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A dos décadas del default más traumático que vivió la Argentina, ¿se cocina otro?: los renovados temores de expertos

Más voces advierten que podría haber un nuevo default si la Argentina no mejora su performance económica y financiera en los próximos años
23/12/2021 - 11:00hs
A dos décadas del default más traumático que vivió la Argentina, ¿se cocina otro?: los renovados temores de expertos

Este jueves 23 de diciembre se cumplen 20 años del default de la deuda pública más traumático que vivió la Argentina bajo la presidencia de Adolfo Rodríguez Saá. Dos días antes se había producido la caída de Fernando de la Rúa que no solo significó el fin del gobierno de la Alianza sino también marcó el principio del final del Plan de Convertibilidad que había puesto en marcha el gobierno peronista de Carlos Menem en abril de 1991.

El total de la deuda pública defaulteada en ese momento llegaba a los 110.000 millones de dólares. Lo sorprendente es que luego de dos refinanciaciones a través de tres canjes 2005, 2010 y el último en septiembre del 2020, la nueva deuda pública total (externa mas interna) supera los 350.000 millones de dólares. Desde el default del 2001 hasta ahora la deuda pública se triplicó en la Argentina.

Si nos referimos al valor del dólar, hace 20 años costaba un peso y ahora la cotización del oficial cerró a casi $109 para la venta y el dólar libre en 200 pesos. En aquel entonces, con convertibilidad existía una sola cotización, la del mercado oficial. Ahora hay por lo menos 15 precios distintos del dólar. El riesgo país en ese entonces llegaba a los 5000 puntos básicos mientras que ahora supera los 1700.

En ese entonces, la Argentina quería cerrar un nuevo acuerdo con el FMI que recién se cerró en septiembre de 2002 en el gobierno de Eduardo Duhalde. La deuda con el FMI era de unos 10.000 millones de dólares. Hoy llega a unos u$s45.000 millones y es tal vez el principal problema económico financiero a resolver por parte del Gobierno de Alberto Fernández.

Lo preocupante es que luego de todo ese tiempo transcurrido algunos economistas sostienen que después del 2025 podría haber un nuevo default si la Argentina no mejora su performance económica y financiera en los próximos tres años.

De acuerdo a los últimos números proporcionados por la Oficina de Presupuesto del Congreso, la deuda de la Administración Central llega a los 350.000 millones de dólares. En los dos años del gobierno de Alberto Fernández creció unos 40.000 millones de dólares. En lo que respecta a su composición la deuda nominada en moneda extranjera representa un 72% del total, y la nominada en pesos llega al 28 por ciento. En el 2001 la deuda nominada en dólares llegaba al 90 por ciento del total y la en pesos representaba un 10 por ciento.

Más voces advierten que podría haber un nuevo default si la Argentina no mejora su performance económica

De este total de deuda publica hay que destacar que el 41 por ciento es deuda del Estado nacional con otras agencias del Sector Público (este es el caso de provincias u organismos como la ANSES que poseen bonos del Estado nacional, por lo que se considera más fácil de negociar). En tanto que casi un 37 por ciento de esas acreencias está en manos del sector privado, como empresas o fondos de inversión nacionales o extranjeros. El 22% restante corresponde a organismos multilaterales y bilaterales (principalmente el Fondo Monetario Internacional -FMI-, aunque también hay deuda con otros organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo).

Con respecto a la deuda registrada con el FMI la Oficina de Presupuesto del Congreso explica que "hay un elevado saldo adeudado en relación a su cuota (960%), determina que los sobrecargos expliquen una porción considerable de los pagos en concepto de interés, en especial en un contexto global de tasas bajas que hace que la tasa base se mantenga en niveles mínimos. De acuerdo al cronograma de vencimientos vigente, se estima que el pago de sobrecargos totalizaría u$s1.084 millones hasta 2024, lo que representa 65% de los pagos por intereses y 2,4% de los vencimientos totales".

La novedad es que a partir de noviembre la tasa de sobrecargos que paga Argentina al FMI se incrementó en 100 puntos básicos 1% anual, al cumplirse 36 meses desde que el saldo de deuda con el organismo supera el 187,5% de la cuota que la Argentina tiene asignada como socio.

El informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso detalla que los vencimientos para diciembre totalizaran el equivalente a unos uss 5.100 millones con amortizaciones por u$s4.800 millones sumando intereses por uss 300 millones. Pero si se excluyen las tenencias de bonos intra sector público, los vencimientos se reducen a unos 4.600 millones de dólares, incluyendo el pago de capital al FMI por unos uss 1.858 millones.

¿Un nuevo default en la mira?

La gran pregunta que se hacen analistas de Wall Street y del mercado financiero local es cuánto tiempo falta para un nuevo default de la deuda argentina. En el cuestionado ultimo canje de deuda realizado en septiembre del año pasado por el ministro Martin Guzmán el total de deuda en moneda extranjera (dólares, euros y francos) y bajo legislación extranjera alcanzó los u$s66.000 millones. En la actualidad esos bonos canjeados tienen paridades que van de los 30 a 35 dólares mientras que antes del canje se calculaba que estos títulos cotizarían en paridades cercanas a los 55 a 60 dólares. Son bonos de una deuda canjeada que recién el gobierno empezara a pagar recién en el 2025.

Unas semanas antes de asumir su cargo, Guzmán manifestó en una conferencia académica que la reestructuración que llevaría a cabo la Argentina sería "la próxima gran prueba para la arquitectura de resolución de crisis de deudas soberanas" y destacó que generalmente las reestructuraciones de deuda se hacen "muy tarde" y que ofrecen "muy poco" alivio. Según su análisis, el 60% de las reestructuraciones de deuda son insuficientes, por lo que esos países se ven obligados a realizar otra renegociación en los 7 años siguientes.

La oferta del último canje de deuda incluyó 10 bonos (5 en dólares y 5 en euros), con vencimientos entre 2030 y 2046. Y el período de gracia, que en la propuesta original era de 3 años, se redujo, ya que la Argentina empezaría a pagar intereses de los títulos nuevos en 2021. Esa oferta implica pagos de amortizaciones e intereses por aproximadamente unos u$s4.000 millones en el período 2020-2024 y de unos 36.000 millones de dólares entre 2024 y el 2030. Según el análisis del economista Esteban Domecq presidente de la consultora Invecq, con este canje se logró un ahorro para el país de unos 32.000 millones de dólares. La oferta fue aceptada por el 99,1% de los bonistas.

Por ahora la posibilidad de un futuro default de la deuda pública no se puede descartar si el Gobierno no cierra un nuevo acuerdo con el FMI.

Un futuro default de la deuda pública no se puede descartar si el Gobierno no cierra un nuevo acuerdo con el FMI

La gesta del default más traumático de la historia

En aquel entonces los titulares del organismo entonces presionaba muy fuerte a la Argentina para lograr la refinanciación de un nuevo acuerdo y para pagarle la deuda a los bonistas del sector privado.

La orden partió de Adolfo Rodríguez Saá, "el Adolfo" para los amigos, antes de ser elegido presidente -el 22 de diciembre del 2001- a su futuro secretario de Hacienda y Finanzas, Rodolfo "Rolo" Frigeri, un economista peronista que fue presidente del Banco Provincia cuando Eduardo Duhalde gobernaba la provincia de Buenos Aires.

"Tenemos que anunciar que dejaremos de pagar la deuda externa y te tenés que encargar de explicárselo al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al embajador de los Estados Unidos". Frigeri era un economista que había logrado ser amigo del reconocido Vito Tanzi, jefe de asuntos fiscales del FMI y también del histórico presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Paul Volcker.

"Vamos a tomar el toro por las astas y vamos a anunciar que el Estado argentino suspenderá el pago de la deuda externa y que ese dinero lo utilizaremos para los planes de creación de fuentes de trabajo y progreso social", le dijo Rodríguez Saá a Frigeri en una reunión previa donde armaba su futuro equipo de gobierno. Luego repitió todo en su discurso ante la Asamblea Legislativa del 22 de diciembre del 2001, cuando asumió como Presidente. Quedó registrado como uno de los mensajes más recordados y polémicos de la historia argentina.

En esa Asamblea Legislativa se escucharon aplausos muy largos de legisladores que avalaban el default de la deuda anunciado. Los gobernadores del Partido Justicialista presidenciables, José Manuel de la Sota, Néstor Kirchner y Carlos Ruckauf, manifestaban a los medios, casi a coro, que la decisión implicó el sinceramiento de una situación insostenible.

Hubo además una serie de anuncios: el lanzamiento una nueva moneda, el argentino, un congelamiento total de vacantes en la administración pública y un plan de empleo para un millón de personas, el aviso de que se venderían no solo los autos oficiales sino también los aviones presidenciales… Pero Rodríguez Saá solo duró 8 días al frente del Ejecutivo. Asumió el 22 de diciembre de 2001 y renunció el 30 de diciembre de ese año. Lo único que hizo fue anunciar el default más traumático de la historia argentina mucho peor que el de la crisis de 1982.

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