El grupo de Pymes que se organizó vía WhatsApp como desprendimiento del clan empresario Nuestra Voz, justamente, para poner sobre la mesa la situación de uno de los sectores más golpeados por el aislamiento social preventivo y obligatorio, ya tuvo la baja de uno de sus referentes más fuertes, Gonzalo Tanoira, vicepresidente del directorio de la cítrica San Miguel. Desde entonces, el pelotón de Pymes en cuestión busca un nuevo liderazgo. Y no lo encuentra.

Tal vez el comportamiento de este nuevo grupo, identificado como Impacto Económico CV, sea un reflejo de la falta de escucha que existe en distintos ámbitos de la vida política, económica y social de la Argentina.

Tanoira decidió alejarse debido, en primer lugar, a la exposición en la que se encontró por tratar de colaborar y las explicaciones que debió dar en los directorios a los que pertenece porque aparecía su nombre entre los más visibles, sin pretenderlo.

Otra de las razones por las que también se alejó responde a ciertas posturas extremas que se habían expresado en el grupo, como verse en la situación de dejar de pagar los salarios a sus trabajadores, además de no realizar las contribuciones patronales como medida de protesta ante la cuarentena.

Impacto Económico CV surgió como una rama de Nuestra Voz, el grupo de empresarios de la nueva generación, que se armó el año pasado luego de un paro de pilotos de Aerolíneas Argentinas, y que lanzó una estrategia de comunicación vía redes sociales bajo el hashtag #yonoparo. Entre sus integrantes se encuentran Marcos Galperín, de Mercado Libre; Martín Migoya, de Globant; Sergio Kaufman, de Accenture; Gustavo Grobocopate, de Los Grobo; y Gabriel Martino, ex HSBC; entre otros empresarios de alto perfil.

La propuesta inicial se había elevado el 1° de abril pasado, cuando los empresarios elaboraron el documento "Propuesta para ayudar a reducir el impacto del Covid-19 en los argentinos", en el que se detallaban 13 puntos. Se abordaban tanto los temas de testeos y apps, como las reglas de distanciamiento social, aislamiento sólo para mayores de 60 años, y distintas medidas financieras e impositivas.

Pero la salida de Tanoira no fue la única. Detrás de él se dieron de baja otros 60 integrantes, aproximadamente. Eso significó que de unos 250 miembros que participaban al principio, hoy no se llegue a 200. Y esa merma hoy los encuentra valorando el trabajo del ejecutivo de San Miguel, pero sin poder encontrar un nuevo líder.

"Hasta acá llegué"

"Estimados, yo hasta acá llegue. Mis empresas están operando normalmente, porque están dentro de la industria de la alimentación y las exportaciones. Y entiendo que eso me hace no sentir en carne propia el enorme quilombo que tienen entre manos las compañías que hoy están paradas", empezó diciendo Tanoira en el grupo de las Pymes.

Y siguió: "Hice este grupo como un grupo de debate constructivo, no como un grupo de choque para salir a dar la revolución de las Pymes. Tengo dos directorios con quienes me tuve que disculpar porque salió el nombre de las compañías en varios artículos, como que yo estaba liderando un enorme grupo de empresarios, cosa que no era verdad. Solo armé el chat y edité el documento que ustedes armaron. Creo que para que ustedes puedan seguir operando en tono un poco más agresivo lo más lógico es que yo me baje. Ya encontrarán un modelo que les sirva y que represente mejor a las Pymes que hoy no pueden funcionar", agregó.

Siempre de manera muy correcta, Tanoira agradeció el compromiso de ese primer documento porque, según él, "despertó a miles de argentinos a que se preguntaran si la cuarentena estaba bien o no y cuál era el costo". Y se mostró a favor de continuar el debate en otros espacios, aunque siempre con mirada constructiva.

El documento inicial, además de los puntos mencionados anteriormente, también aludía a otros de alta complejidad, como la reducción del gasto público y el funcionamiento remoto del Poder Judicial.

Después de ese portazo virtual, alguien en el grupo propuso reflexionar sobre lo sucedido justo en plena Semana Santa y en la previa a que el presidente Alberto Fernández extendiera la obligatoriedad de la cuarentena hasta el 26 de abril próximo.

Todavía no se sabía, en ese momento, que el jefe de Estado comenzaría a flexibilizar el aislamiento obligatorio a partir del lunes 20 de abril en una modalidad "administrada"; es decir, no general, sino teniendo en cuenta el estado sanitario de provincias y/o regiones.

Desde entonces, Impacto Económico CV propuso desde continuar el "legado" dejado por Tanoira hasta encarar un "liderazgo distribuido por grupos" y coordinados "en un petit comité". Acá aparecieron nuevas ideas, que van desde instaurar el voto electrónico y un respaldo de firma electrónica en blockchain hasta "aflojar un poco" y "pensar y reflexionar".

¿Qué había corrido en el medio, siempre vía WhatsApp? Declaraciones de todo tipo, como la de aquellos que no pueden pagar salarios en este contexto, tal el caso de un empresario textil que aseguró: "Tenemos más de 50 años de trayectoria pagando siempre hasta el último centavo y hoy estamos cerrados sin poder pagar nada, y cuando digo nada es ni sueldos a los empleados ¿Cómo le explico que no puedo seguir? ¿Y que el gobierno no nos escucha y parece que se ríe de nosotros? Empieza por darle subsidios a los que no trabajan en lugar de ayudar a quienes damos trabajo", en directa alusión al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que se implementó en las últimas semanas.

¿Propuesta o catarsis?

Luego vino el clásico argentino: hacer leña del árbol caído o, en este caso, retirado. "No me parece positivo o productivo que el formador e ideólogo del grupo se haya bajado. Menos, sin dar posibilidades al debate que siempre enriquece", dijo otro integrante de Impacto Económico CV.

Las expresiones de los empresarios son extensas, hecho que deja traslucir posturas políticas que en otros contextos tal vez no se expresarían, o hacen propicia la manifestación de deseos, tal como ocurrió en este mismo caso.

"Quisiera ver una reacción de toda la clase empresaria contra un sistema que nos está atormentando hace décadas. Debemos dejar de ser los corderos que siempre vamos al matadero. Me encantaría que nos organicemos y que busquemos resultados juntos", comenzó.

Y agregó: "Sé que muchas, muchísimas, empresas pensamos en ese sentido. Ojalá algún día todos podamos alinearnos, ojalá podamos encontrar un líder que no sea un político sino que sea uno más de nosotros para que re encauce el empresariado dentro de la sociedad y que dejen de vernos como el lobo al que hay que matar". Estas declaraciones parecen haber dejado perplejos a varios de los integrantes que decidieron quedarse en el grupo.

Es que se fue Tanoira y nadie asume un rol de ningún tipo. La participación se limita a compartir notas del New York Times, de los diarios europeos, como si la problemática de los países desarrollados fuera la misma que la de la Argentina. O como si los empresarios de la Argentina tuvieran un comportamiento similar al de los países desarrollados.

Expresiones y declaraciones que no se traducen en ninguna acción concreta hasta ahora. Como si quedara en evidencia la falta de liderazgo que existe en todos los órdenes de la vida política, económica y social en sentido amplio. Y que también implica al variopinto universo de las Pymes argentinas.

Un integrante interrumpió una sucesión de mensajes desconectados para asegurar que tenía información real y que aseguraba que alguien del entorno gubernamental le había deslizado claramente "que el Estado va a ayudar al empresariado, pero recién lo hará cuando las empresas estemos secas".

Y siguió: "La pregunta es: ¿cuándo el Estado entenderá que las empresas "quedamos secas"? ¿qué debe ocurrir para que eso ocurra y salga a sostener el aparato productivo? Como sea, no sé qué hará cada uno de uds. como empresarios, pero creo que cuantos más seamos los que paguemos nuestras obligaciones, más tardará en llegar la ayuda", tal como se vio en el chat el último miércoles.

En el medio de estas conversaciones virtuales, quedó flotando el mensaje de uno de esos empresarios Pyme que se mantiene en el grupo y que, tras rescatar el rol que había cumplido el directivo de San Miguel, le preguntó a sus pares: "¿Ahora, seguimos trabajando? ¿Como seguimos? ¿Más agresivos, como propone Pablo? ¿Muy correctos, como se venía haciendo? ¿Más combativos? Eso sí, siempre tendremos que actuar haciendo aportes. Es un buen momento para que se sumen aquellos que no lo han podido hacer, ya que el grupo estaba a tope. ¿Avanzamos?"

Cri-cri, podría ser la respuesta. Hasta el final de la redacción de esta nota, el grupo no había sido capaz de ponerse de acuerdo en generar "ACCIONES", en mayúscula, como alguien consideró. Continuaba siendo un espacio de catarsis y de expresión de posturas extremas más que de una actitud constructiva.