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Ritondale: "Si en las PASO Cristina se muestra competitiva puede haber un overshooting del tipo de cambio"

El economista jefe de la consultora Econviews, asesora de bancos locales y multinacionales, dialogó con iProfesional sobre cuál es la salida para la crisis
05/06/2019 - 06:51hs
Ritondale: "Si en las PASO Cristina se muestra competitiva puede haber un overshooting del tipo de cambio"

"Ahora tenemos que vivir en serio con lo nuestro", sentencia Eric Ritondale, economista jefe de Econviews, la consultora dirigida por Miguel Kiguel, que asesora a compañías multinacionales, bancos locales e inversores del exterior.

En una entrevista con iProfesional, Ritondale transmite una mirada algo escéptica sobre la economía argentina: firma que en este contexto del país no hay espacio para que crezca el consumo privado, y alerta que todavía "no sabemos si ya pasó lo peor".

-¿Qué radiografía realiza del momento actual?

-El principal objetivo es la estabilidad cambiaria, porque venimos de una crisis de balanza de pagos. Hoy estamos saliendo del evento iniciado el año pasado, me parece muy bueno lo que se anunció a fines de abril, que el Banco Central puede intervenir en el mercado. Sólo con ese comunicado bajó mucho la volatilidad. Venimos de un enero, febrero y marzo donde la inflación fue subiendo mucho y donde la volatilidad cambiaria es muy alta a pesar que el tipo de cambio no se movió demasiado. De hecho, hoy el dólar está 8% arriba respecto a octubre y avanzó muchísimo menos que la inflación en el mismo periodo, y el alza de precios puede empezar a bajar si continúa esta relativa estabilidad.

El asunto es que tenemos muchos hitos electorales y hay ver cómo van entrando esas noticias. Sobre todo el riesgo país y el tipo de cambio, que se van moviendo con los datos que se difunden de la economía.

-¿Es un dato positivo que la última medición de inflación haya sido más bajo?

-Fue bueno y menor a lo esperado, por primera vez tenemos una sorpresa desinflacionaria después de enero de 2017, cuando dio 1,3% mensual en provincia de Buenos Aires. De cara a los próximos meses, si el tipo de cambio sigue como está ahora, hay espacio para que baje la inflación a 2,5% mensual. Con el apretón monetario que se está haciendo, si pensamos que el tipo de cambio realmente se mantiene estable, cosa difícil de pensar porque en el medio hay elecciones, igual existe espacio para pensar que la inflación puede seguir descendiendo.

Después, hacia adelante, creo que hay un riesgo que entremos en un régimen de inflación más alto, sobre todo cuando veamos los aumentos salariales que se están negociando ahora y no se han cerrado todavía. El año pasado los ajustes salariales se cerraron en 30%, y para que a fin de este año le empaten a la inflación deberían crecer 40%.

-¿Qué análisis hace de las medidas tomadas por el Banco Central que incluyen tasas altas y apretón monetario?

-Este régimen es muy duro para estabilizar el tipo de cambio, lo que pasa es que no podemos mantener al dólar atrasado permanentemente, por lo que en algún momento el Banco Central va a tener que desarmar el régimen de agregados y aflojar las condiciones monetarias. No se puede vivir para siempre con este objetivo de agregados "cero", pese a que a las elecciones se llega bien. Creo igual que hacia adelante va haber más pragmatismo y va a ser más blanda la política.

La baja de inflación va a tomar bastante tiempo en Argentina, pero sí están dadas las condiciones estructurales para pensar que vamos a ir a una desinflación permanente porque no se monetiza más el déficit, las tarifas ya están bastante ajustadas, el tipo de cambio real parte de un nivel que si el crédito eventualmente vuelve se puede usar un poquito como ancla, y eso puede ayudar. Ojo, hablamos de un proceso que fácil puede durar cinco años, no se me ocurre a que vayamos a una tasa de inflación menor al 10% anual en ese lapso.

-En un momento dijo que "no se puede seguir atrasando al tipo de cambio", ¿está atrasado?

-No, al final todo depende de las oportunidades de crédito que tiene el país. O sea, nos quedamos sin crédito en 2018 y el tipo de cambio fue donde tuvo que ir para ser consistente con la disponibilidad crediticia que tenía Argentina que fue al Fondo Monetario, porque si no estaba el FMI nos íbamos a un nivel más alto de dólar. Me parece que el tipo de cambio real está bien, desde octubre a la fecha está estable (más allá que desde lo nominal no parezca), la actividad estancada y más inflación. Hay estabilidad desde lo real, pero para adelante el interrogante es qué va a pasar con las elecciones porque no va a ser la misma disposición del mercado para prestarle al soberano y al sector privado si hay un gobierno u otro. Una cosa es el que va a respetar los contratos y las reglas de juego, cumpliendo las metas fiscales y con una serie de reformas. Otra, es el que no va a querer hacerlo.

-¿Qué ocurriría en cada caso?

-En el primero, puede ir apreciándose lentamente el tipo de cambio real, siempre y cuando las exportaciones sean dinámicas para, por lo menos, mantener el nivel de actividad estable. Las exportaciones, más allá de las agrícolas, han ido creciendo todos los años, y eso es muy importante pensando en el largo plazo. Igual tienen que crecer más y más rápido, que es un desafío importante para Argentina. Ahí surgirán otras preguntas relacionadas al perfil productivo del país, pero lo importante es que está pasando.

En tanto, si no tenemos el crédito del exterior y si no crecen las exportaciones a un ritmo razonable, se va a otro escenario, que sería de un tipo de cambio más alto, no tan grande como el salto del año pasado, pero puede haber uno. Para graficar, hoy tenemos una paridad cambiaria a la del 2010, aunque podemos volver a la del 2005. Ese riesgo está, y puede ocurrir si hay un gobierno que no da las señales que el mercado espera en cuanto a metas fiscales y con cumplir las reglas de juego. Argentina hoy está estructuralmente mucho mejor en un montón de aspectos que hace cinco años atrás, excluyendo el nivel de deuda.

-En un escenario adverso, ¿cuánto más puede aumentar el dólar?

-En ninguna caso me imagino que el tipo de cambio real pueda estar más alto que en el 2001, pero puede llegar a estar un 20% o 30% más elevado que ahora, para llegar a un nivel equivalente a 2005/2006. Puede llegar a darse si hay menos crédito mundial y menos confianza.

No es una variable política, sino que depende de muchos factores. Por ejemplo, si en las PASO hay una señal muy clara que el Gobierno no es competitivo, o si se muestra muy competitiva la formula de Cristina, no descarto que haya un evento cambiario, una especie de overshooting, como pasó en septiembre del año pasado cuando el dólar pasó de $30 a $40. El contexto es diferente ahora, y podría saltar 10% real y después volver al nivel inicial. Pero si el escenario se valida, en noviembre antes del cambio de Gobierno podría haber mucho estrés financiero, porque no es descabellado pensar que una nueva gestión de Cristina vaya a un control de cambios, porque no creo que tenga crédito.

-Desde lo económico, ¿qué se puede hacer para salir de esta recesión?

-La verdad, poco, sobre todo estando dentro del acuerdo con el Fondo Monetario, que hay que aclarar que el problema no es el FMI, si no estaríamos peor, y las condiciones que puso fueron muy laxas e hizo con nosotros algo único: le dio una carta verde al Gobierno para intervenir y sólo pidió que se cumpla una meta fiscal. Algo que se está haciendo y con eso el Gobierno no puede jugarse.

-¿Ordenando esa variable se sale de la crisis?

-No, básicamente así se le da una señal a los acreedores que el país está haciendo los deberes como para poner la deuda en una trayectoria sostenible. Es una condición necesaria, no suficiente. Para salir, además de dureza fiscal, se necesita también que las exportaciones se dinamicen. Las dos cosas se tienen que dar en forma simultánea. Por ahora se están dando, pero no garantizan que tengas un año económico bueno, de hecho el consumo cayó. Y en este contexto no hay espacio para que crezca el consumo privado porque estamos en medio de un ajuste de balance de pagos, no hay crédito externo y ahora se debe vivir en serio con lo nuestro. Antes usábamos las reservas para gastar más, algo insostenible.

El consumo representa el 70% de la economía en Argentina, por eso necesitamos que crezca el comercio exterior, que es lo que da capacidad para importar más y para crecer. Va a ser un proceso lento. También se necesita que haya oportunidades de crédito del exterior para invertir y para que se comprima el riesgo país, se puedan hacer proyectos y emitir deuda. Todo eso tiene que suceder secuencialmente y en simultáneo, aunque es probable que se logre después de las elecciones.

-¿Y para crecer sostenidamente qué se necesita?

-Para ser competitivo se necesitan otro tipo de reformas, ¿el próximo Gobierno va a tener capacidad política para hacerlo? En el Congreso va a estar más complicado para negociar y lograr ahorro fiscal. Más allá de las equivocaciones y prendas de cambio que tuvo que entregar Cambiemos en su primer mandato, va a ser complicado obtener consensos, y eso me preocupa. Además, tiene que haber más crédito externo, y para que pase eso debe bajar el riesgo país y haber señales de gobernabilidad. Todavía no pasó lo peor, no podemos decir eso y no lo sabemos, hay mucha incertidumbre de corto y largo plazo.

-¿Qué condiciones se necesitan para ser competitivos como país?

-Para las exportaciones hoy es más importante que baje el riesgo país a que mejore el tipo de cambio real, sin duda, para mejorar el acceso al financiamiento. De hecho, todas las empresas que tienen un componente relevante que es importado no responden a una mejora cambiaria. Sí favorece a los que tienen más trabajo intensivo.

-Si viene una multinacional o un inversor del exterior a pedirle un consejo sobre Argentina, ¿qué le dice?

-Le diría que la parte regulatoria de Argentina tiene mucho para mejorar para poder crecer, invertir y producir más, como por ejemplo modificar las leyes laborales. Eso dependerá del tipo de Gobierno que tengamos, porque si se pone control de cambios y más trabas va a ser muy difícil. Después va a depender de las oportunidades para crecer que tenga cada sector, y que haya reglas de mercado básicas. Igual, la inversión extranjera directa en el país es la más baja en la región porque estuvimos muchísimos años desconectados del mundo. Por eso, es mucho más atractivo entrar a Argentina hoy que hace cinco o 10 años, porque la capacidad de compra de cualquier inversión es mucho más amplia, el tipo de cambio real está mucho más alto. Y si se miden los salarios argentinos ajustados por productividad están en niveles muy razonables comparados con otros países de la región.

-Entonces, ¿qué rumbo se debe tener?

-Se deben dar señales claras de rumbo de futuro y que no se van a cambiar las reglas de juego. Tampoco hay margen para hacer otra cosa. En Argentina estamos muy acostumbrados a que lo único que puede hacer un gobierno es gastar más. Ya está, no se puede financiar más, y se debe gastar menos. El rol del Congreso es importante, nunca votó austeridad, no quiere hacerlo. Más allá que hay trampa en la austeridad, no se puede seguir gastando sin crédito, no queda otra que hacer un ajuste doloroso. Si no se vota austeridad en el Congreso habrá que seguir subiendo tarifas y recortar obra pública. Las señales hoy son más importantes que las decisiones a tomar.-

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