iProfesionaliProfesional

Grandes empresarios, tras salto del dólar y cepo: aún dialogan con Macri pero ya tiran líneas con Alberto F.

Tras superar el estado de shock, cámaras empresarias se ponen en movimiento. Mantienen buena relación con el Gobierno pero se preparan para la transición
06/09/2019 - 06:13hs
Grandes empresarios, tras salto del dólar y cepo: aún dialogan con Macri pero ya tiran líneas con Alberto F.

Cuando se apagó la cámara de televisión, y el empresario estuvo seguro de que ningún extraño lo estaba escuchando, afirmó: "Estamos viviendo el peor mes desde el estallido de la convertibilidad. Está todo muy difícil. Manda la incertidumbre".

El ejecutivo, que es uno de los líderes de la industria, pronunció esta frase en un aparte de la reunión que juntó a los empresarios por el Día de la Industria.

Los industriales no son los únicos "decepcionados" con Mauricio Macri, en palabras del dirigente fabril José Urtubey. La amargura y el malestar se extiende al resto de las ramas de la economía. Las quejas y los lamentos están a flor de piel en cada encuentro de las cámaras empresarias.

Los integrantes del "círculo rojo" -en gran medida soportes de la administración Macri- no esconden su preocupación por lo que pueda venir en la Argentina tras las elecciones de octubre.

Tendiendo puentes

La mayoría de las cámaras, donde se agrupan las principales compañías líderes de cada sector económico, ya le han pedido audiencia a Alberto Fernández.

La devaluación post PASO y la imposición de las restricciones cambiarias modificó -otra vez- el panorama de los ejecutivos.

Las dudas no sólo refieren a lo que puede suceder durante un eventual mandato de Alberto F. La atención todavía está puesta en la transición hasta el próximo 10 de diciembre, cuando aún no se ha definido al Presidente electo. Demasiado tiempo para esta Argentina que se dirime día tras día.

Los ejecutivos de algunas de las principales multinacionales deben escribir, antes de cerrar la computadora y retornar al hogar, un reporte a sus jefes globales sobre lo ocurrido en el mercado cambiario local. Y también un somero reporte sobre el escenario político, con las principales novedades de cada jornada.

Sucede en grandes multis industriales y en privatizadas. También, en grandes cadenas comerciales con casas matrices en el exterior.

El común denominador refiere al eventual traspaso de mando. De cercana posibilidad de que Alberto Fernández llegue a la Casa Rosada en compañía de Cristina Fernández de Kirchner. Ni más ni menos.

Luego de superar un inicial estado de shock, tras conocerse el sorpresivo resultado de las PASO, varias cámaras empresarias se pusieron en movimiento. Algunas de esas movidas fueron las esperadas: un rápido pedido de audiencia al candidato más votado. Por ahora, Alberto F. viene postergando los encuentros multitudinarios con las ligas empresarias.

Salvo en los casos de fondos de inversión que vienen a verlo especialmente desde el extranjero para saber de primera mano los planes con la deuda pública, Fernández se focalizó, más bien, en algunas reuniones puntuales, como la que mantuvo días pasados con el dueño de Mercado Libre, Marcos Galperin, que hasta algunas horas antes de las Primarias militó el voto a favor de Mauricio Macri.

Por cierto: la visita de Galperín a Alberto F. provocó enojos en la Casa Rosada y en otros despachos oficiales.

A sabiendas de eso, en varias empresas líderes prefieren moverse con bajísimo perfil y, justamente, canalizar cualquier contacto con Fernández a través de las cámaras. Al menos hasta que el candidato, como la gran mayoría espera, sea ungido como presidente electo.

Afinando el lápiz: se vienen alzas de precios

La mayoría de las compañías líderes preserva la buena relación con el gabinete de Macri, ya que todavía quedan medidas por definir en las próximas semanas. Algunas de las cuales tendrán impacto directo en sus balances.

En concreto, algunos de los principales fabricantes ya les adelantaron a los funcionarios oficiales que, tras la devaluación, les resulta imperioso remarcar los precios de los productos listados en "Precios Esenciales".

Esos precios habían sido pactados a finales de abril, con un dólar en torno a los $45/$46. Ahora, advierten que los costos no les dan para sostener esos mismos valores de venta con una cotización más cerca de los 60 pesos.

El acuerdo inicial marcaba que si el tipo de cambio saltaba por encima de los $51, funcionarios y empresarios debían sentarse a la mesa de renegociación.

Los ejecutivos ya elevaron los reclamos, y aceptaron una postergación de esa discusión. "No queremos aparecer como insensibles ante la complicada situación económica y social, pero nuestros costos no aguantan sin hacer modificaciones en los precios", resumió un alto directivo de una alimenticia ante la consulta de iProfesional.

El Gobierno, por lo pronto, ya les comunicó a varias empresas que piensa en renovar la lista de productos del programa de "Precios Cuidados", que vence a inicios del mes que viene. La cuestión en este esquema refiere al aumento que tendrán esas listas.

Se trata de un esquema distinto al de los "Precios Esenciales", en el cual el compromiso pasaba por mantener congelados los valores por lo menos hasta fin de año, algo que ahora se puso en duda.

"Los precios congelados formaba parte de un 'acuerdo de caballeros' que se cayó cuando ocurrió la última devaluación, tras las Primarias", resumió un ejecutivo a iProfesional.

¿Congelamiento?: el miedo de los empresarios

La preocupación de fondo de las empresas no pasa tanto por el quebranto que pueda dejarles el congelamiento de algunos productos. O una negociación con el Gobierno donde los ajustes en las góndolas se queden cortos respecto de la inflación.La inquietud refiere, más bien, a lo que pueda pasar después del 10 de diciembre, en caso de que Fernández gane las elecciones.

La idea con la que se manejan en las empresas incluye la posibilidad de que Alberto F. pueda ir hacia un congelamiento de precios. O hacia un acuerdo "forzado" de precios y salarios. Bajo la óptica empresaria, ese escenario empeoraría el esquema actual que, si bien manda la crisis, las decisiones se toman en los respectivos directorios y no pasan por ningún filtro oficial.

Está claro que en la economía de hoy no hay demasiado espacio para remarcaciones preventivas. Pero sí podría suceder que, a medida que se acerque la fecha de las elecciones, las compañías reduzcan al mínimo su exposición al riesgo. Y que ello incluya el pedido de medidas al (eventual) gobierno saliente.

Uno de los sectores que viene reclamando la atención es de que engloba a los distribuidores de alimentos. se trata de empresas que trasladan mercadería desde las fábricas hasta los almacenes y autoservicios. Y que, tras la eliminación del IVA a un grupo de productos, sufren una abrupta caída de la demanda.

La cuestión es así: los clientes de esos distribuidores -lo dicho: autoservicios chinos y almacenes- están yendo a abastecerse directamente a las cadenas mayoristas, en las cuales no les cobran el IVA cuando compran productos de la canasta básica a la que les sacaron el IVA.

Ese agujero en la norma -un efecto no deseado porque la rebaja del IVA debería beneficiar únicamente al consumidor final- está provocando angustia entre los distribuidores. Por ahora, el reclamo no tuvo éxito. Y la problemática es seguida de cerca por el resto de las compañías del sector: nadie quiere llegar al 10 de diciembre con baches sin resolverse.

La preocupación por la transición incluye a la poderosa Unión Industrial. Los socios fabriles mantienen su habitual cumbre de los días martes, que se han vuelto más populosas desde que se llevaron a cabo las PASO.

Los industriales atraviesan uno de los peores momentos de los últimos años, en una crisis que abarca a los principales rubros.

El presidente de la UIA, Miguel Acevedo, ya deslizó esa inquietud extrema, a la espera de un mensaje del poder político. El temor entre el empresariado radica en un deterioro aun mayor de la situación económica y social. Acevedo ya dejó en claro la incertidumbre para los próximos tres meses y medio, hasta que asuma la próxima administración.

La agenda de las grandes compañías ya es por demás conocida: reducir la carga impositiva, la sanción de una reforma laboral, contener la inflación, mantener la estabilidad cambiaria y reactivar el consumo. Son los cinco principales reclamos que figuran en la agenda de los empresarios de cara al próximo gobierno.

No obstante ello, al día de hoy, los ejecutivos tienen dudas y temores que obligan a pensar en lo urgente. Y si de eso se trata, la cuestión central pasa por saber si -en caso de que efectivamente triunfe Alberto F.- eso supondrán medidas restrictivas en el mercado cambiario.

No solamente en lo referido a la capacidad para dolarizarse, es decir, a la cantidad de divisas que podría comprarse en el mercado. También, a la libertad de girar dividendos a las casas matrices en el exterior. Todas limitaciones que existieron durante la anterior administración kirchnerista y que fueron desmanteladas con la llegada de Macri al poder.

Un escenario que, más allá de lo estrictamente ideológico, tendrá que ver con el stock de reservas que el actual Gobierno deje en el Banco Central.

Las dudas están al tope de la agenda entre los empresarios. Imaginarias o no, lo cierto es que la historia reciente -y no tanto- de la Argentina obliga a los ejecutivos a pensar más en esas defensas antes que en futuras medidas y expansiones.