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Rappallini, presidente de UIPBA: "Se necesita una reforma laboral porque hoy nadie quiere tomar empleados"

El presidente de la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires, distrito que representa la mitad de la producción fabril, habló con iProfesional
28/05/2019 - 06:21hs
Rappallini, presidente de UIPBA: "Se necesita una reforma laboral porque hoy nadie quiere tomar empleados"

En la provincia de Buenos Aires hay unas 32.000 empresas industriales de todo tipo de rubros, que llegan a representar más del 50% del PBI de Argentina en términos industriales, si se contabiliza tanto los sectores formales como informales. Y son las que más están sufriendo los efectos de la recesión que golpea al país.

Para conocer cómo está impactando la crisis en la industria, iProfesional dialogó con Martín Rappallini, presidente de la UIPBA, la Unión Industrial del distrito más grande del país y en el que más se están notando los problemas de desempleo.

 "La provincia de Buenos Aires representa la problemática de todo el país", afirma este representante, que hace foco en la necesidad de una ley laboral como eje y en promover las exportaciones.

-¿Cómo afecta a la industria la situación del país?

-La macroeconomía se llevó puesto todo, un ajuste bestial generado por la devaluación y se achicó el mercado interno. Hay una caída de ventas para todos los sectores, que llegaron en algunos casos hasta el 50% de su facturación. De hecho, en el primer cuatrimestre respecto a hace un año atrás la producción cayó 9%, más allá que si se compara con diciembre hubo un leve repunte. Se espera que haya una mejoría en el segundo semestre, pese al año electoral, aunque en el acumulado del año resultará negativo.

-¿Qué reclamos le están realizando al Gobierno?

-Las condiciones macroeconómicas llevan a que realicemos reclamamos para que la AFIP y el Gobierno contemplen los embargos de las empresas, amplíen los plazos para las moratorias, haya subsidios de tasas para descuento de cheques, y además estamos pidiendo que se eliminen las retenciones al comercio exterior y que se vuelvan a poner los reintegros de los impuestos, porque el único elemento que puede mover a la economía es la exportación. Porque en los números, si bien hay un superávit, la exportación creció un 2% en el primer trimestre de este año, que es nada, incluso en algunos sectores hay caída. Y el superávit se está dando básicamente porque cayeron las importaciones, ahí se está viendo el impacto que están teniendo las retenciones e impuestos en un sector que se debería apostar para generar dólares y estabilizar la moneda.

-En este marco, ¿cuál es la salida para la crisis que la UIPBA plantea?

-Primero y principal, la salida va a llevar tiempo. No hay que generar falsas expectativas, como ya lo hemos visto en este Gobierno. Se va a requerir que baje la inflación, que rápidamente no va a poder efectuarse, se tiene que esperar. También se debe tener consenso, donde todas las fuerzas políticas deben estar de acuerdo. Y el tercer punto, que es muy importante, es sobre qué temas se van a hacer esos acuerdos.

-Al respecto, ¿qué es lo que están solicitando?

-El primer punto es que tiene que haber una reforma laboral, porque hoy hay un sistema antiempleo. En Argentina nadie quiere tomar empleados, nadie, esté bien o mal la economía, porque hay un riesgo a los juicios y de pérdida terrible en las empresas. Se debería hacer algo amplio para que se hable de las relaciones por sector, ver el sistema de multas que se puso por errores cometidos en la liquidación, discutir el tema de la solidaridad en las relaciones laborales, hay que ver el tema de la indemnización, un seguro de desempleo como ocurre ya en la construcción. La palabra "flexibilización" genera cierto resguardo, pero el empleado se tiene que adaptar a ciertas necesidades que tiene el sector industrial. Por eso la ley laboral es fundamental. Y ahí no hay un costo fiscal, sino una iniciativa política de generar una cultura diferente de empleabilidad en Argentina.

-¿Qué otras cuestiones plantean?

-El segundo tema es tener un plan macroeconómico donde haya metas fiscales, orden fiscal, y un proceso de baja de inflación paulatino. No se puede abrir la economía cuando la mayoría de las empresas está pagando 60% de impuestos y la presión tributaria es grande. Tenemos que ir hacia una administración razonable. Otro aspecto que vemos es el de ir hacia los motores de la economía, el principal es la exportación, donde se debe producir, hacer un análisis inteligente con el mundo, reducir las retenciones y volver a poner los reembolsos, que es una devolución de impuestos internos que se pagaron y no se reconoce.

En el mundo, como principio básico de la OCDE, no se exportan impuestos, nosotros sí lo hacemos. En muchos países, en cambio, exportan subsidios, es decir, muchos productos tienen ventajas impositivas para que las empresas sean competitivas a nivel mundial. Nosotros estamos a contramano de lo que es el mundo, tenemos que tener una política de integración porque en algún momento tenemos que generar de forma genuina dólares, ya vimos que si tomamos deuda y no exportamos no sirve. En algún momento, no se hacía y se lo reemplazaba por la maquinita de imprimir pesos, en otro momento se hizo tomando deuda. Sabemos que esos dos caminos no van más, Argentina tiene que empezar a generar entrada de divisas genuinas para generar una estabilidad macroeconómica del país.

-La variedad de rubros dentro de la industria es grande, ¿todos requieren las mismas medidas?

-Hay que trabajar mucho en estudiar los sectores y territorios, porque hay rubros como el calzado y textil que no tienen la misma realidad que los vinculados al acero o a los exportadores. Todos los rubros tienen realidades distintas y se deben proponer leyes acordes, como por ejemplo la confección de prendas, que tiene mano de obra intensiva y debe tener un régimen laboral especial, todo un sistema para blanquear los talleres y aplicar una ley de trabajo domiciliario para regularizarlos. Es decir, se puede hacer toda una ley para el sector, para formalizarlo y alentarlo, porque hoy se trabaja con un enorme riesgo de tener un problema en el futuro. En tanto, en otros sectores se necesita mucha inversión en maquinarias a bajo costo. Cada uno tiene sus propios problemas, su dinámica, y hay algunos más comprometidos que otros.

-¿A qué rubros hizo más competitivos la importante suba del tipo de cambio del año pasado?

-Cuando se habla de este incremento, se debe tener en cuenta que se generó una gran contracción en la economía interna y un beneficio que, en algunos casos, es más importante y en otros no tanto, porque hay rubros donde las materias primas están dolarizadas, como los plásticos, donde en la fabricación no salen tan beneficiados. En sí, los que fueron más favorecidos son los productores de materias primas, carne, software, algunos químicos, todos los sectores donde no hay muchos componentes importados (o dolarizados) en la representación total del costo. Es decir, todos los que han podido exportar.

-Planteó en reiteradas ocasiones el tema de la exportación como clave, ¿por qué no hubo avances significativos?

-En el mundo, todos los países han hecho acuerdos bilaterales, el problema es que Argentina no generó acuerdos y hay que empezar a hacerlos para poder exportar. Estoy hablando a largo plazo, hace diez años que Argentina vende al exterior lo mismo, no ha habido una política de exportaciones. En cambio, en el mismo plazo, Chile aumentó 60% las exportaciones y México creció 80%.

-En las propuestas políticas también hay polarización entre las ideas de cerrar la economía y favorecer al mercado interno o impulsar las exportaciones…

-Es un dilema que no existe en ningún lado, se debe tener una economía interna fuerte pero viable y sustentable para salir al exterior. Los grandes problemas de Argentina es que generamos dicotomías que no existen. Alemania, por ejemplo, exporta casi 40% del PBI y su mercado interno es inmenso.

-¿De los posibles candidatos presidenciales quiénes responden a este modelo que proponen?

-(silencio) Es una buena pregunta. Nosotros estamos mostrando inquietudes que tenemos para la salida porque vemos que algunos plantean soluciones rápidas, las cuales son imposibles. Creo que se debería hacer algo distinto a lo que se viene haciendo en los últimos 15 años porque así está funcionando mal.

-O sea, ni lo que propone Macri, ni lo que dice Cristina…

-Exactamente, se debe hacer algo absolutamente distinto. Cristina puso restricciones, Macri no hizo la reforma laboral y hay que hacerla. Por ahí Macri igual tiene eso en la agenda, Cristina no. Uno quiere cerrarse al mundo, el otro no. Hay que hacer una integración inteligente al mundo. Y ni Cristina ni Macri hablan de hacer un plan estratégico de potencialidad por sectores y territorio, como han hecho países que han evolucionado como Canadá, Singapur o Irlanda. Eso es un Estado inteligente, no como el nuestro que asistió de 9 millones de personas a pasar a atender a 21 millones, reemplazando al sector privado. La otra postura es la de hacer desaparecer al Estado, y no, ni una cosa, ni la otra. El problema de Argentina es que nos vamos a extremos.

-En la provincia, ¿los ayudó la gestión de María Eugenia Vidal en solucionar sus problemas?

-Creo que Vidal tuvo en esta primera etapa de gobierno una prioridad muy fuerte en lo social, educación, problemas de seguridad, cloacas, infraestructura y salud, es decir, todo el déficit que había desde lo social. Nuestra mirada es que también se debe mirar lo productivo para que haya un cambio social, porque si no se crece en ese sentido el déficit va a ser peor. Al Gobierno le faltó una política educativa para fomentar a los sectores productivos, y la inversión en infraestructura debe estar direccionada a inversión.

-¿Qué le causa que en el primer cordón del Conurbano, donde existe una gran densidad de industrias, hay mucha pobreza, se siente intensamente la crisis y Cristina tiene una elevada intención de voto?

-Evidentemente, muestra el otro modelo sostenido con el Estado, que impulsaba un consumo pero eso era insustentable, porque Argentina hace diez años no genera empleo y no da más posibilidades de bancar eso. La única manera es que el país empiece a crecer, producir y exportar, es algo básico. Pero no se puede hacer un shock de transformación, sino entrar en un proceso donde se empiece a cambiar la matriz, donde el sector privado sea el que genere empleo. Los números son clave: en Argentina nace una Pyme cada 2.200 habitantes, en cambio en Chile una cada 120 y en Brasil una cada 150. O sea, hemos destruido la capacidad de construir empleo.

-Entonces, ¿se puede salir adelante?

-Si queremos salir adelante tiene que haber una intención de los políticos. La ley de Riesgo de Trabajo, de ART, por ejemplo, se aprobó a nivel nacional y había que ratificarla en las provincias. En varias de ellas no se hizo por un tema político, pero en la provincia de Buenos Aires donde sí se ratificó produjo que baje el costo para las empresas por ART desde un 20% a un 7% y el ausentismo bajó de un 15% a un 5%, en estos últimos dos años. Por eso, en este país hay mucha hipocresía y una sensación que lo productivo no importa.

-¿Argentina es competitiva para producir de todo?

-Por la dimensión que tiene el país, tengo la sensación que se puede producir de todo. Seguramente muchos productos no porque requieren gran especialidad, pero a grandes rasgos sí, hay una cultural industrial importante. Pero se debe tener en cuenta que en el mundo se pide reciprocidad y se acabó el libre mercado. De hecho, las medidas paraarancelarias se multiplicaron. Según la OCDE, hace diez años eran 10.000 en general, y ahora son 40.000. El mundo es más restrictivo, está defendiendo a sus industrias. Hay que generar una apertura inteligente.

-Algunas empresas realizaron aumentos de precios mayores a la inflación o a la devaluación, o efectuaron incrementos preventivos. ¿Qué responsabilidad tiene el sector empresarial en la situación actual?

-Es un problema, en estas crisis a veces se genera el sálvese quién pueda y por eso el Estado debería haber generado, frente a la devaluación, algún acuerdo inmediato de precios, algo que recién ahora está tratando de lograr. Pero es cierto que en momentos de crisis todos tienen que aportar un poquito, y no resguardarse cada uno lo mejor posible, que es también inevitable. Por eso en el mundo tratan de no tener estas crisis y de generar contextos tranquilos. Desde la UIPBA tenemos una mirada que todos tenemos que sumar un poco.