Desde hace varias semanas, los 25.000 trabajadores de las cadenas de comidas rápidas están sosteniendo una batalla con empresas como McDonald's, Burger King y Starbucks.

Sucede que estas firmas multinacionales habían reducido entre un 30 y un 50% los salarios correspondes a marzo a sus empleados, el mes en que se puso en marcha la cuarentena obligatoria. 

Luis Ramón Hlebowicz, secretario general de la Federación de Trabajadores Pasteleros, Servicios Rápidos, Confiteros, Heladeros, Pizzeros y Alfajoreros denunciaron esta acción ante el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.

Luego de varias reuniones que se ejecutaron a través de Internet, se llegó a un reciente acuerdo. Entre las resoluciones, a favor de los empleados se acordó que "el mes de marzo las cadenas de comidas rápidas pagarán el 100% de lo que corresponde".

Sin embargo, en abril acordaron pagar el 70% del salario bruto surgido de un promedio de los últimos seis meses, aunque esa reducción se reflejará en los bolsillos en un porcentaje menor al 30%.

A favor de los trabajadores fue la postura de la casa matriz de las diversas empresas internacionales, que vieron dañada su imagen, y más teniendo en cuenta que tienen como público al mismo segmento de jóvenes que tienen como empleados, y que fue al que perjudicaron. Las empresas que llegaron a este acuerdo fueron McDonald’s, Burger King, KFC, Wendy, Burguer 54, Mostaza y Starbucks, entre otras.

"Las empresas del sector de comida rápidas, emparedados y afines, de manera unilateral, inconsulta y en violación de las normas de emergencia dictadas por el gobierno nacional (art 8 dec, 297/20) han liquidado y abonado los haberes correspondientes al mes de marzo del corriente año con drásticos e inexplicables recortes, sin respetar la integralidad y habitualidad de los citados ingresos, tal como señala el dispositivo legal citado", decía la denuncia.

Por su parte, las empresas habían acordado entre sí pagar menos de la mitad de los salarios de los trabajadores, amparados en un supuesto incumplimiento de presentismo, argumento que choca con el artículo 8 del decreto de necesidad y urgencia que estableció el aislamiento obligatorio.