El Gobierno intentará destrabar este miércoles el conflicto en WalMart con el gremio de Camioneros por el pago de indemnizaciones millonarias debido al cambio de dueños. Por estas horas, el Ministerio de Trabajo alienta la negociación de un bono extraordinario, una salida menos costosa que la demanda sindical al Grupo De Narváez, los nuevos accionistas de la cuarta cadena de supermercados del país que quedó en el centro de la escena desde la semana pasada.

Después de posponer la reunión prevista para el lunes pasado, la cartera laboral encabezada por Claudio Moroni convocó para hoy a las 11 una audiencia en el marco de la conciliación obligatoria dictada el jueves pasada ante el bloqueo de Camioneros a un centro de distribución de Moreno de la empresa. El secretario adjunto del sindicato, Pablo Moyano, exige el despido, resarcimiento y reincorporación de 505 empleados bajo su convenio con la misma antigüedad.

Se trata de la denominada "Ley Moyano", una modalidad inaugurada en 2012 con la aprobación de la legislatura porteña bajo la gestión de Mauricio Macri del pago de $200 millones para 4.000 trabajadores de la recolección de basura de la empresa Manliba, perteneciente a Franco Macri, por el cambio de concesión en 1998. El gremio aplicó el mismo esquema en FedEx en 2019, como reveló iProfesional, y ahora busca llevarlo a Garbarino, con un bono de $100.000 para 180 afiliados por su reciente venta.

El número dos de Camioneros, Pablo Moyano, bloqueó la semana pasada un centro logístico de WalMart.

 

 

En el caso de Walmart, además de las indemnizaciones, el reclamo incluye el pago de la antiguedad y las vacaciones de medio millar de trabajadores bajo la nómina de la firma por la "incertidumbre" generada por el supuesto cambio de razón social. Con sueldos promedio de $69.000 en la rama de operaciones logísticas, almacenamiento y distribución y una antiguedad promedio de 10 años, el pedido de Moyano representa una suma superior a los $420 millones, incluyendo viáticos, comida y un adicional del 10%.

Cerca del camionero no descartan la alternativa de un bono, pero todavía aguardan una señal del dueño del grupo, Francisco De Narváez. "Podria haber llegar haber una salida intermedia, primero que muestren voluntad de discutir algo", señaló a este medio un dirigente del sindicato. Allí ven con desconfianza el retorno del grupo al comercio minorista, donde De Narváez operó la cadena de supermercados Casa Tía hasta 1998 y desvinculó a más de la mitad de sus 5.000 empleados.

En las últimas horas, el empresario volvió a rechazar un resarcimiento a los trabajadores por la compra de WalMart. El argumento es que, si bien la facturación es emitida a nombre de Dorinka SRL, la compañía mantuvo el mismo CUIT (30-67813830-0) ante la AFIP y la Inscripción General de Justicia (IGJ), por lo que no hubo una transferencia de contratos. La Ley de Contrato de Trabajo prevé que en caso de transferencia "pasarán al sucesor o adquirente todas las obligaciones emergentes del contrato de trabajo"

"No lo estimamos, no corresponde, no es legítimo, no guarda relacion con ninguna disposición legal", explicaron fuentes de la compañía al ser consultadas sobre el reclamo indemnizatorio. La firma recuperó en los últimos días los niveles de servicio y distribución, después del bloqueo a su centro de distribución, que provocó desabastecimiento y generó el repudio en tandem de empresarios y cámaras privadas.

El nuevo dueño de WalMart, Franciso De Narváez, rechazó el pago de indemnizaciones y recibió apoyo empresario.

La Asociación de Supermercados Unidos (ASU), dentro de la cual se encuentra Wal Mart, se mostró preocupada en las últimas horas por el conflicto al señalar que las demandas de Camioneros "generan distorsiones y privilegios de unos trabajadores por sobre el resto y desalientan a los empresarios dispuestos a realizar inversiones que fomentan el crecimiento y desarrollo de nuestro país", a la vez que apuntó contra "prácticas de reclamo que ponen en riesgo el abastecimiento y la libre circulación de productos".

En las redes, por otra parte, se solidarizaron ejecutivos como Guibert Englebienne, el co-fundador del unicornio Globant; Juan Pablo Lafosse, fundador y exCEO de AlMundo; y Gonzalo Tanoira, presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE). "Ataquemos la pobreza a través de la dignidad del trabajo y de la transparencia. La situación en Walmart desalienta la creación de empleo y es un ejemplo más de los reclamos ilegales y extorsivos que destruyen trabajo", rezaba el mensaje compartido en Twitter.

El Grupo De Narváez adquirió en noviembre pasado las acciones de la filial de WalMart por u$s44 millones, incluidos 31 hipermercados, 52 tiendas Changomas, 8 tiendas MiChangomas en todo el país y más de 9.500 empleados. Si bien el conflicto con Moyano concentró toda la atención del empresario, su idea es avanzar en las inversiones comprometidas por u$s120 millones en tres años, orientadas a renovar las tiendas físicas y desarrollar los negocios de cercanía, junto con el comercio electrónico. 

"La inversión sigue en marcha, no hubo cambios", confirmaron desde la empresa.