En la "temporada" de paritarias impulsada por la Casa Rosada y monitoreada por el ministerio de Trabajo, se logró un nuevo acuerdo, en esta oportunidad en la industria de la Alimentación, donde sobrevoló la posibilidad de aplicar un duro plan de lucha que amenazaba con paralizar las fábricas. Después de prolongadas discusiones, la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA) y Federación de Industrias de Productos Alimenticios y Afines (FIPAA) pactaron un aumento del 59%, que se pagará en 4 tramos con cláusula de revisión en septiembre y febrero.

La duración de la paritaria es anual y abarca el período mayo 2022 – abril 2023. Los porcentajes se aplicarán de la siguiente forma: 18% en mayo; 15% en agosto; 14% en noviembre y 12% en febrero.

No se esperaba lo mejor de la negociación

El gremio de alimentación cerró paritarias luego de haber amenazado con un paro

El acuerdo fue firmado por el secretario General de la FTIA Héctor Morcillo y Rodolfo Daer, titular de la poderosa seccional Capital y provincia de Buenos aires del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación. Desde el sector empresario, se destacó la figura del Daniel Funes de Rioja, titular de la COPAL y presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA). El cierre del acto contó con la presencia del ministro de Trabajo, Claudio Moroni.

Las reuniones previas entre el gremio y los empresarios no presagiaban lo mejor. De hecho, el propio Daer había dado como última posibilidad de acuerdo este encuentro en la cartera laboral. Y cuestionaba la postura empresarial por considerarla "insuficiente".

Según revelaron voceros gremiales a iProfesional, las empresas proponían un aumento del 45% para la paritaria anual, mientras que la Federación exigía un 60% con doble cláusula de revisión. Finalmente se limaron diferencias y se firmó por el 59%, porcentaje casi avalado tanto por los sindicatos como por los empresarios para llegar a un acuerdo.

El gremio logró un aumento del 59% que se pagará en cuotas

Importantes ganancias de las empresas

Daer y Morcillo llegaron al encuentro en el ministerio de Trabajo con el mandato de anunciar medidas de fuerza si no firman una mejora salarial. Antes de comenzar la reunión, Daer sostuvo que "la industria de la alimentación viene con ganancias desde la pandemia, que se potenciaron con el conflicto bélico" y agregó que "solo basta con mirar los balances de los últimos dos años para tener una idea de lo que han facturado".

Explicó que hasta ese momento, "todas las negociaciones fracasaron porque no quieren superar el techo que fijan del 45% y lo que nosotros pretendemos es que las trabajadoras y trabajadores de la Alimentación no pierdan el poder de compra de sus salarios" y añadió que ese porcentaje "es firmar la pérdida absoluta del salario".

El plan de lucha contemplaba asambleas y quite de colaboración por turnos –afectando la cadena de producción de las fábricas-, movilizaciones a la cámara y protestas en las empresas, más una campaña de difusión mostrando las ganancias de las alimenticias y el nivel de los salarios del sector, para finalizar con un cese de actividades por 24 horas a nivel nacional para fines de la semana próxima.