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Paradoja del "modelo": los autos argentinos copan el ranking de los más vendidos, pero nadie festeja

Las restricciones a la importación llevaron a que las ventas de 0km cayeran a sus niveles mínimos del año, justo cuando sube la demanda
04/11/2021 - 17:06hs
Paradoja del "modelo": los autos argentinos copan el ranking de los más vendidos, pero nadie festeja

La venta de autos volvió a erigirse en un símbolo de las contradicciones del modelo económico: en un momento de auge de la demanda por vehículos cero kilómetro, las concesionarias están en crisis y avisan que corren riesgo los 176.000 empleos directos que genera la actividad.

Lo que está ocurriendo es fácil de explicar, y constituye un clásico en momentos de escasez de dólares: dada la brecha cambiaria, los precios de los autos son percibidos como baratos, si se los calcula a dólar blue. Como, además, abundan las proyecciones de una devaluación post electoral, hay un incentivo adicional para quienes piensan en el recambio.

Pero, por el otro lado, el Banco Central está soltando en cuentagotas las divisas a la importación, de manera de no poner en riesgo sus reservas. La conclusión es que todos los meses los concesionarios recalculan sus ventas a la baja, por incapacidad para reponer las unidades vendidas.

Octubre fue el mes de mayores restricciones para las importaciones en general, luego de que el Banco Central restringiera los adelantos de divisas, por temor a maniobras de especulación comercial que pudieran afectar su posición de reservas.

Así, los 27.513 vehículos patentados en octubre representan la segunda cifra más baja del año, después de mayo -un mes afectado por restricciones sanitarias a la actividad económica- y deja un tono de pesimismo en el sector automotor.

Demanda en alta y poca oferta para satisfacerla: ese combo hizo que los concesionarios ya se declaren satisfechos si llegan a la cifra de 380.000 autos vendidos en todo el año. No es una aspiración muy ambiciosa: apenas implica un 10% por encima del registro de todo el año pasado.

Pero, además, supone una fuerte baja respecto de las previsiones de comienzos de año, cuando se había soñado con ventas por 450.000 unidades y paulatinamente se fue corrigiendo la cifra a la baja, ante la constatación de las dificultades para importar.

Ahora, con la reciente medida de "normalización" para entregar divisas a los importadores, los insumos que se importen para ser usados en la elaboración de bienes en el país podrán ser abonados en el puerto de origen (a la vista) desde noviembre por hasta un monto que sea equivalente al promedio del valor de las importaciones totales que se realizaron en los últimos 12 meses."La medida dispuesta por el Directorio del Banco Central permite mantener el flujo de insumos requeridos por la actividad económica dando previsibilidad a la demanda de divisas y garantizando la estabilidad del mercado de pagos", indicó la entidad dirigida por Miguel Pesce.

Sin posibilidad de satisfacer la demanda, las concesionarias advierten sobre caída en la rentabilidad y dificultad para sostener el empleo
Sin posibilidad de satisfacer la demanda, las concesionarias advierten sobre caída en la rentabilidad y dificultad para sostener el empleo

Retracción de oferta brasileña

Lo paradójico del momento es que, cuando se mira del otro lado del mostrador se habla de una recuperación acelerada. La gremial Adefa proyecta una producción de 440.000 vehículos para este año, lo que implica una suba de 70% respecto del año pasado y de 40% sobre el pre-pandémico 2019. En lo que va del año, un 58% de la producción fue destinada a la exportación.

El sector, que representa un 7% del PBI industrial, ha puesto el foco en incrementar la participación de piezas nacionales, de forma que el componente argentino pasó de 19% a 40% en dos años.

Aun así, la necesidad de importaciones es inexorable para esta industria, y es ahí donde radican las dificultades. Con un Banco Central que cuida celosamente sus reservas, los permisos de importación se manejan de manera cada vez más discrecional y se empezó a notar una mayor ralentización.

Esto motivó que, actualmente, la mitad de los autos que se venden en el mercado sean de factura nacional, cuando históricamente esa cifra apenas superaba un tercio del total.

Como contrapartida, Brasil, que era el principal origen de los autos que ruedan en el país -el año pasado un 57% de los cero kilómetros vinieron del país vecino- ahora quedó reducido a un 43%.

"Seguimos pidiendo un esfuerzo adicional para liberar vehículos hacia un sector como el nuestro que tiene saldo de su balanza comercial con Brasil neutro", apuntó Ricardo Salomé, titular de Acara.

Pero, como él mismo deja en claro, no se trata de un reclamo nuevo, sino la tónica de todo el año. Y la percepción en el sector es que si el Gobierno estuvo duro para responder en el momento de más fuerte entrada de divisas, será difícil que afloje justo ahora, cuando las reservas del Banco Central ingresan en su momento ácido del año.

A los motivos estacionales que hacen que haya escasez de dólares, se suman además otras dificultades propias de la industria, que conspiran para que haya dificultades en la oferta. La crisis global de semiconductores es uno de estos factores, dado que ha provocado una disminución en la fabricación automotriz a nivel regional.

Se llega así a una situación paradójica: los cinco modelos más vendidos de este mes -Fiat Cronos, Toyota Hilux, Peugeot 208, Volkswagen Amarok y Ford Ranger- fueron de industria argentina, dada la escasez de los brasileños que habitualmente se ubican al tope del ranking.

Sin embargo, los números no permiten una celebración por la reactivación industrial, dado que las ventas totales implican una contundente caída de 26% contra el recesivo año 2020.

Fiat Cronos, de manufactura nacional, lidera el ranking de ventas de 0km, ante la retracción de la oferta brasileña
Fiat Cronos, de manufactura nacional, lidera el ranking de ventas de 0km, ante la retracción de la oferta brasileña

Deterioro en comparación regional

La caída en las ventas de autos fue utilizada en un reciente estudio de la Fundación Mediterránea como un indicador de la decadencia de la clase media argentina. Plantea que, históricamente, el mercado argentino ha sido el más grande de la región en términos de autos per capita, pero que ahora se ubica por debajo de Uruguay y Brasil. Mientras en el primer semestre del año las ventas en Argentina fueron de 9,2 vehículos por cada 1.000 habitantes, en Uruguay esa marca fue de 15,1 y en Brasil de 10,1.

Y demuestra que el efecto de la pandemia fue más grave en Argentina que en los países vecinos: "Los patentamientos de la Argentina, que en el primer semestre de 2021 registraron un promedio mensual de 35.300 unidades, caen nada menos que un 47,3% respecto del promedio de 2012/19. Análoga comparación arroja una merma de 26,5 % para el caso de Brasil, pero una mejora de 2,9 % en Uruguay", observa el informe de la Mediterránea, que considera "llamativo" el bajón de las ventas locales.

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