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Falló el "ancla" de la inflación que propuso Martín Guzmán y en el Fondo Monetario crece la preocupación

Los economistas del organismos creen que no hay consistencia económica para que bajen los precios y esto podría ser un escollo en las negociaciones
15/04/2021 - 18:55hs
Falló el "ancla" de la inflación que propuso Martín Guzmán y en el Fondo Monetario crece la preocupación

El dato de inflación de marzo, el más alto desde septiembre del 2019 cuando hubo una feroz devaluación por el triunfo (en las PASO) de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, corroboró lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le venía reclamando a Martín Guzmán: el famoso "anclaje de expectativas". La preocupación en Washington por el desborde inflacionario de la Argentina, mientras negocian un acuerdo de largo plazo con el país, es inocultable y los distintos funcionarios lo expresaron públicamente. Para peor, en el Fondo creen que la forma de atacar ese problema podría ser un escollo para cerrar la negociación.

En las últimas horas, Alejandro Werner, un "sobreviviente" del acuerdo anterior con Mauricio Macri y director del Hemisferio Occidental del organismo, pidió un set de políticas para atacar el tema de la inflación. "Claramente una economía con inflación elevada sí genera preocupación, y la inflación en la Argentina es elevada y ha sido elevada durante los últimos cuatro años y es un reto importante bajarla", indicó.

Alejandro Werner, director del FMI. Hay dudas acerca de que el Gobierno pueda mostrar un plan anti inflacionario al Fondo.
Alejandro Werner, director del FMI. Hay dudas acerca de que el Gobierno pueda mostrar un plan anti inflacionario al Fondo.

Sin consistencia no hay magia 

"Y para bajar la inflación es importante llevar a cabo la implementación de un marco macroeconómico y de políticas macroeconómicas conducentes a una inflación más baja y también a medidas que ayuden a la coordinación de expectativas con respecto a un nivel más bajo de inflación", insistió Werner durante una conferencia virtual este jueves antes de enterarse el 4,8% que mostró el IPC de marzo.

Pero el pedido explícito del Fondo para que el Gobierno lance una serie de políticas tendientes a bajar la inflación no es nuevo. De hecho, vienen repitiendolo en el último tiempo en forma acelerada. Más allá de las intenciones oficiales de utilizar el tipo de cambio como variable para ajustar los precios, esto no está teniendo el efecto buscado. La economista jefe del FMI, Gita Gopinath, venía advirtiendo que las expectativas inflacionarias de la Argentina "no están bien ancladas"

Esto contradice las afirmaciones de Guzmán que si bien reconoció desde Europa que el dato de marzo iba a venir muy malo, mantiene la expectativa de que abril será más leve. Pero más allá de eso, lo cierto es que con la política actual de control del dólar oficial y cierta contención en lo monetario no alcanza para domar los precios.

El FMI no tiene pronósticos oficiales sobre el IPC, algo que discontinuó después de que el gobierno de CFK interviniera el Indec y modificara las estadísticas. Pero los economistas del Fondo se basan en proyecciones privadas que hablan de entre 40% y 50% para este año, muy lejos del 29% que defiende en público el ministro de Economía.

En el FMI creen que el Central podría subir las tasas que son muy negativas en términos reales.
En el FMI creen que el Central podría subir las tasas que son muy negativas en términos reales.

Miradas al Banco Central 

Claro que la visión que hay en Buenos Aires y Washington con respecto a qué hacer no son tan parecidas. En el Fondo creen que alguna suba de las tasas de interés por parte del Banco Central servirían para contraer los pesos que, además, están en niveles altos por la expansión del año pasado. Además, ahora que el BCRA compra dólares inyecta pesos que luego retira con las Leliq.

La pasividad del Central con las tasas (que son altamente negativas) es algo incomprensible para los economistas del FMI. Pero saben que políticamente no es viable ir por ese camino. Por eso, no hay demasiadas esperanzas de que haya un cambio brusco en la política monetaria que maneja Miguel Pesce. La visión del Fondo es que sin un plan coordinado entre el BCRA y Economía que genere una baja del déficit y una política monetaria más contractiva, será imposible bajar drásticamente la inflación.

¿Qué queda entonces? Los economistas del organismo, con un guiño hacia Guzmán, concuerdan que la inflación es un fenómeno multicausal y que reducirla requiere de políticas macroeconómicas consistentes y esfuerzos de coordinación para ayudar a anclar las expectativas de inflación.

Evidentemente que el dólar suba poco no es la solución a los problemas y en el FMI no ven tan bien que se regrese a un atraso cambiario si bien dicen que el tipo de cambio actual no es "incorrecto".

Pero las recientes medidas lanzadas por el Ministerio de Producción son "parches" que poco impactarán en los precios de los próximos meses. La inflación seguirá corriendo a pasas acelerados y el Gobierno tampoco podrá anclar expectativas. En el mercado se cree que la inflación de abril también estará arriba de 4% mensual. "Será menor que en marzo", como dijo Guzmán, pero aún en niveles inexplicables para el mundo.