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El plan de Alberto F. toma forma: déficit de 1%, dureza con el FMI, estímulo fiscal... ¿y dólar libre?

La "mesa chica" del candidato avanza en definiciones sobre las cuestiones clave de la economía. Se quiere evitar un shock. El dólar, la principal incógnita
26/06/2019 - 06:26hs
El plan de Alberto F. toma forma: déficit de 1%, dureza con el FMI, estímulo fiscal... ¿y dólar libre?

Todavía no tiene la forma de un plan económico. Pero, sin dudas, las iniciativas formarán parte de la estructura que Alberto Fernández pondrá en marcha en caso de ganar las próximas elecciones. Se trata de algunas ideas fundamentales que el grupo de consejeros económicos del candidato ya maneja internamente.

Algunas de ellas son compartidas abiertamente con inversores del exterior, que agendan encuentros con los economistas referentes de la fórmula Fernández-Fernández. También hay pedidos de audiencia con el propio candidato a Presidente, en su mayoría de parte de bancos y fondos internacionales, que -ahora que ya se definieron las listas de candidatos y arranca formalmente la campaña- seguramente se concretarán en las próximas semanas.

Otras medidas bajo análisis se mantienen bajo estricta reserva, en la mesa chica de los asesores, integrada por Guillermo Nielsen, Matías Kulfas y Emmanuel Álvarez Agis.

En sus charlas con inversores, los economistas rechazan cualquier posibilidad de default en caso de que la fórmula F-F llegue a la Casa Rosada.

"Las necesidades financieras son manejables. No hay un problema de vencimientos de la deuda con los inversores privados en el corto plazo. Nadie cae en cesación de pagos por vencimientos de 3 puntos del PIB", repiten cada vez que se juntan con financistas.

En las últimas horas, el propio candidato a Presidente salió en público a decir que "mi objetivo es pagar" cada vencimiento de la deuda. Pero que eso se haría "sin mantener a la economía hundida en la recesión, como hace Macri". Es decir, que la clave pasará por una renegociación de los plazos con el FMI y, también lo asumió AF, con los acreedores privados.

Seguramente, la cuestión se abordará esta misma semana cuando Fernández se encuentre con Ignacio Werner, representante para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario.

Debate en la mesa chica

El plan que discretamente se diseña en esa "mesa chica" consta de cuatro grandes capítulos: deuda pública; política de ingresos e inflación; política fiscal; y energía.

Lo primero que debe quedar claro es que el grupo de asesores prevé un esquema gradualista, sin ninguna política de shock.

Lo segundo, y en relación al tipo de cambio, los economistas -ante la pregunta de los ocasionales interlocutores- suelen insistir que todo dependerá del "escenario que nos deje Macri". Que no puede realizarse una estimación a priori de ese nivel sin que antes se conozca el nombre de la fórmula que gane las próximas elecciones.

Aunque el hecho de que Alberto Fernández haya ratificado públicamente sus críticas al "cepo" aplicado durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner da una pista en el sentido de que se piensa evitar medidas drásticas de control del mercado cambiario.

Los bosquejos sobre los que se levantarán las propuestas económicas durante la campaña hacen eje en los siguientes puntos:

- Deuda Pública

Si llega a la Casa Rosada, AF planteará una durísima negociación con el FMI. Ya se está haciendo una evaluación sobre el escenario que dejará la actual administración.

Por fuera de los aspectos técnicos sobre esa eventual renegociación, hay una cuestión de expectativas muy clara en el horizonte de la fórmula de "Los Fernández". Existe la convicción de que el FMI tiene demasiado por perder en caso de rechazar un alargamiento en los vencimientos.

Eso no quiere decir que en la "mesa chica" del candidato esperen una negociación fácil. Piensan que el Fondo planteará sus ya conocidas reformas estructurales a cambio de un aplazamiento de los pagos de los vencimientos (reforma previsional y laboral). Pero, también, que el directorio del organismo estaría dispuesto a flexibilizar su visión con tal de cobrarle a la Argentina los u$s57.000 millones prestados en el último año.

"Nosotros le advertimos a Lagarde que fue un error garrafal prestarle tanto a este Gobierno, dinero que terminó en la fuga de capitales" dice abiertamente Fernández.

La otra pata sobre el tema de la deuda incluye a los acreedores privados. El candidato ya mencionó la posibilidad de un tiempo de "espera" para ellos. Un lapso durante el cual nadie cobraría, a la espera de la recuperación de la economía.

Las calificadoras de riesgo crediticio ya advierten que el "plan Fernández" para la deuda argentina sería considerado un default, tal como puntualizó una nota en iProfesional. El argumento es simple y directo: las calificadoras creen que la modificación de alguna condición en el pago de los títulos en tiempo y forma dispararía el incumplimiento.

- Política de ingresos e inflación

Emmanuel Álvarez Agis mencionó, una semana atrás, que para bajar la inflación la Argentina debería "congelar la distribución del ingreso durante un año". Alberto Fernández aclaró en las últimas horas que no sabe qué significa ese concepto señalado por el economista de su confianza, lo que, en los hechos, terminó como una desautorización a esa idea de su asesor.

A diferencia de ese concepto, que supondría la cristalización del "reparto de la torta" con la foto de hoy en día, con la gravosa pérdida del poder adquisitiva de los asalariados luego de la devaluación de abril de 2018, en la "mesa chica" se evalúa un llamamiento a un gran acuerdo de precios y salarios, que le permita una gradual recomposición del ingreso real.

En este escenario, la meta sería consistente con una disminución gradual de la inflación. De no más de 5 puntos anuales. Para los economistas que asesoran a AF, un objetivo mayor implicaría un ajuste inviable en el actual contexto recesivo.

- Política fiscal

En el plan gradualista que bosquejan cerca de Fernández mencionan que la meta de superávit fiscal (primario) resulta inviable.

El borrador que circula menciona que el objetivo no podría ser otro que apuntar a un déficit primario de 1% del PIB.

El modelo que sobrevuela entre los economistas que trabajan para la fórmula F-F es España. Ese país, al momento de la severa crisis del subprime, y también en acuerdo con los organismos internacionales, también planteó el "déficit 0", pero se tomó nada menos que ocho años para lograrlo. Y siempre y cuando la economía mostrara signo positivo.

Si, en cambio, la actividad se hundía en una recesión (como ahora sucede con la Argentina), la meta de reducción del rojo fiscal debe demorarse. Es decir, los ajustes se realizan sí y sólo sí el ciclo económico es de crecimiento, de manera tal de no abortar una recuperación cuando la economía se contrae.

Sobre este punto, los asesores del candidato miran el caso de Portugal, que planteó una dura negociación con el Fondo, también a propósito de la crisis que azotó a Europa tras las subprimes.

No se toma en cuenta, al menos por ahora, que esa flexibilidad de los organismos y del Banco Central Europeo se decidió como una manera de proteger al resto de Europa. Claramente, el caso de la crisis argentina luce bien diferente, un país mucho más aislado que cualquier Estado enclavado en el Viejo Continente bajo una unión monetaria.

Vaca Muerta no se mancha

El de la energía es el punto que -al menos a grandes rasgos- une a Mauricio Macri y a Alberto Fernández. Por lo pronto, el candidato peronista mostró cierta cautela con el tema tarifario: esbozó su intención de que no haya nuevas subas -no aclaró por cuánto tiempo- pero dejó en claro que no habría rebajas. 

Y en cuanto a las políticas de largo plazo, Vaca Muerta y su potencial es valorado por ambos candidatos para afrontar lo que viene.

En los primeros borradores analizados por los asesores K se puntualiza que la clave pasará una buena aplicación de los incentivos fiscales, para que acerquen las inversiones de las petroleras internacionales.

En las próximas semanas, el espacio del kirchnerismo saldrá públicamente a plantear sus proyectos para el caso que Los Fernández ganen las elecciones. Habrá, en ese sentido, un contrapunto con lo que en las últimas horas expuso el equipo económico comandado por Nicolás Dujovne en Wall Street, y que llevará también a la cumbre del G20 en Japón.