iProfesionaliProfesional

Marina Dal Poggetto: "Los patitos se pusieron en fila, los precios relativos están bastante alineados"

Para la influyente economista, el Gobierno cuenta con un margen relativamente alto de poder ordenar la macroeconomía, aunque el ruido político no ayuda
13/09/2020 - 07:51hs
Marina Dal Poggetto: "Los patitos se pusieron en fila, los precios relativos están bastante alineados"
Marina Dal Poggetto, una de las economistas más escuchadas en la City, se graduó en la Universidad de Buenos Aires y master en Políticas Públicas de la Universidad Torcuato Di Tella. Fue Subgerente de Análisis Macroeconómico del Banco Central y jefa de Asesores de la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Economía.
 
Desempeñó tareas en el INDEC. Fue profesora de Cuentas Nacionales, economía y finanzas en la UBA, la UCES y la UTDT y Consultora del BID, de la Comunidad Europea y Unicef. Desde 2006 se dedica a la consultoría económico financiera. Fue directora del Estudio Bein y Asociados. Desde julio de 2017 es Directora Ejecutiva de la consultora EcoGo. 
 
El siguiente es el resumen de su charla con iProfesional sobre el momento que atraviesa la economía argentina. 
 

-Cómo cree que evolucionará el tipo de cambio en los próximos meses? Cuál cree que será la política del Gobierno?

- El Gobierno intenta sostener el crawling peg subiendo el dólar al 2,7% mensual. Esto es consistente con un dólar a fin de año de $ 82, en línea con lo que trascendió incluirían en el proyecto de Ley de Presupuesto 2021. La venta agresiva dólares del BCRA, US$1.250 millones en agosto y más de US$1.000 en la primera mitad de septiembre frente a reservas netas en la zona de US$ 6.300 millones ponen en jaque esta estrategia
 
Es cierto que el dólar oficial es alto, casi 45% por encima del pico de la brecha cambiaria registrado en 2013 y 15% más alto cuando se toma una canasta de monedas (50% dólar, 25% Euro, 25% Real). También que el dólar de contado con liquidación es incluso mayor que el overshooting a la salida de la Convertibilidad. 
 
Pero también es cierto que la enorme masa de pesos de la economía, con una política monetaria que no acomoda las tasas de pesos a las expectativas de devaluación e inflación que se corren y una política que lejos de generar consensos agrega semanalmente nuevos frentes de conflicto, no ayudan. Y con esta brecha cambiaria, los incentivos a vaciar el BCRA escalan y la economía no funciona.
 
Marina dal Poggetto cree que están dadas las condiciones para una estabilización financiera como resultado del canje
Marina dal Poggetto cree que están dadas las condiciones para una estabilización financiera como resultado del canje

-¿Es posible un desdoblamiento cambiario, como se dijo en esta semana?

-Cuando el BCRA vende muchos dólares y tiene pocas reservas las propuestas para tratar de tapar los agujeros escalan. Estas van desde intervenir en la brecha cambiaria, cerrar aún más el cepo y/o directamente desdoblar formalmente el mercado cambiario con un dólar financiero libre. 
 
De momento, parece que van por las dos primeras. Aunque la caída en los precios de los bonos en dólares de los últimos dos días dificulta la compresión de la brecha cambiaria. En este contexto, la reacción del mercado frente a los rumores de desdoblamiento formal complica aún más. 
 
Desdoblar formalmente no soluciona los problemas y frente a la enorme masa de pesos de la economía es ciertamente riesgoso en un contexto donde no hay reservas suficientes para intervenir en un dólar financiero libre.  Y esto sin mencionar el efecto sobre la hoja de balance de las empresas con deuda en dólares que inmediatamente deberían registrarla al dólar más alto, y las posteriores demandas para mejorar el tipo de cambio de exportación liquidando al dólar más alto. 

-¿Cuánto ayudó a la economía argentina el haber resuelto el tema de la deuda?

-Arreglar la deuda era condición necesaria, pero no suficiente. Atrás debía venir un acuerdo con el FMI y avanzar con una contundente señal fiscal que ponga coto al overhang monetario que está presionando sobre la brecha cambiaria y las reservas del BCRA.  Si bien el gobierno avanzó tímidamente en ambas direcciones, le envió la carta al FMI para retomar el programa roto en las PASO y muestra una reducción significativa en el financiamiento monetario en agosto y septiembre ($50.000 millones por mes) respecto al promedio de abril-julio ($290.000 millones por mes), lo cierto es que esto convive con una retórica y movimientos de la política que no sólo no ayudan sino que tiran leña al fuego. 

-¿Cuáles son los pasos a seguir después de reestructurada la deuda?

-Con un mundo con mucha liquidez, con el perfil de vencimientos de la deuda post reestructuración y con la posibilidad cierta de cerrar un acuerdo con el FMI, el margen para estabilizar es alto. Sobre todo, partiendo de una situación donde los precios relativos (dólar, tarifas y salarios) están bastante alineados.
 
Dicho de otra forma, los patitos se pusieron en fila. No se "necesita" que ningún precio suba mucho más que otro y esto es un muy buen punto de partida para pensar en cualquier esquema de estabilización.
 
Los salarios acumulan una caída en la capacidad de compra mayor al 20% desde 2015 con el dólar oficial alto (salarios en dólares bajos), y un atraso tarifario acotado pero que empieza a escalar si se mantiene el congelamiento. Pero además como contracara de la pandemia la puja distributiva se mantuvo "contenida" con paritarias que hasta el reclamo de la policía bonaerense de esta semana no superaban el 30%, con muchos sectores sin paritarias (incluyendo el sector público) y con las jubilaciones ajustando en promedio por debajo de la inflación. 
 
Para Dal Poggetto, las restricciones al dólar se mantendrán mientras dure la debilidad de reservas del Banco Central
Para Dal Poggetto, es riesgoso un desdoblamiento cambiario, por lo que las restricciones al dólar se mantendrían mientras dure la debilidad de reservas del Banco Central

-¿De cuánto estima que será la inflación en 2020 y en 2021? 

-En siete meses la inflación alcanzó al 16,5% y con nuestra proyección de 2,6% para agosto se ubicaría levemente debajo de 20%. Los precios libres corren en agosto arriba del 4% y los precios dolarizados arriba del 10%. En septiembre, esta presión se sostiene mientras el Gobierno intenta controlar todos los precios que suben empezando a desalinear los precios relativos y fundamentalmente las señales a la inversión. Aún considerando que el gobierno logra controlar la brecha cambiaria y mantener el crawling peg, es difícil pensar que la inflación este año cierre por debajo del 37%. 
 
Para 2021 los escenarios se abren. La señal de que el presupuesto iría con un déficit primario de 4,5% no ayuda a anclar la dinámica. El escenario más probable es de una nueva aceleración de la inflación a la zona del 45/ 50 por ciento, aunque esto dependerá de la capacidad para financiar una parte de la brecha de pesos con financiamiento en el mercado local y/o dólares frescos del FMI. Si se desanclan las expectativas el riesgo es corrernos a un escenario de inercia más alta con el dólar y los salarios corriendo más rápido.
 
Nuevamente va a depender del ordenamiento de la política y la capacidad para ayudar a construir una historia que permita descomprimir la tasa de la deuda en dólares.
 

-¿Qué pasará con el nivel de actividad en lo que resta de 2020 y en 2021?

-A medida que la cuarentena se abre la economía rebota. El pico de la contracción lo vimos en abril cuando el EMAE cayó 26% y desde entonces hasta julio la economía rebotó 18%, consistente con una caída interanual del 12%. En agosto, con la vuelta a la fase 1 virtual de la cuarentena, la economía se volvió a estancar y la expectativa es que el rebote vuelva a registrarse en septiembre y octubre, aunque con menor envión. Con esta dinámica el 2020 caería en promedio entre 11 y 12% dejando un arrastre estadístico de 5/6% para el próximo año.
 
La dinámica en 2021 va a estar directamente asociada al levantamiento de las restricciones pero fundamentalmente a la capacidad de la política para evitar una disparada en la inflación que complique el rebote. Con una inflación en la zona de 50%, el crecimiento no va a estar muy por encima del arrastre estadístico.