Un dato clave a la hora de analizar el escenario económico refiere a la venta de combustibles. Si el volumen de venta de naftas y gasoil va para abajo, lo más probable es que la economía atraviese una fase recesiva. Es lo que pasó en los últimos años. La pandemia y cuarentena golpeó con dureza al sector: por el cierre de la economía, lógicamente, el consumo de combustibles derrapó.

A medida que se fueron reabriendo las actividades, la venta de combustibles mejoró. El último dato refleja que el expendio ya está muy cerca de la normalización total.

De acuerdo a datos oficiales de la secretaría de Energía, relevados por el portal "Surtidores", de los dueños de las estaciones de servicio, los despachos de naftas y gasoil al público tuvieron una suba del 5,1% en febrero respecto de enero. 

Eso significa, asevera "Surtidores", que las ventas aún se encuentran 8% por debajo de febrero de 2020. Lo que indicaría que a la actividad económica todavía le queda margen para recuperarse.

El dato es clave, como se mencionó, para evaluar el escenario económico en plena pandemia. Pero también resulta clave por la situación fiscal: por los constantes aumentos en los precios de los combustibles, la recaudación de impuestos de ese rubro vino en claro ascenso. 

Si el volumen de venta de naftas y gasoil va para abajo, lo más probable es que la economía atraviese una fase recesiva

En febrero último, la AFIP recaudó $25.000 millones del impuesto a los combustibles. Son $10.000 millones adicionales a lo que juntó por ese concepto un año atrás. Un 67% adicional, cuando en febrero del año pasado no existía la pandemia y se vendían más naftas y gasoil.

Junto con los ingresos por las retenciones, se trata del gravamen que mejor le fue en los últimos meses. No debe llamar la atención: desde agosto, las naftas aumentaron 43% sus precios. Y todavía le quedan dos aumentos de 12% en total, uno este mes y otro en mayo, según lo adelantado por el propio Gobierno. 

Los recientes incrementos en los precios, impulsados por la propia Casa Rosada, y que se contradicen con el intento de desacelerar el ritmo inflacionario, provocaron a su vez cambios en el mercado automotor.

Se dispara a conversión de autos a GNC

Como ya publicó iProfesional, los incrementos en el precio de la nafta de los últimos meses dispararon las conversiones de autos a GNC. Durante febrero, se dio una suba superior al 10% en relación a enero y sólo en los primeros diez días de marzo ya se habían instalado 5.487 equipos (casi la mitad del mes previo), según los datos publicados por el Enargas.

Los incrementos en el precio de la nafta de los últimos meses dispararon las conversiones de autos a GNC

"Si tomamos como promedio las conversiones que hubo el año pasado, que fue atípico, hoy estamos un 40% por encima. Esto es debido, seguramente, al aumento de las naftas", señaló a iProfesional Horacio Magraht, vicepresidente de la Cámara Argentina de Productores de Equipos Completos de GNC (CAPEC), quien detalló que instalar un equipo promedio cuesta alrededor de $65.000 y que puede financiarse con el Plan Ahora 12 o 18.

Hoy el ahorro con GNC es de alrededor de $5 por kilómetro. Si calculamos que un auto hace en promedio mil kilómetros en un mes, se ahorra $5.000. La cuota es mucho menos que eso.