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Barberías: una moda que fue golpeada por la pandemia y que hoy busca reconvertirse

En los últimos años, se habían reproducido en la Capital. Actualmente, pocas lograron sobrevivir a la inactividad que generó la cuarentena
02/04/2021 - 08:08hs
Barberías: una moda que fue golpeada por la pandemia y que hoy busca reconvertirse

Las modas son eso, modas y, como todas, se terminan. Eso fue lo que pasó con las barberías que llegaron a la ciudad de Buenos Aires en 2018 y se convirtieron en todo un boom. Lo cierto es que tras el paso de la pandemia, hoy quedan pocas en pie y muchas buscan reconvertirse para poder sobrevivir a la crisis. Algunas ampliaron su cartera de clientes atendiendo a mujeres y otros innovan con nuevos cortes de diseño apuntando a los más jóvenes.

"Los primeros meses de cuarentena fueron muy difíciles. Tuvimos que poner plata de nuestros ahorros para mantener la estructura, luego nos acogimos a la ayuda del gobierno a través del ATP hasta que pudimos abrir nuevamente, lo cierto es que la gente ya no viene como antes", explicó Raúl Bacan, dueño de la cadena de barberías Bacan que tiene 9 sucursales en la Capital.

Las peluquerías, barberías y centros de belleza, como muchos comercios minoristas se vieron obligados a cerrar sus puertas el 20 de marzo del año pasado con la implementación de la cuarentena estricta por la llegada del Covid-19 al país. Recién el 29 de julio fueron habilitadas para volver a funcionar en la Ciudad de Buenos Aires.

Si bien a Bacan en más de una oportunidad se le ocurrió achicar su empresa y cerrar sucursales, por el momento viene surfeando la ola. "Hoy los clientes mayores no aparecen, no vienen tan seguidos como antes. Esto tiene que ver con la implementación del trabajo remoto, el no ir a las oficinas hace que la imagen se descuide más. Además no hay noche por lo que la gente no se arregla para salir", sostuvo el dueño de la cadena que ya tiene más de cinco años en las calles porteñas.

Muchas buscan reconvertirse para poder sobrevivir a la crisis

Las más pequeñas, las más afectadas

Los principales afectados son las barberías más pequeñas que abrieron con el furor de la ola, pero que tras meses de inactividad se vieron obligadas a cerrar definitivamente. "Nosotros vemos menos competencia, muchos no pudieron mantener la estructura y debieron bajar las persianas definitivamente", sostuvo Bacan.

En los barrios más top como Palermo y Las Cañitas llegó a haber una barbería por cuadra en una manzana. Según datos del Gobierno de la Ciudad, tomando en cuenta los permisos de habilitación de comercios; Caballito, Recoleta, Palermo y Belgrano son los cuatros barrios con más densidad de peluquerías y barberías. Por eso no sorprende que los cierres hoy se vean sobretodo en esta zona.

Según un relevamiento de Soledad Balayan, directora de Maure inmobiliaria, cayó un 18% en todo el 2020 la ocupación del rubro peluquerías y barberías en Palermo y Cañitas. "Ya en 2019 se comenzó a evidenciar la baja en cantidad de barberías en el barrio como consecuencia de una sobre-oferta, pero la caída más abrupta fue por la pandemia", remarca Balayan.

Aquellos que parecen sobrevivir son los que más estructura tienen. En el caso de Bacan "estamos trabajando al 65% de lo que lo hacíamos pre pandemia". Y es que si bien cayó drásticamente la cantidad de clientes que se acercan al local, a eso se suma que para cumplir con los protocolos vigentes, las barberías deben atender con turnos, y achicar los espacios de trabajo para generar distancia social entre clientes.

A Bacan en más de una oportunidad se le ocurrió achicar su empresa y cerrar sucursales

Recuperación lenta

"En los barrios no se evidencia los cierres masivos, si hay una reducción de oferta. Pero se puede observar el fenómeno en zonas de microcentro o aledañas como San Telmo, que si bien trabajaban con clientes del barrio también lo hacían con los oficinistas de la zona, público que hoy dejó de existir", agregó por su parte Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, especializada en consumo.

"Hay barrios que vienen facturando muy bien y otros que están complicados para sobrevivir en el día a día. Durante la pandemia generamos una aplicación para seguir contactados con nuestros clientes. Muy lentamente vemos una recuperación, hubo una activación por ejemplo con la vuelta de las clases", agregó Bacan, peluquería que ahora también comenzó a atender a mujeres, una forma de diversificar el negocio y generar mayor rentabilidad en momentos de vacas flacas.

Con respecto al futuro, nadie se atreve a dar pronósticos. "Aprendimos que esto es día a día". La realidad es que la llegada del barbijo y el home-office parecen haber acabado con el cuidado detallista de la barba. Los estilistas se esperanzan a que la normalidad llegará y la actividad volverá a estar en auge. "Antes de la pandemia nos manejábamos con sobre-turnos y siempre había fila de gente esperando para atenderse", recuerda el especialista con un dejo de nostalgia.