Si todo sale bien -si, como pretende ahora el Gobierno, se termina de abrochar un acuerdo con el Fondo Monetario durante las próximas semanas-, la idea es "descongelar" el andar del tipo de cambio "oficial". Eso no significa que haya un salto abrupto: el Gobierno rechaza esa posibilidad, y así ya lo hizo público.

¿Podrá poner en marcha su plan sin que se generen turbulencias en el camino? "No tenemos Plan B", asegura un funcionario clave del equipo económico, ante una consulta de iProfesional.

"Que alguien pague 200 pesos por un dólar no tiene racionalidad", definió el titular del Banco Central, Miguel Pesce, al dar cuenta de la idea del gabinete económico.

Martín Guzmán fue claro al explicar su idea ante sus propios funcionarios de confianza: "El dólar va a acompañar la inflación", dice. Incluso le pone fecha: será a partir del acuerdo con el Fondo Monetario.

"No se va a recuperar la apreciación de este año", confía el ministro a su equipo de colaboradores.

Guzmán fue claro al explicar su idea ante sus propios funcionarios de confianza: "El dólar va a acompañar la inflación"

Eso significa que, en las próximas semanas, la cotización del dólar "oficial" debería viajar a un ritmo mensual de por lo menos el 3%. Por encima del 1% que lo vino haciendo desde marzo último, cuando el Gobierno entró en el camino de campaña electoral. Esa decisión implicó un atraso cambiario cercano al 20%.

Para Guzmán no hay ninguna chance de ir hacia un esquema tipo Kicillof 2014, cuando la aceleración del "crawling peg" desembocó en un salto abrupto del 20%, de un día para otro.

La inflación arriba del 50% y el índice de pobreza superior al 40% hacen imposible esa alternativa, dicen en su entorno.

El tema cambiario, no obstante, trasciende los deseos de los funcionarios. La historia económica argentina está bien nutrida de ejemplos donde los funcionarios planean un escenario y sale otro, exactamente opuesto.

El economista Fausto Spotirno es de los que creen que Guzmán se queda corto si piensa que puede corregir la paridad a través de un movimiento similar a la inflación.

Sugiere, en cambio, habilitar un salto del 10% mensual en los próximos dos o tres meses. "Mi punto es que el tipo de cambio oficial está atrasado entre 20% y 30% con respecto a la Paridad Teórica de Equilibrio o al tipo de cambio de Equilibrio de largo plazo. Con este nivel de incertidumbre, por lo menos deberías llegar a eso", afirma en contacto con iProfesional.

"Si tenemos un 3% de inflación mensual, para llegar a un tipo de cambio más equilibrado deberíamos corregir entre 20%-30% más la inflación de tres meses", agrega.

Para Guzmán no hay ninguna chance de ir hacia un esquema tipo Kicillof 2014

Según Spotorno, el escenario no cambiaría si en simultáneo con la aceleración del crawling peg, el Banco Central juega su ficha con un alza de la tasa de interés. "No cambiaría nada con respecto a la situación actual", concluye el economista.

Eso sí: el compromiso es que el tipo de cambio oficial empiece a subir al ritmo de la inflación, que ahora ronda el 3% pero que en los primeros meses de 2022 podría ser más elevada por la suba de las tarifas de los servicios públicos.

El déficit primario que los funcionarios llevan a los Estados Unidos contempla un 3,3% del PIB. Sin embargo, Guzmán ya sabe que el staff del Fondo reclama un punto menos de rojo. El número, para el FMI debería ser del 2,3%. Por eso será clave la negociación de los próximos días.