La marca de indumentaria Complot dio marcha atrás con los despidos de 42 empleadas, que habían sido comunicados el pasado viernes.

Este martes firmaron un acuerdo con el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (Setia) donde se comprometieron a dejar sin efecto las desvinculaciones.La semana pasada la empresa había tomado la decisión de cerrar seis de sus locales propios, ubicados en los principales shoppings, y desvincular a una parte de sus trabajadoras por razones de "fuerza mayor". Se trataba de los locales de los centros comerciales Alto Avellaneda, Alto Palermo, Distrito Arcos, Abasto, Unicenter y Plaza Oeste.

Fuentes cercanas a la firma textil habían explicado a Infobae que no podían cancelar los pagos de los alquileres, que se mantienen vigentes a pesar de que los shoppings están cerrados. "En algunos casos, tuvieron alguna condonación de la parte del alquiler que corresponde a publicidad, que es un 1,5%. Pero es un porcentaje muy bajo. Y en otros casos les ofrecieron hacer pago más adelante, pero no saben si podrán afrontar toda esa suma de una vez cuando se retome la actividad", explicaron.

Además, la empresa tiene otros comercios con su marca, que están ubicados en el interior del país pero que funcionan con el formato de franquicias.

Finalmente, la empresa pudo acceder a la ayuda del Gobierno que, en el marco de la pandemia por el coronavirus, se hizo cargo del pago del 50% de los salarios de las empresas, a través del programa ATP, con un tope de hasta dos salarios mínimos. 

"Las autoridades de la empresa pudieron entender la situación. Todo el sector textil y de indumentaria está muy convulsionado, salvo los pocos que se han podido reconvertir", indicó José Minaberrigaray, secretario general del sindicato.

El acuerdo es solo por las reincorporaciones. En el caso de que la empresa busque consensuar una reducción del salario, se deberá comunicar al Ministerio de Trabajo. Desde el sindicato, destacaron que algunas empresas del sector que no están funcionando ya realizaron acuerdos de reducciones salariales pero que por ahora estuvieron por encima del que fue pactado entre la CGT con el Gobierno, con un tope del 25% de descuento salarial para los trabajadores suspendidos por falta de tareas.