La duda de los empresarios: ¿el desencadenante de la crisis será la política o la economía?
Esta semana hubo tres eventos empresariales que concentraron la atención de la empresarios políticos y sindicalistas: la cena de bienvenida al embajador de los Estados Unidos, Mark Stanley, organizada por la Amcham, la cena de la Fundación Conciencia y la presentación de Carlos Melconian, en la Bolsa del Comercio como nuevo director de la Fundación Mediterránea.
En esas reuniones se habló de varios temas de un Gobierno en estado de shock por el conflicto irresuelto entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner y del peligro de una futura parálisis del Gobierno y también en el Congreso de la Nación.
La votación del nuevo acuerdo con el FMI mostró un Frente de Todos resquebrajado con una oposición de Juntos por el Cambio con el que no se ponen de acuerdo.
Cuatro temas que acapararon la atención de todos
También se habló de cuatro temas de interés que han tomado mucha relevancia en los últimos días. El primero tuvo como epicentro al homenajeado embajador Stanley en el Four Seasons. La visita de la semana pasada del embajador al despacho de la vicepresidenta no estaba en la agenda de nadie.
En particular de Alberto Fernández que se enteró de la noticia como la mayoría por las redes sociales.
"El Twitter es la principal arma de ella desde que lanzó su primera carta empezó a erosionar la figura de él" dijo un importante empresario del rubro de la construcción sin nombrar a ninguno de los dos integrantes del Poder Ejecutivo mientras los comensales degustaban pollo teriyaki y hummus de langostino acevichado y cazuelitas con pesca y pasta rellena del día todo bien regado por litros de vino malbec y , champagne.
Otro empresario muy relacionado con la embajada americana se preguntaba: "ya que está de moda el googleo busquen cuantas veces un embajador americano fue al Congreso de la Nación a visitar a un vicepresidente. Además fue a hablar con una vicepresidenta que se retiró de la votación del acuerdo con el FMI donde los EE.UU. son el socio principal y que ordenó a su hijo Máximo a renunciar a la presidencia del bloque del Frente de Todos en Diputados".
La sorpresa por la reunión CFK-Stanley
En ese aspecto hay que señalar que también es difícil de entender que se haya citado a Stanley para pedirle apoyo para un proyecto de ley de un nuevo blanqueo impositivo que tiene por objetivo pagar la deuda renegociada con el FMI.
Algunos empresarios comentaban que al parecer el embajador americano decidió enterarse directamente por CFK de lo que ella piensa y no por algunos funcionarios del Gobierno que visitan la embajada asiduamente para llevar algunas versiones que a veces llegan muy distorsionadas. Un empresario de la industria farmacéutica relataba que allí donde en ese despacho donde fue recibido el embajador se organizó el viaje para buscar el primer cargamento de Sputnik de Rusia y también le adelantaba a sus colegas que Hugo Sigman vendió un 55 por ciento de su laboratorio a un grupo alemán.
Stanley, definió a la relación entre Argentina y EEUU como "importante y multifacética" y entre las frases más importantes de su discurso mencionó que: "La estabilidad, la previsibilidad y la transparencia son claves para el clima empresarial y de inversión", dijo en la que seguramente fue su definición política más destacada. También agregó que :"Quiero expandir y profundizar aún más esta relación de manera que proteja y defienda la democracia y los derechos humanos, aumente el comercio y la inversión, y promueva nuestra prosperidad económica mutua" y destacó la recuperación del comercio bilateral de bienes.
Nuevo blanqueo impositivo: un tema espinoso
El segundo tema del que más se habló en esas reuniones fue el proyecto de ley para un nuevo blanqueo impositivo por medio de la senadora kirchnerista Juliana Di Tullio. Un proyecto muy resistido en el mundo empresarial que de acuerdo a los comentarios tiene grandes errores de diseño y muchas inconsistencias en particular donde debe comenzar a tratarse un proyecto de ley relacionado con temas impositivos.
El mismo debe ser presentado en la Cámara de Diputados para luego pasar al Senado. El artículo 52 de la Constitución Nacional establece que el trámite parlamentario debe comenzar en diputados.Otro de los temas en discordia es que el nuevo proyecto otorgaría un beneficio para los evasores que tengan sus bienes en el exterior, respecto de quienes los tienen sin declarar en el país.
El senador Martín Lousteau, uno de los presentes en el Four Seasons, destacaba que a esa ley si sale le tendría que llamar "Daniel Muñoz", en alusión al fallecido ex secretario privado de Néstor Kirchner cuyos herederos podrían blanquear los más de 70 departamentos que Muñoz habría comprado en Miami y en otros lugares del mundo y que están sin blanquear.
También se criticó la figura del llamado colaborador impositivo ya que los bancos podrían estar obligados a denunciar a clientes que no tienen bienes declarados en el exterior. Lo sorpresivo fue que desde la Casa Rosada, por medio de su portavoz Gabriela Cerruti, se anunció que el Presidente estaba de acuerdo con el proyecto de ley.
Expectativa por los anuncios que hará Massa a fines de abril
El tercer tema que se comentó fue en la cena de Conciencia fue el de los anuncios que haría entre el 23 y 24 de abril el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, en Mar del Plata, quien sorprendió a todos con su abrazo al Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cada vez más consustanciado con su proyecto presidencial.
En esos días se desarrollará un congreso de su partido, el Frente Renovador, en el que se definiría si ese frente seguirá participando o no en el Frente de Todos y también se hablaba que se podría conocer allí el nombre del candidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires donde ya están en carrera por lo menos seis intendentes de ese distrito.
En esa cena se pudo ver a los gobernadores Gerardo Morales, Mariano Arcioni, de Jujuy y Chubut, respectivamente; a los diputados de Cambiemos; Martín Tetaz, Mario Negri, Cristian Ritondo y Fabio Quetglas, y al senador Alfredo Cornejo.
Casi desapercibido pasó Roberto Arias, secretario de Política Tributaria del ministerio de Economía. Con todo, no pudo evitar algún comentario irónico, siempre por lo bajo, sobre el nuevo proyecto de ley para generar un "impuesto a los evasores".
También estuvieron Jorge Neme, vicejefe de Gabinete; Marco Lavagna, titular del Indec; la recién renunciada Mercedes D’Alesandro, hasta esta semana directora nacional de Economía, Igualdad y Género de Economía; Malena Galmarini, titular de Aysa; Sergio Federovisky, segundo en Medio Ambiente; la diputada Graciela Camaño, y el ex gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.
Una cumbre en medio de la crisis del oficialismo
La cumbre marista se realizará en medio de una crisis en el oficialismo, en donde el kirchnerismo y el sector que responde a Alberto Fernández están cada vez más alejados Un distanciamiento que se hizo más evidente a partir de la votación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). A ese Congreso ya están convocados la reunión de los referentes del partido de toda la provincia de Buenos Aires, tanto ministros, como legisladores nacionales y bonaerenses, concejales y militantes y podría haber una visita inesperada para mostrar su apoyo a Massa.
Massa explicaba en la cena de Conciencia que lo que él plantea es un "Pacto de la Moncloa argentino", y destacaba que: "Este es un año ideal para que esa cultura del encuentro se transforme en acción concreta, para que salgamos de la idea amigo-enemigo y podamos construir en el Congreso ámbitos de diálogo y para que le demos algunos temas certidumbre no solamente a los sectores involucrados en las reglas que fijemos sino a la sociedad".
El líder del Frente Renovador planteará a los presidentes del bloque de la oposición que hagan propuestas. Además, quiere generar en el Congreso un ambiente de trabajo que "se eleve por sobre las discusiones cotidianas" y de esta manera ofrezca garantías de gobernabilidad.
Sergio Massa insiste en esto a partir de las tensiones que existen entre los otros referentes del Frente de Todos, Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Estuvieron en esa cena entre otros el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, el de Jujuy, Gerardo Morales, el de Misiones Oscar Herrera Ahuad, Neuquén, Omar Gutiérrez, Corrientes, Gustavo Valdés.
Entre los hombres y mujeres de negocios presentes se vio a Paula Altavilla (Schneider Electric), Martín Zarich (BBVA), Adrián Werthein (Grupo Werthein), Federico Ovejero (GM), Javier Martínez Álvarez (Tenaris), Felipe de Stefani (WarnerMedia), Verónica Marcelo (Natura), Cecilia Giordano (Mercer), Sergio Kaufman (Accenture) y Mariana Schoua (Orazul Energy), Santiago Pordelanne (Equifax), María Eugenia Tibessio (Dupont) y Gabriela Bardin (P&G), entre otros.
¿Cuál será el futuro de Martín Guzmán?
El cuarto tema importante que se trató en esas reuniones fue el del futuro del ministro de Economía, Martín Guzmán. En una de esas reuniones un funcionario cercano a La Cámpora relató que "la suba de la inflación nos está matando a todos y vemos que no hay reacción para frenarla y no tenemos una política para controlar los precios y proteger el poder adquisitivo de los salarios".
Una especie de pase de facturas contra los ministros Guzmán y Matías Kulfas, a quienes el kirchnerismo quiere fuera del Gobierno, y también hubo críticas contra el secretario de Comercio, Roberto Feletti.
Contra ellos apuntó Wado de Pedro, confirmando el malestar de un sector del Frente de Todos.
"En nuestro espacio político particular, no como frente, tenemos militancia, tenemos territorio, hacemos plenarios, hacemos encuentros, caminamos y es lo que se ve en la calle", dijo De Pedro sobre la enorme cantidad de trabajadores que no llegan a fin de mes.
"Hay una recuperación del empleo, de la economía, venimos de crecer, bajó la pobreza, bajó la indigencia, pero hay un sector que depende mucho de la gestión de la economía", explicó el ministro.
"Esa gestión tiene que ver con el control de precios, de la inflación y con la necesidad de, cuando hay un desfase, generar alguna política para compensar", apuntó respecto a la gestión económica.
Un Presidente "desconcertado"
Las declaraciones de De Pedro llegan en un contexto donde se observa una presión del kirchnerismo para que Alberto Fernández haga cambios en el equipo económico, y a quienes responsabilizan por la derrota electoral del año pasado y la caída de la imagen de todos los dirigentes del FDT.
La mayor crítica del kirchnerismo contra Guzmán es porque esté se abrazó al acuerdo con el FMI y se desentendió del problema económico más grave como la inflación. No es casual que haya sido Wado De Pedro el encargado de formular las críticas si recordamos que fue el ministro del Interior el encargado de acelerar una crisis el año pasado con las renuncias de los funcionarios kirchneristas que siguen en el Gobierno.
"Al Presidente se lo ve desconcertado y solo, confrontando con quien lo designó. Las perspectivas son de malas, a muy malas. La presión fiscal recae siempre en los que producen y trabajan. Si la próxima elección la gana la oposición encontrará una situación muy mala, y acá no se puede gobernar con la mitad. Para hacer lo que hay que hacer se necesita un capital político muy grande. Si ganan los que están, se van a correr más a la izquierda", comentó un empresario de una importante terminal automotriz.
El problema energético, la preocupación por la inflación, los impedimentos para importar y la incertidumbre general que provoca la administración de Alberto Fernández fueron otros de los temas que se mencionaron.
La inflación de marzo fue el tema candente. Un economista recién llegado de Nueva York comentó: "si proyectamos para todo el año el promedio del primer trimestre, el aumento de los precios este año llegaría al 75% muy por encima de los números de 38 a 48 por ciento que prometió el FMI. Ese número rige las demás coordenadas del programa, es decir, la pauta de devaluación, el aumento de tarifas, la tasa de interés".