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¿Un verano sin crisis por el dólar?: los dos datos clave que entusiasman al Gobierno y mira el mercado

El optimismo se contrapone a las malas expectativas que, hasta hace algunas semanas, dominaban los papers de consultoras, que preveían devaluación abrupta
13/01/2021 - 06:38hs
¿Un verano sin crisis por el dólar?: los dos datos clave que entusiasman al Gobierno y mira el mercado

En el equipo económico no hay lugar para las dudas: "Estamos frente a un punto de inflexión", asegura uno de los funcionarios clave a iProfesional. Remarca que el entusiasmo es justificado. Que las últimas novedades en la economía real y en el plano financiero resultan elocuentes: "Entramos a otra dinámica", define.

El optimismo intenta contrarrestar las malas expectativas que, hasta hace algunas semanas, eran mayoría en el "mercado". Con buena parte de las consultoras previendo una devaluación abrupta, que al menos por ahora el Gobierno logró esquivar.

Hubo dos datos clave que cambiaron el panorama en el equipo: las compras del BCRA del mes pasado -por u$s603 millones-, que dio vuelta la tendencia negativa de los meses precedentes. Y, en paralelo, los últimos registros de la industria y de la construcción.

En las últimas horas, esa dinámica virtuosa se completó con varias novedades en ese mismo sentido:

● El Banco Central arrancó la semana comprando nada menos que u$s190 millones. La mayor adquisición desde mayo. Un volumen que está directamente influenciado por el salto en las liquidaciones, una vez que se superó la crisis gremial que tenía paralizados a los puertos.

Más allá del dato en sí, lo relevante es que "aparecieron" con cierta contundencia las liquidaciones del sector exportador.

Claro que un operador consultado por iProfesional relativiza la "buena noticia". "El año pasado, a esta altura, el BCRA había comprado más de u$s200 millones", dice. Lo destacable ahora, en todo caso, refiere a que el año pasado no estaban sobre la mesa las malas expectativas de los últimos meses, con los productores acopiando en los silobolsas ante la perspectiva de una devaluación. Que "aparezcan¨ las liquidaciones de divisas luce positiva como la contracara de aquel escenario pesimista, donde parecía que la crisis cambiaria era inevitable.

La CNV disminuyó de dos días a un día el "parking" para operar en el mercado alternativo del dólar Bolsa (MEP). Esta disminución -la tercera desde que se endureció el cepo a mediados de septiembre- significa que una vez que se compran los bonos hay que esperar un día hábil y no dos para venderlos. El objetivo es evidente: lograr una baja en la brecha entre el dólar oficial (mayorista) y el MEP/CCL, que por ahora supera el 70% pero que el FMI pretende que disminuya por debajo del 50% antes de cerrar un acuerdo con la Argentina.

● Ya en el plano de la economía real hubo varios registros que se destacaron: la mejora en la industria, en primer lugar, y también en la construcción.

El optimismo se contrapone a las malas expectativas que dominaban los papers de consultoras

El escenario positivo incluye la nítida mejora en el precio de la tonelada de soja, que ya llegó a los u$s520. La incertidumbre, en esta cuestión, refiere a si la sequía -y la esperada rebaja en el nivel de la producción- terminará compensando y el ingreso final será similar a si no hubiese existido semejante alza en el precio.

De todas formas, en el Palacio de Hacienda son auspiciosos. Creen que, aun si así sucediera, lo positivo será que los productores se apurarán por liquidar para aprovechar los buenos precios, lo que redundaría en un beneficio para las reservas del Banco Central.

¿Es posible un crecimiento a tasas chinas? 

En Economía hay ilusión pero todavía gana la cautela. Una prudencia obligada por el aumento de los contagios de Covid. En Europa, el temible aumento de los contagios obligó a cerrar actividades. Y las economías están sufriendo: tras la fuerte recuperación del verano (europeo), ahora vuelven a derrapar. Aun con el auxilio de los diferentes Estados.

La Argentina, como Brasil y otras naciones, ya recuperaron gran parte de lo perdido con la pandemia. Pero aún se desconoce si la vacuna llegará antes de que la segunda ola de contagios complique el escenario.

Los últimos datos dan lugar al entusiasmo. Claro, siempre y cuando los contagios del coronavirus no lo arruinen.

En concreto, lo más determinante ocurre en la industria. El sector fabril ya estaba (en noviembre) en el nivel de febrero 2018, lo que alentaba a un acelerado crecimiento tras el desplome durante la pandemia. Durante noviembre, 10 de los 16 rubros de la industria manufacturera presentaron subas interanuales.

Las automotrices, de hecho, marcaron una duplicación en su nivel de producción durante diciembre, en relación al mismo mes del año pasado que, cierto es, estuvo impactado por el parate técnico de algunas plantas.

En el rubro de la maquinaria agrícola también hay optimismo: en el sector sostienen que en los próximos meses se verán índices de crecimiento superiores al 70% interanual.

Un informe de la consultora LCG pone el foco en otro sector que se está desplegando: la construcción. "En línea con la industria, el sector de la construcción registró crecimiento mensual (+7,2% m/m) y aceleró 3,8 puntos respecto al mes anterior, confirmando siete meses de crecimiento al hilo, solo interrumpido por el freno de agosto (-1,1% m/m sin estacionalidad)".

Tras confirmarse el crecimiento del 6,2% interanual, la consultora dirigida por el economista Guido Lorenzo afirmó: "La construcción creció por primera vez en 26 meses y mostró la mayor variación desde mayo 2018".

"El optimismo del sector mejoró en noviembre. El 40% de las empresas que realizan obras privadas creen que en el próximo trimestre la actividad repuntará, mientras que el mes pasado lo afirmaba el 36%. En términos de empleo, sin embargo, aún el 64% de empresas creen que el personal contratado no variará".

Incertidumbre y cuentas pendientes

Además de la incertidumbre por la pandemia, la realidad argentina impone su propia dosis de dudas sobre el futuro cercano.

La primera refiere al mercado cambiario. La segunda, a la negociación abierta con el Fondo Monetario. Ambas están vinculadas entre sí y resultan claves para adivinar el futuro inmediato.

Básicamente, la cuestión central es la brecha cambiaria. Una brecha que persiste en mantenerse en torno al 70% (contado con liqui versus dólar mayorista oficial), y que para el FMI se trata de un escenario difícil para acumular reservas.

Para el FMI, la brecha cambiaria sigue siendo un punto crítico

Por eso es tan importante que el BCRA siga acumulando divisas. Lo hizo en diciembre y, hasta aquí, se sostiene a un ritmo más modesto durante las primeras jornadas del año: luego de una primera semana con compras mínimas, el lunes adquirió u$s190 millones y el martes, otros u$s50 millones.

Lo dicho: el precio de la soja juega a favor. Pero será necesario que el Gobierno siga enviando señales positivas. Como lo fue el acuerdo con las empresas fabricantes de alimentos en torno de los programas de Precios Cuidados y Precios Máximos.

Desde el punto de vista económico, está claro que esos programas funcionan muy bien y son útiles para contener la inflación en un rubro clave. Pero también es relevante desde el punto de vista político: se trata de empresarios que, hasta hace un par de meses, venían amenazando con desabastecimiento y despidos en caso de que el Gobierno desoyera sus reclamos.

Un acuerdo con esas compañías, entonces, regenera expectativas positivas hacia los consumidores y hacia el mundo empresario.

La gran pregunta que se formulan en los pasillos del Palacio de Hacienda es cuánto influirá estos reparos técnicos en la decisión política del FMI. Dicho de otra manera: cuán flexible será el Fondo Monetario a lo largo de la negociación.

Lo que se sabe es que ambas partes -el Gobierno y el organismo- necesitan de un acuerdo para evitar una profundización de la crisis económica, que pesa sobre el país desde abril de 2018.

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