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Ante interlocutores de Wall Street que vienen a verlo, Kicillof asegura que Cristina no va a defaultear

En medio de la volatilidad financiera y con Cristina creciendo en las encuestas, los inversores quieren saber de primera mano si habrá repudio de la deuda
26/04/2019 - 06:10hs
Ante interlocutores de Wall Street que vienen a verlo, Kicillof asegura que Cristina no va a defaultear

Hasta hace poco, la escena resultaba inimaginable aun para el mismísimo Axel Kicillof: el ex ministro de CFK tiene entrevistas con inversores extranjeros prácticamente todas las semanas.

Son tantos los pedidos que le llegan desde bancos y fondos de inversión de Wall Street y de Europa (y también de parte de empresarios de multinacionales) que, dicen las fuentes, se armó una especie de "lista de espera".

A fuerza del resultado de las últimas encuestas, que le dan más chances de un regreso al poder a Cristina Kirchner, los financistas internacionales desean escuchar de primera mano el diagnóstico y las propuestas del espacio K.

Kicillof recibe a sus interlocutores en su pequeña oficina sobre Hipólito Yrigoyen, vecina al Congreso Nacional. Como sucedió cuando estuvo con la misión del Fondo Monetario Internacional, el ex ministro ofrece bizcochitos. Pone a disposición café y agua mineral, pero él se sirve mate. El ida y vuelta con los inversores es en "perfecto inglés", cuenta uno de los asistentes a iProfesional.

Por lo general, a las delegaciones de financistas y empresarios que recibe les llaman la atención dos cosas: la estrechez del despacho y el cuadro que, desde una de las paredes, pondera a la YPF estatal, que el ex ministro de Cristina ayudó a reestatizar.

Como Kicillof, también está muy activo quien fuera su mano derecha en el Ministerio hasta diciembre de 2015: Emmanuel Álvarez Agis. Actual socio en una consultora económica y financiera (PxQ), Álvarez Agis viajó a Nueva York, donde en las últimas semanas mantuvo encuentros con inversores y analistas de Wall Street.

Que los dos últimos responsables de la economía "cristinista" se hayan convertido en verdaderos "hits" ante los ojos de los centros financieros resulta llamativo pero -a la vez- sumamente comprensible.

Las últimas encuestas que indagan sobre el humor del electorado le dan a CFK mejores chances de triunfo en octubre que hasta hace algunos meses. Y los inversores, en su mayoría dueños de bonos de la deuda argentina, quieren saber qué traería un eventual tercer gobierno de la ex presidenta.

Según pudo reconstruir iProfesional, lo primero que Kicillof deja en claro cuando se reúne con inversores es que desconoce si Cristina será, finalmente, candidata en las próximas elecciones. "No voy a hablarles por ella", les advierte.

No obstante, una de sus definiciones políticas llama la atención de los presentes: "Acá lo más importante es que, gane quien gane, gobernará sin mayorías parlamentarias. Y que, para sacar a la Argentina de la crisis, solo no se podrá. Se van a necesitar acuerdos amplios. Cristina lo sabe. Interpreta a la perfección que, llegado el caso, necesitaría de grandes consensos políticos. Y lo dice explícitamente", señala Kicillof.

La duda que no deja dormir a los inversores

Por fuera de la duda que, hoy por hoy, es la pregunta del millón en el escenario político (si Cristina se postulará), los inversores plantean un punto central a los referentes kirchneristas, y que constituye el motivo de los desvelos en Wall Street. Quieren saber si Cristina Kirchner plantearía un default de la deuda en caso de volver a la Casa Rosada.

Álvarez Agis lo manifiesta con todas las letras: "Nosotros les pagamos a todos. Pagamos puntualmente cada vencimiento de bonos. También afrontamos los pagos en el tribunal del Ciadi; al Club de París, y a Repsol por la expropiación de YPF. Nadie puede dudar de la voluntad de pago del gobierno de Cristina".

-"¿Y con los buitres? ¿Acaso no dejaron el país en default?", indagan algunos inversores.

Ahí, por lo que iProfesional pudo saber, tanto Kicillof como Álvarez Agis comparten postura.

"Créannos: atravesar un default resulta una tortura. Nosotros lo vivimos en carne propia. Quisimos pagarles hasta último momento, pero chocamos con la inflexibilidad del juez (Thomas) Griesa, y con la falta de voluntad de los fondos buitres, que sabían que cobrarían más después de las elecciones. Con Scioli, y ni hablar con Macri, que ya le había prometido ese reconocimiento si ganaba", les cuenta Álvarez Agis.

Pero, más allá de voluntarismo y de una lógica revisión de lo pasado, lo cierto es que, ahora, desde Wall Street observan que -una vez más- la Argentina muestra un acelerado crecimiento de su deuda externa. Y que la sucesión de vencimientos, empezando por el voluminoso pasivo tomado con el Fondo Monetario, podría hacerse impagable para el próximo Gobierno.

¿Habrá una renegociación de la deuda en caso de que el kirchnerismo vuelva al poder? Es la otra pregunta que lidera el ranking en la lista de temas que quieren escuchar los inversores de Wall Street.

Kicillof, frente a ellos, es tajante: dice que el objetivo de superávit fiscal primario firmado con el Fondo Monetario resulta "inalcanzable". Y que "el FMI ya sabe que, así como se diseñaron, los pagos resultan incumplibles".

"Habrá que renegociar duro. Al Fondo no le conviene que a la Argentina le vaya mal; y por ese motivo se van a sentar a renegociar", argumenta.

Aunque los inversores y los empresarios le piden los números que proyecta, el diputado se muestra esquivo. Afirma que no tendría seriedad explicitar proyecciones bajo un escenario económico tan abierto, impredecible.

-¿Cree que, además de pedirle una refinanciación al FMI, tendrían que involucrar también a los bonistas privados?, quisieron conocer los financistas, en su mayoría tenedores de papeles de la deuda argentina.

Kicillof sonríe. A los inversores les llama la atención la manera en que comunica el ex ministro. No solamente por lo que dice. Kicillof expresa sus opiniones con muecas o, sencillamente, con movimientos de sus hombros. Sobre todo cuando las preguntas resultan incómodas.

Sin dudas, si en su cabeza merodea la posibilidad de un default o una reestructuración de deuda con los inversores privados se incluye entre las cuestiones más incómodas. Pero a eso fueron los inversores, y Kicillof responde:

"Y...El FMI tendrá que ser realista. Ellos saben que la Argentina no podrá pagarles lo que está firmado. Argentina le va a pagar lo que el país pueda", afirma.

El economista no lo dice, pero sus interlocutores entienden que de esa negociación con el Fondo dependerá la suerte de los inversionistas privados. De hecho, algunos fondos de inversión ya trabajan con escenarios donde el próximo Gobierno deberá sentarse a refinanciar plazos de la deuda ya emitida.

"Que el FMI respalde un programa que le sirva a la gente"

En sus contactos con fondos de inversiones y bancos de Wall Street, Álvarez Agis se lleva la impresión de que "el Fondo no será tan flexible con la Argentina".

El mensaje del ex viceministro en la última época de CFK es claro. "No alcanza con la refinanciación con el FMI. Las reservas netas alcanzan tan sólo a los u$s20.000 millones y los privados también deberían involucrarse en esas refinanciaciones. No debería ser algo tan complejo de lograr", afirma.

Álvarez Agis también comentó a los inversores que "lo más difícil para el próximo Gobierno será que el Fondo Monetario respalde un programa económico que le sirva a la gente; que salga del círculo vicioso del ajuste sobre el ajuste, que es inviable política y socialmente".

Tanto Kicillof como Álvarez Agis coinciden en un diagnóstico: salvo que sea Mauricio Macri, quien asuma como nuevo Presidente el 10 de diciembre sacará a relucir la "pesada herencia" de Cambiemos.

Esta vez ya no por el retraso de las tarifas. O por el cepo que destapó una devaluación, que formó parte de la "pesada herencia" del kirchnerismo.

A los inversores que escuchan a los economistas les queda claro que, en caso de triunfar, el kirchnerismo golpeará las puertas del Fondo para lograr una refinanciación de los pasivos. Que habría, en ese sentido, una posición dura. Y que, en definitiva, del resultado de esas negociaciones saldrá una postura hacia los bonistas, los inversores privados.

Por último, los operadores le preguntan a Kicillof sobre la política tarifaria. ¿Habrá un nuevo congelamiento que deteriore los activos y sumerja a las compañías ante la falta de inversiones?, quieren saber los financistas.

Sin llegar a una autocrítica, el ministro preferido de Cristina aclara que "no se puede hacer lo mismo que en el pasado en materia energética".

Al mismo tiempo, asegura: "No hay espacio para seguir apretando sobre los bolsillos de la gente", como manera de sugerir que debería llevarse adelante un cambio de política tarifaria. Algunos interlocutores creyeron entender que el ex ministro estaba pensando en una desdolarización de las principales tarifas.

Lo cierto es que Kicillof y sus ex colaboradores tienen la agenda "a full". Y son más conscientes que nunca que del tenor de sus respuestas depende, en buena medida, el nerviosismo con el que reaccionará en los próximos días el mercado financiero.