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Telcos, tango y después: las restricciones al dólar impactarán en las inversiones del 2020

Las operadoras de telecomunicaciones deben definir cómo seguir con los planes de inversión anunciados o definir otros, nuevos. Las perspectivas del sector
25/10/2019 - 06:26hs
Telcos, tango y después: las restricciones al dólar impactarán en las inversiones del 2020

Pasaron cuatro años y la apuesta por un incremento agresivo de las inversiones en telecomunicaciones como factor de impulso al PBI no llegó a concretarse. Y como la Argentina no logra salir de la nostalgia tanguera hay que decir que, al menos en el corto plazo, no hay previsiones de que esto se dé vuelta, sino todo lo contrario: para 2020 los desembolsos para infraestructura de red apenas se orientarán al mantenimiento de lo existente antes que a nuevos despliegues.

Se trata, en cifras, de un 10% de lo que facturan las compañías del sector. Monto que en países sin el sello de la incertidumbre que posee la Argentina logra trepar hasta un 15%. Inversión que, además, deben realizar de manera obligada porque, de lo contrario, el sector se cae. Sucede que, más allá de la crisis, los usuarios continúan consumiendo datos y las redes deben responder, al menos mínimamente, a esa demanda.

Se trata de aportes que sí o sí están dolarizados. El equipamiento de las nuevas redes o, inclusive, de aquellas que se deben mantener se pagan en billete verde. Las restricciones cambiarias afectan la dinámica propia de este sector. Y si se toman más medidas vinculadas con el movimiento de divisas las inversiones se enfrentarán a más obstáculos.

"La Argentina no es hoy un destino de inversiones extranjeras. Y los locales tampoco harán nada hasta que pase el temporal. Hay un escenario de total incertidumbre global, regional y local. Y la macro, la micro y en la mesoeconomía (el juego de los mercados y las actividades económicas) van de mala a peor donde, a su vez, al sector le faltan algunas definiciones", dijo a iProfesional Alejandro Prince, director de Prince Consulting.

El mercado de las telecomunicaciones movió más de $264.000 millones en 2018, una cifra que superó los casi $195.000 millones de 2017 pero por debajo de la inflación. Es decir, que en pesos crece menos que ese indicador y que, si esa cifra se traduce a dólares, la retracción es mucho mayor.

Los $264.000 millones del año pasado eran equivalentes a unos u$s6.700 millones con un dólar a u$s39. Suponiendo que al cierre de 2019 se quiebre la barrera de los $300.000 millones y, de repetir un comportamiento similar al del año anterior se acerque a los $350.000 millones, esa facturación no lograría llegar a los u$s6.000 millones al tomar como referencia un dólar por encima de los $60 como el que se exhibe en estos días.

"El punto es que las empresas de telecomunicaciones no se pueden medir en el corto plazo. Destinar el 10% de la facturación a mantenimiento es lo mínimo que pueden hacer, y vendrá de los tres operadores móviles y los proveedores de internet más grandes", agregó el especialista.

Las empresas anticipan, de alguna manera, esta situación. Telecom, que en 2018 anunció un plan de inversiones por u$s5.000 millones para el período 2018-2020, dijo el año pasado que se extendería un año más producto de la devaluación y el impacto que esa situación genera en el bolsillo de los argentinos, pagadores de los servicios.

En septiembre pasado, Carlos Moltini, CEO de la compañía hasta el próximo 31 de diciembre, reiteró que el plan de inversiones por u$s5.000 millones se mantiene, aunque aclaró que sería en plazos más largos. Esta vez ni siquiera arriesgó ponerle una fecha. Seguramente su sucesor al frente de la compañía a partir del primer minuto del 2020, Roberto Nóbile, sea quien deba lidiar con el nuevo país que se abra a partir del 10 de diciembre.

Si la Argentina destila incertidumbre, la industria de las telecomunicaciones no se mantendrá ajena a esta situación. Si continúa el gobierno actual algunas cosas podrían continuarse y, otras, no terminan de quedar claras. Si asume el Frente de Todos la falta de precisiones es mayor.

Movistar definió desembolsos por $43.000 millones para el período 2017-2019. Es decir, por estos días se analizan los números a ejecutar a partir de 2020. Hasta 2013 la compañía acostumbraba a anunciar sus inversiones sobre el cierre del año. Luego, esa fecha casi tradicional se corrió hasta febrero. Es posible que se mantenga este comportamiento.  

"El plan de inversiones para la Argentina va a seguir pero se desconoce el monto. Se trata de una industria de capital intensivo y las inversiones seguirán concentradas en los despliegues de fibra óptica y de 4G", dijo a iProfesional, Pablo Armagni, director de comunicación e imagen de Movistar Argentina.

Tal como también sostienen otras operadoras, el contexto será un factor determinante para definir los nuevos desembolsos. "Si se analiza lo que dicen los candidatos de la oposición donde se habla de emergencia, de incrementar el consumo, de ponerle plata en el bolsillo a la gente, habrá que ver cómo impactarán estas medidas. Pero aún no se puede anticipar nada porque lo que domina es la incertidumbre", agregó.

Una mirada optimista

Hay quienes, aún pese a la Argentina, son optimistas. Desde la GSMA, la asociación que nuclea a las principales operadoras de telecomunicaciones del mundo, aseguraron que la industria de las telecomunicaciones mantiene intactas sus posibilidades de ser aliada estratégica de la recuperación económica del país.

"El aporte económico total del sector móvil en el país podrá alcanzar los u$s26.000 millones para el año 2020, equivalente al 4,6% del PBI nacional. Esta cifra se compone del impacto directo generado por los operadores móviles, el efecto indirecto sobre la economía más amplia y el incremento de la productividad de las empresas y los empleados como resultado del uso de este tipo de servicios", expresó Lucas Gallitto, director de políticas públicas para América latina de la GSMA.

En un documento que el organismo distribuyó para dar a conocer sus sugerencias para impulsar la economía digital en la Argentina, se advirtió que "la Argentina está a la zaga de los principales mercado de la región, como Brasil, Colombia y México, que han estado actualizando sus leyes de telecomunicaciones para crear una regulación capaz de impulsar la inversión y promover la innovación".

Gallitto sostuvo que si la Argentina no revierte ese retraso "serán los otros países de la región los que capturen las inversiones y beneficios de la economía digital".

Si a la falta de definiciones se suma la coyuntura, el panorama a futuro es pesimista.

"No sabemos cuál es el plan luego del 10 de diciembre. Porque el cepo hizo sangrar las reservas y tal vez haya que hacer más ajustes en los controles. Y las importaciones se verán afectadas porque si hay más restricciones teniendo en cuenta que las reservas son finitas habrá impacto", explicó a iProfesional, Gustavo Neffa, director de Research for Traders.

Para el analista, los pasos que se den a partir de los resultados del 27 de octubre en materia económica se podrá comenzar a tener un panorama sobre lo que podrían hacer las empresas.

Lo cierto es que las operadoras de telecomunicaciones generaron menores ingresos en dólares a lo largo de este año y así finalizarán sus balances.

Telecom es la única compañía que opera en Bolsa. Un informe de Research for Traders de principios de octubre recomendó a los inversores mantener esos títulos. Se interpreta que no reflejan el valor real de la compañia y que tendrán un recuperación a futuro.

No obstante, la firma señaló que "en función del balance del segundo trimestre proyectamos que Telecom Argentina finalizará el año con una caída de 24% en sus ingresos en dólares, impactados por la devaluación del año pasado y la que hemos presenciado luego de las PASO".

Esta foto que muestra Telecom -y que se hace visible porque, como se dijo, es la única empresa del sector que cotiza en la Bolsa- puede aplicar a Telefónica y a Claro, e inclusive a compañías más pequeñas.

La actualización tarifaria que se ha registrado en algunos servicios no alcanza a compensar ni la devaluación ni la inflación. Y de ahí las dificultades también para poder hacer frente a las inversiones, más allá de la coincidencia generalizada de que los desembolsos para los mantenimientos mínimos sí o sí deben realizarse.

"La inversión en infraestructura está retraída y supeditada a una mayor estabilidad. Ni siquiera con las elecciones se va a dar un marco de mayor certidumbre. Si bien se hizo mucho en infraestructura luego de años de no hacerse nada, ahora la situación es otra", agregó una analista financiera en off the record.

Tal como lo manifiestan las mismas operadoras de telecomunicaciones el factor que se necesita para poder revertir la situación de incertidumbre es estabilidad. Las actuales variables no permiten vislumbrar nada porque todos los escenarios están abiertos.

Invertir en equipamiento de telecomunicaciones implica hacer desembolsos en dólares, y todo indica que las restricciones para acceder a esa moneda se profundizarán en los próximos días más allá de quién asuma en diciembre próximo.

El sector con chancse de dinamizar más rápida y fuertemente a la economía tiene, en definitiva, las mismas dificultades que el resto. Tomar decisiones políticas que permitan despejar la incertidumbre en lo económico son el único camino para que se vuelva a la senda de la inversión. Si es que se quiere dejar la amargura del tango.