iProfesionaliProfesional

¿Querés vender tu departamento o casa más rápido?: así funciona el etiquetado energético

Con clientes cuyos perfiles demuestran más interés por el ahorro de los recursos, estos sellos modifican el valor de compra, venta o alquiler de la casa
02/03/2022 - 18:25hs
¿Querés vender tu departamento o casa más rápido?: así funciona el etiquetado energético

El rubro de la construcción ha incorporado nuevos criterios para medir la sustentabilidad de las casas y departamentos, un ítem que impacta de lleno en el valor de los bienes inmuebles porque permite conocer de antemano cuál será el consumo energético.

Con clientes cuyos perfiles demuestran cada vez más interés por el ahorro de los recursos, estos nuevos sellos distintivos irán modificando de a poco el valor de compra, venta o alquiler de casas y edificios residenciales a través de la medición de criterios sustentables.

En ese sentido, el etiquetado de eficiencia energética genera un beneficio considerable para los potenciales compradores de una propiedad permitiéndoles conocer de antemano cuánto de sus ingresos deberán destinar al gasto de servicios básicos y pudiendo delinear estrategias para reducir ese consumo durante la vida útil de sus casas o departamentos.

Cómo mejorar las casas o departamentos

Estos nuevos sellos irán modificando de a poco el valor de compra, venta o alquiler de casas y edificios

"El etiquetado es una foto de la situación de la vivienda desde el punto de vista de la energía; es algo que no se puede ver a simple vista pero que es perfectamente cuantificable", cuenta Pía Mazzocco, arquitecta del estudio Revolución Arquitectura. Al tener esos datos es posible darse cuenta de las oportunidades de mejora porque se pueden leer los "puntos flojos" que hay que atacar para disminuir el consumo.

"Apostar a las edificaciones sustentables está al alcance de todos ya que las soluciones constructivas y los materiales se encuentran altamente disponibles", afirman desde la empresa Saint Gobain, dedicada a la venta y al diseño de productos para viviendas eficientes y sostenibles. Las soluciones más costosas tienen un valor de aproximadamente un $1.000.000 para aquellos proyectos que proponen, por ejemplo, mejorar a full todos los ambientes un departamento de 70 m2, realizar las terminaciones y reemplazar toda las carpintería.

También existen presupuestos más bajos con la posibilidad de realizar acondicionamientos anuales, comenzando por las aberturas y continuando con las protecciones solares o con las aislaciones térmicas. En todo caso, apostar por estas modificaciones es una inversión que luego podrá ser recuperada por los propietarios en una transacción inmobiliaria porque elevar la calificación de la vivienda en el etiquetado de eficiencia aumenta el valor del inmueble.

Mazzoco cuenta que las mejoras modifican el confort de las viviendas y su precio de mercado a la vez que contribuyen con la trazabilidad ambiental porque "está demostrado que cada decisión que se toma en relación al diseño tiene un impacto enorme en el ahorro de la energía que consumimos".

Los reacondicionamientos para bajar el nivel de consumo energético pueden hacerse mejorando la envolvente en paredes, techos, ventanas y pisos, modificando los artefactos de iluminación y equipos de acondicionamiento térmico o bien incorporando sistemas de energía renovable totalmente nuevos.

En Europa, la etiqueta otorga valor adicional al inmueble

El punto de partida para el etiquetado energético

"El punto de partida es conocer la orientación y las características de los edificios; sería importante que tanto propietarios como inquilinos pudieran cambiar las fachadas de los mismos colocando protecciones solares o que se pudieran reemplazar las carpinterías de las edificaciones como así también colocar láminas de control solar en vidrios,", explica la especialista.

En Argentina, el 40% de la energía que se consume está destinada para espacios habitables -ya sea residenciales, comerciales o públicos- donde el gas natural representa aproximadamente el 57% y la electricidad un 35%. Esto "demuestra que hay un gran desafío por delante con relación a otros países donde estas certificaciones se aplican desde hace más de 20 años", dice Francisco Pedrazzi, Gerente de Relaciones Institucionales Global de Barbieri.

En Europa, la etiqueta otorga valor adicional al inmueble, obteniendo las viviendas que menos consumen la calificación más alta y aumentando por lo tanto, su valor en el mercado. Además, hay exenciones impositivas e incentivos para rehabilitar y mejorar constructivamente aquellas casas que más lo necesiten.

Algunos países incluso ya utilizan el concepto passive house para las casas y NZE (Near Zero Emissions) para los edificios. En Argentina, por el momento, la etiqueta es voluntaria. Sin embargo existen 4 provincias con leyes de etiquetado en proceso de reglamentación que la harán obligatoria. Pedrazzi manifiesta "que la medida busca que a largo plazo este sea un instrumento que genere un sello distintivo con incidencia en el valor del mercado de un inmueble".

Tanto desde Barbieri como desde Saint Gobain destacan el impacto que tendrá en el mercado inmobiliario la adhesión a este tipo de tecnologías nuevas y prácticas constructivas locales. Pedrazzini justifica realizar una inversión para reacondicionar la propiedad en pos de un mejor uso de las energías argumentando que "el ahorro neto que se realiza disminuyendo el consumo durante la vida útil de la casa o departamento se percibe casi de inmediato a la vez que es posible con estas nuevas tecnologías aislantes mantener las condiciones de confort higrotérmico".