Devaluación a la vista: esta es la suba del dólar que el FMI pide para cerrar un nuevo acuerdo
El Gobierno se cansó de ratificar que no devaluará el tipo de cambio oficial. Sin embargo, este martes se larga una negociación clave para el país que puede provocar un giro brusco en la política cambiaria: llega una nueva misión del Fondo Monetario Internacional, que pondrá sobre la mesa de negociación la posibilidad de un acomodamiento del precio del dólar en Argentina.
El equipo económico de Martín Guzmán planea extender los plazos de pago de la deuda con el Fondo y ya anticipó una reducción del déficit fiscal para el año que viene. Pero los funcionarios del Fondo ven con preocupación el complejo panorama cambiario de la Argentina: múltiples cotizaciones, brechas insólitas, impuestos, restricciones. La medicina que traen para eso sería un sinceramiento del tipo de cambio oficial.
¿Cuánto subiría el dólar? Fuentes cercanas a la negociaciones aseguran que los acreedores pedirán una suba de entre un 10% y un 15%, según señala la agencia NA.
En números: el mayorista oficial cerró este martes a $79,43 y con una suba del 10% llegaría a $87,38. Si se eleva un 15%, quedaría en $91,35. Las subas se trasladarían en similar medida a la cotización minoristas.
Además, el pedido del FMI es por una única cotización para todos los sectores de la economía y no como existe ahora, con una gran variedad de cotizaciones de la divisa.
Por qué el Gobierno resiste la devaluación
Devaluar el peso no ha sido hasta el momento una opción para la administración de Alberto Fernández y Martín Guzmán, quien suele explicar que "no es necesaria esa corrección cambiaria porque con la actual cotización del dólar no hay ningún sector que esté perdiendo dinero".
De hecho, una devaluación de la moneda nacional de esa magnitud provoca pánico por las consecuencias sociales que se reflejarían, de inmediato, en el alza del costo de vida en medio de una profunda recesión y de una economía castigada por la pandemia de coronavirus.
Para evitar ese remedio amargo es que "se está trabajando en cerrar la brecha con instrumentos financieros y lograr cierta estabilidad lo más duradera posible", dicen sus voceros. Una táctica que le permita durar, estirar, esta coyuntura hasta los meses de marzo-abril de 2021, cuando comenzarán a ingresar los dólares del agro. La cosecha salvadora en el año electoral.
En este marco, la Argentina aspira obtener del FMI un programa de facilidades extendidas para renegociar la deuda de 44.000 millones de dólares, más unos u$s5.000 millones de intereses (u$s49.000 en total).
Durante la visita de la misión del Fondo, Guzmán buscará convencer a los enviados del organismo de que la Argentina va camino de realizar reformas, como la de la movilidad jubilatoria, que le permitirán reducir el déficit fiscal.
Acuerdo con el FMI para calmar al dólar: tema urgente para Argentina
Guzmán busca por estos días lograr un acuerdo rápido con el Fondo Monetario Internacional para "comprar" una especie de seguro que le permita generar confianza en los mercados. Pero, se sabe, tratándose de la Argentina, un pacto con el FMI no alcanza para lograrlo. Y menos después de la traumática experiencia de mediados de 2018, cuando a pesar del histórico préstamo no se detuvo la devaluación.
En el corto plazo, más que los detalles del acuerdo con el Fondo, los agentes económicos seguirán auscultando las reservas del Banco Central. El comienzo de la semana volvió a lucir auspicioso: el BCRA adquirió u$s113 millones en el mercado, la mayor compra diaria de los últimos seis meses.
El dato es relevante: por un lado porque se suman a los (exiguos) u$s66 millones que compró la semana pasada. Resulta clave que el BCRA deje de perder divisas, más allá de la variación por las cotizaciones del oro o del yuan. El hecho de que los agentes económicos perciban que hay vendedores de dólares en el canal oficial puede retroalimentar la idea de que en la Argentina no hace falta una devaluación.
Todavía no queda claro ese punto: la suma de reservas, por ahora, se explica porque hay vendedores pero también porque el BCRA ha mejorado en el cuidado de las divisas. "Están funcionando los filtros para prevenir que no se importe en forma anticipada ni se cancelen deudas antes de tiempo", admiten autoridades del Central.
Desde el equipo económico advierten que esas compras constituyen el primer nivel para seguir pasando de pantalla. Está claro: si el BCRA se queda sin reservas no existe estrategia financiera que evite la devaluación.
En cambio, mientras sume (o deje de perder en el cortísimo plazo), la partida continúa y hay chances de pasar al segundo nivel.
En ese segundo tramo figura, justamente, la estrategia hacia la normalización económica. En la cual, obviamente, resulta clave la vacuna que detenga la expansión del coronavirus.
Estrategias y desafíos para la normalización
Dentro de este segundo nivel se inscriben varias de las jugadas que Economía puso en marcha en las últimas horas:
1. Ordenamiento fiscal de mano del Fondo Monetario
El ministro Guzmán ya les anticipó a los empresarios más poderosos del país que su idea es converger hacia un déficit fiscal por debajo del 4% del PIB, el próximo año. Por debajo al 4,5% estipulado en el Presupuesto anual.
- El objetivo es llegar a un acuerdo con el FMI más rápido que el pensado hace unos meses, cuando no agobiaba la brecha cambiaria. Como se sabe, las conversaciones con el organismo se encararán a partir de esta misma mañana en Buenos Aires.
- Algunas señales ya se dieron, en ese sentido: el secretario de Energía -que depende del ahora empoderado titular de Economía, ya anunció que el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos finalizará el 31 de diciembre. La idea, según presentó el propio ministro en el Congreso, sería mantener los subsidios estables en términos del PIB, lo que desembocaría en un aumento de las tarifas unos puntos por encima de la inflación.
- Los denominados "gastos Covid" también ya comenzaron a moderarse. El más elocuente refiere al IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), cuya cuarta ronda estaba agendada para inicios de octubre y quedó literalmente en suspenso.
Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, ya adelantó que el programa ATP (pago de salarios complementarios en el sector privado a cargo del Estado) terminará a fin de año. "El año 2021 será de recuperación económica", argumentó el ministro sobre esa baja.
De todas formas, hay un hecho: Economía ya anunció un serio recorte al programa ATP, por el cual el Estado pagó parte de los salarios de los trabajadores del sector privado durante la pandemia. Esa ayuda, que hasta el mes pasado incluyó a 1.291.000 trabajadores, para este mes se calcula que alcanzará a no más de 500.000.
2. Menos emisión monetaria, nueva deuda
El desafío también se extiende hacia el escenario netamente financiero, con la colocación de papeles de la deuda en pesos, que ayuden a sacarle la mochila al Banco Central en las próximas semanas.
"Más emisiones de deuda y menos maquinita del Banco Central", es el plan que comenzó hace ya dos semanas y que fue clave para la estabilización. Aun cuando se trate de otorgarles un seguro de cambio a los inversores, en medio de la corrida y la incertidumbre por una próxima devaluación.
3. Reducción de la brecha cambiaria
En un esquema con menor emisión de pesos y con mejora del escenario fiscal, Guzmán cree que el achicamiento de la brecha cambiaria será cuestión de tiempo.
La emisión de bonos por u$s750 millones para darle salida a los fondos de inversión va en este sentido de quitarle presión al mercado cambiario. Aun a costa de contraer un endeudamiento -en dólares- del 15% anual, algo que va en contra de cualquier plan sustentable en el tiempo.
Lo que está claro es que sólo con una gestión sin pausa será capaz de ir completando los bloques para la construcción de ese puente que el Gobierno piensa hasta la próxima cosecha, de marzo 2021.
Para ese momento todavía falta. Y mucho, sobre todo con las urgencias argentinas y cuando la suerte de la economía se juega en el día a día.