En la Argentina el sistema financiero crece más de la mano de los puntos de extracción extrabancarios y de los medios de pago electrónicos que de otras alternativas tradicionales, aunque las primeras se concentran más en los grandes centros urbanos y los segundos se amplían de manera más horizontal a lo largo del país.

Es parte de lo que reveló el informe de Inclusión Financiera del Banco Central de la República Argentina, de abril de 2020, que tiene como objetivo monitorear el avance de esta situación en un país donde el 80% de los adultos tiene acceso a una cuenta bancaria pero no todos utilizan la totalidad de las herramientas financieras disponibles, amén de que no siempre hay facilidades para incorporar a nuevos segmentos a esta industria. Conjunción que convierte a la Argentina en uno de los países con el sistema financiero más reducido de la región.

Actualmente, hay tantos puntos de extracción extrabancarios como cajeros automáticos, aunque el 65% está concentrado en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Los supermercados acaparan el 21% de esos puntos, seguidos por las estaciones de servicio con un 13% porcentaje idéntico al de los centros de cobro de facturas y servicios. Un poco más atrás, con el 8% se bican los comercios de farmacia y perfumería.

El informe también determinó que en la última década creció un 8% la cantidad de cuentas de depósito en pesos cada 10.000 adultos. Esto se traduce en un promedio de 1,4 cuentas de depósito en pesos por adulto a diciembre de 2019. De ese total, el 64% está asociada a la percepción de algún ingreso periódico, sea un sueldo, una jubilación, una pensión o un programa social.

Otro dato, no menor, es que el 66% de esas cuentas de depósito registraron un saldo promedio mensual en torno a los $3.000, monto que fue considerado en el informe como "muy bajo". Esto mostraría un bajo uso de las cuentas de depósito tanto para realizar transacciones de manera cotidiana como para buscar alternativas de ahorro.

Otros datos dan cuenta de esta situación. Y es que la cantidad de plazos fijos en pesos cada 100 cuentas de depósito se mantiene constante desde hace una década, es decir, no hubo más gente que eligiera esta opción para resguardar parte del dinero que percibe. Esto evidenciaría que la falta de estabilidad macroeconómica impide que haya una confianza hacia ese tipo de alternativas de ahorro porque, simplemente, no terminan cumpliendo ese fin.

A diferencia de esta situación, lo que sí vienen creciendo son los medios de pago electrónicos. "Las compras con tarjeta de débito, crédito y prepagas y transferencias electrónicas registraron incrementos relativos a la población durante los últimos años, a pesar de la ausencia de crecimiento de la actividad económica", detalló el informe. En 2019, por cada 100 extracciones de efectivo por adulto se efectuaron casi el doble de operaciones por medios de pago electrónicos.

El reporte reconoce que estas herramientas facilitan las transacciones de la población y contribuyen a reducir el uso de efectivo, con todo el condimento de informalidad que implica. Y destaca que permite reducir barreras geográficas pues es mucho más fácil enviar y recibir dinero, aspecto que colabora con la simplificacación de transacciones de bienes y servicios, además de brindar una mejor administración de los recursos.

"La obligatoriedad de los comercios de aceptar pagos con tarjetas de débito y la reducción progresiva de las tasas de intercambio para las operaciones con tarjetas de débito y de crédito, sumado a innovaciones regulatorias como los pagos por medio de códigos de respuesta rápida (códigos QR) incluyendo el pago a través de distintos tipos de tarjetas por este medio- son factores que, desde el lado de los vendedores, contribuyen a explicar el crecimiento de los medios de pago electrónico", agregó el informe.

El crecimiento de cantidad de operaciones como de monto operado en términos reales se da aún cuando la actividad económica viene estancada desde al menos hace cinco años. El reporte sostuvo que la expansión de estos medios de pago se explica por la existencia de un marco normativo orientado a ese fin.