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El Central le pone un "piso" a los plazos fijos, en un intento de impedir que los pesos vayan al dólar

La aceleración de las cotizaciones en el mercado paralelo trajeron preocupación al Central. También habrá novedades en las operaciones de cauciones
17/04/2020 - 02:04hs
El Central le pone un "piso" a los plazos fijos, en un intento de impedir que los pesos vayan al dólar

Tal lo adelantado por iProfesional, el directorio del Banco Central tomó dos medidas para intentar hacerle frente a la disparada del "dólar Bolsa" y del "contado con liqui", que en las últimas jornadas se establecieron por arriba de los 100 pesos.

La primera medida fue ponerle un piso a la tasa de interés que los bancos les ofrecen a los ahorristas minoristas. La norma que ayer jueves aprobó el Directorio establece que el rendimiento nunca puede quedar por debajo del equivalente al 70% de lo que ofrecen las Leliq.

Como hoy esas Letras que remuneran a las entidades financieras rinden un 38% anual, los plazos fijos minoristas -por debajo de un millón de pesos- no podrán ofrecer menos que 26,6% anual.

Este nuevo "piso" implica una mejora de ocho puntos respecto del promedio que rige ahora. De acuerdo al relevamiento del BCRA entre los bancos, la tasa de interés por un plazo fijo minorista a menos de 59 días de plazo ronda el 18,5% anual.

La medida oficial mejora sustancialmente el rendimiento actual, pero tampoco alcanza para hablar de un rendimiento positivo en términos reales. La inflación interanual ronda el 50% en la actualidad.

De todas formas, y con respecto a los plazos fijos, el BCRA viene recomendando a los ahorristas la colocación en depósitos indexados por UVA. Los bancos ofrecen 1% más la inflación, lo que le permite al ahorrista a mantener su inversión en términos reales. Incluso, el Banco Nación ofrece algo mejor: 1,5% más UVA.

No es la primera vez que el Banco Central avanza con la regulación de las tasas pasivas. En 2014, el entonces titular del BCRA, Alejandro Vanoli, hoy a cargo de la ANSES, también había puesto la obligación de una tasa mínima. En ese momento, la tasa mínima debía tener un piso por el equivalente al 87% de las Lebac.

E incluso -en aquella época-, la ANSES dejaba de renovar sus plazos fijos, con la clara intención de presionar a los bancos privados para que aumentasen las tasas pasivas.

Esta regulación aparece en momentos en que el Central se encuentra en pleno desarme del stock de Leliq. En el último mes, la autoridad monetaria emitió más de $300.000 millones que transfirió a los bancos por ese desarme, con el objetivo de que las entidades les presten ese dinero a las pymes.

Por ahora, esos préstamos vienen creciendo a cuentagotas por la negativa de los bancos a correr riesgo en prestarle a empresas comprometidas por la crisis del Covid-19.

La otra medida avalada por el Directorio del BCRA intenta poner un límite a lo que los funcionarios denominan como una "ola especulativa" de los inversores para dolarizarse, en medio del desplome de las tasas de interés, y que fue clave en la reacción de los denominados "dólares alternativos", cuyas cotizaciones ya se ubican por arriba de los 100 pesos.

Se trata de una intervención directa en el mercado bursátil, con el objetivo de limitar operaciones consideradas especulativas de los bancos, que aprovechan la mayor liquidez para operar en el mercado.

Como ya contó iProfesional, en los pasillos del Palacio de Hacienda y del BCRA existe preocupación por ese salto. La medida concreta refiere que, a partir de ahora, los bancos no podrán hacer cauciones. Y tampoco podrán prestarles a las cerealeras para que éstas hagan cauciones.

De esta manera, la autoridad monetaria le podrá límites a lo que en las últimas jornadas funcionó como un verdadero "rulo" para dolarizar inversiones con un costo (riesgo) muy bajo.

Por el desplome de las tasas de interés, las tasas de las cauciones habían caído al 2% anual. Bancos y cerealeras, entre otros grandes operadores, habían visto en esa operatoria la posibilidad de fondearse para comprar dólares ya sea en el MEP (Dólar Bolsa) como en el "Contado con liqui" (dólar fuga).

La mayor demanda de divisas provocó una súbita alza en las cotizaciones. En pocas jornadas, los precios del dólar MEP y del dólar CCL pasaron de $90 a $114. Una fenomenal alza del 27% en tres días hábiles.

Por más que los funcionarios lo nieguen en público, y apelen a la definición de "operaciones especulativas" (que sí lo son), lo cierto es que esta semana hubo preocupación en el equipo económico por este movimiento en el dólar. Una suba tan rápida no hace más que distorsionar el mercado y empeorar las expectativas sobre la inflación.

Si bien la historia reciente de la Argentina demostró que los precios de la economía se referencian en el dólar "oficial" (hoy en $65,50 en el mayorista), también hay evidencia que un aumento considerable de la "brecha" presiona sobre ese tipo de cambio y activan las expectativas de una (pronta) devaluación. Un escenario que el Gobierno desecha en plena pandemia y caída de la actividad económica por culpa del coronavirus.

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