oficial- la norma entraría en vigencia a partir de 2020 y se extendería hasta 2030.

Su entrada en vigencia implicaría la continuidad del régimen, de idénticas características, del que gozó el sector del software desde 2005 y 2019, pues a finales de este año esa promoción finaliza.

Entre 2008 y 2017 las exportaciones pasaron de u$s817 millones a u$s1.700 millones, según datos del Observatorio Permanente del Software y los Servicios Informáticos (OPSSI) mientras que se pasó de una fuerza de trabajo conformada por unos 60.000 empleados a casi 100.000 en el lapso mencionado.

A esto se suma que es una actividad distribuida de manera pareja a lo largo del territorio argentino. Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumán, San Luis, la Patagonia, cuentan con polos y clústers donde se concentran empresas que desarrollan servicios y soluciones para las economías de la zona, y también logran colocar parte de su trabajo en el exterior.

Gracias a la promoción impulsada en aquel entonces, hoy los servicios basados en el conocimiento representan el segundo o el cuarto principal generador de divisas, según qué medición se tome. El año pasado, fueron responsables del ingreso de u$s5.900 millones, cifra que aunque atractiva mostró una caída de más del 10 por ciento.

De ahí la expectativa porque esta ley avance rápidamente en el Congreso. De aprobarse la norma este miércoles, tal como lo manifestó Laspina, el texto entraría en una carrera contra reloj en el Senado. La expectativa de máxima es que su tratamiento se concrete antes del inicio de la campaña electoral, que arrancará de manera definitiva a partir de junio.