Tiempo atrás las cooperativas de reciclado estaban con más capacidad ociosa que ocupada, pero durante la pandemia el aumento del plástico como materia prima sumado a la devaluación de la moneda local significó que muchos proveedores no quisieran entregar los pedidos y el reciclaje recobró el valor. A su vez, esta práctica viene de la mano con lo que la agenda social empieza a reclamar.

Para tener idea, este año hay cinco veces más plásticos reciclados que en 2003. En 2020 se recuperaron 282 mil toneladas de plástico (258.000 toneladas son de reciclado mecánico y 24.000 toneladas como recuperación energética en hornos de cemento), solo en la Argentina. Si queremos dimensionar el tamaño que esto representa, es igual a 235.000 automóviles o 1.600 obeliscos como el que está en Av. Corrientes y Av. 9 de Julio.

Sergio Martin, director de Reciclar, empresa especializada en el reciclado de plástico, ubicada en Avellaneda, "cada vez más las marcas están queriendo poner material reciclado en sus envases. En esto influye el aumento del precio plástico en el mercado mundial y la dificultad para conseguir polietileno, pero también que hoy los consumidores le piden responsabilidad ambiental a las compañías".

Prepandemia la tonelada de polietileno estaba u$s1.200, mientras que ahora se la consigue a u$s2.200. Esta suba en el precio, además, incide en el costo del plástico reciclado, lo que no solo impulsa el volumen de movimiento de la industria, sino que le deja mejores réditos, posibilitando, como dicen los especialistas, mejorar lo que ganan todos los que participan, incluyendo quienes rescatan los envases de entre la basura.

Solo el 3% de los argentinos sabe cómo preparar los residuos para el reciclado.

"Hasta acá siempre entrábamos por la puerta de atrás a las grandes empresas, ahora nos piden poder poner nuestros datos para promocionar que sus envases contienen materiales reciclados", cuenta Martín, que antes de la pandemia tenía 40% de capacidad ociosa y hoy están produciendo al 100%.

Parte del problema

Aunque las empresas empiezan a ocuparse de incluir materiales reciclados en sus envases, e incluso de hacer los packs aptos para reutilizarse luego de su uso, el problema radica en que 4 de cada 10 argentinos todavía no recicla. ¿Por qué pasa esto? Solo el 3% sabe cómo preparar los residuos para poder reciclarlos luego.

Para dar respuesta a esto, Ecoplas se unió a la plataforma Movimiento Circular con el objetivo de crear y difundir contenidos interactivos y actividades diseñadas por expertos para escuelas, empresas y la comunidad. Esta iniciativa de alcance regional ya cuenta con el apoyo de los principales referentes de la industria en toda Latinoamérica.

"Esta alianza es un nuevo paso en la misión de impulsar el desarrollo sustentable de los plásticos en una economía circular desde un movimiento regional colaborativo para contribuir con la protección del ambiente y con la calidad de vida de la sociedad", refleja Verónica Ramos, directora ejecutiva de Ecoplas.

Cada minuto se venden en el mundo casi un millón de botellas plásticas.

"Cuando se recicla se reduce en un 86% la cantidad de basura, incluyendo el reciclado de plástico y el compostaje. Nosotros sabemos que lo que viene de la basura lo compartimos en dólares. Damos empleo y fabricamos dólares", resalta Daniel Hartman, fundador de 4e ambiente consciente.

Para comprender por qué importa tanto la industria del reciclado, hay que hacer foco en un problema tan real como grande: sacar el plástico de circulación no es una opción, pues ya tenemos demasiado en el planeta y es imposible deshacernos de él. Es en este punto en el que los expertos resaltan la importancia del sector tanto en lo que es su rol ambiental como en el impacto que genera en las economías: nacionales, regionales y familiares.

En la agenda ambiental el plástico es un foco de dolor, sin embargo cada minuto se vende casi un millón de botellas plásticas en los cinco continentes, y mayormente se las utiliza apenas una vez. ¿Qué impacto tiene en la naturaleza? El 90% de las aves marinas ya comieron plástico por lo menos una vez en la vida, y antes de 2050 habrá más plástico en los océanos que peces, tal como lo indica el informe de Ellen MacArthur Fundation Rethinking the future of plastics.