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Se hunde el crédito y Massa ya planea un viraje en la política de tasas para apuntalar la economía

En medio de las restricciones, empresas y consumidores particulares dejan de endeudarse. El Gobierno evalúa un nuevo camino para las tasas de interés
15/12/2022 - 15:20hs
Se hunde el crédito y Massa ya planea un viraje en la política de tasas para apuntalar la economía

La acelerada suba de las tasas de interés cumplió con el objetivo buscado: evitar una nueva crisis cambiaria. En la actualidad, el costo del dinero quedó positivo en términos reales, tal como se acordó con el Fondo Monetario.

Claro, el impacto negativo de esa medida ya se sabía de antemano: el encarecimiento de los créditos repliega las inversiones y también el consumo. Es por eso que el Gobierno evalúa una rebaja en las tasas de interés. No obstante, espera a que la inflación se desacelere antes de definir la medida.

El efecto sobre la actividad económica es ineludible. Así lo demuestran los últimos datos oficiales.

En concreto, el nivel de créditos al sector privado (empresas y particulares) lleva cinco meses consecutivos de caída. Esa tendencia está relacionada con la cantidad de meses que lleva la estrategia oficial de sostener una tasa de interés positiva frente a la inflación.

Durante noviembre, el volumen de créditos a los privados cayó nada menos que 12,5%, en términos reales, descontada la inflación, en comparación con el mismo mes del año pasado. La baja contra octubre fue menos dramática, del 0,4%, de acuerdo a un reporte de la consultora LCG en base a los registros del Banco Central.

Los préstamos a las empresas se contrajeron 8,6% el mes pasado versus noviembre de 2021, cuando la actividad económica despegaba con fuerza tras la pandemia, y con tasas de interés más bajas que las actuales. De hecho, hoy en día, la tasa efectiva anual de los plazos fijos ya está en el 107%, pero el costo que los bancos le cobran a las empresas y a los consumidores puede duplicar aquel rendimiento.

En lo que va del año, las líneas bancarias destinadas a las compañías muestran una contracción del 14,7% (real). Si se compara el nivel actual contra el pico que tenían los créditos en mayo de 2018, justo en el momento que se inició la crisis cambiaria durante la administración Macri, la caída llega al 45%, siempre hablando en términos reales. 

Por las altas tasas, los créditos a privados vienen en caída.
Por las altas tasas, los créditos a privados vienen en caída.

Créditos: qué pasa con el financiamiento al consumo

Los créditos al consumo también se desploman. En noviembre, la baja -siempre en términos reales- resultó del 15,8% en comparación con noviembre del año pasado. Contra octubre, prácticamente no hubo cambios.

Junto a las tasas de interés que regula el Banco Central, hubo un aumento sensible sobre todas las líneas bancarias.

Los datos se encuentran en la página del Banco Central: los bancos líderes les están ofreciendo a sus clientes préstamos personales con un CFT (Costo Financiero Total) de entre 215% y 298% anual. Es decir, llegan a triplicar la tasa de inflación esperada para este año.

En el caso de los bancos de segunda línea de capital privado -que en su mayoría funcionan en los distritos del interior del país-, el CFT trepa al 355% anual. Está claro que ningún salario podrá aumentar en ese mismo nivel este año, con lo cual es muy probable que estos créditos impliquen cuotas mensuales impagables.

Tasas: el costo de financiar con tarjeta, por las nubes

Todos los costos para financiar el consumo "volaron" tras las últimas subas de las tasas. Algunos otros ejemplos: 

Tras el último retoque de las tasas de interés, el costo financiero total para postergar el pago de la tarjeta pasó al 132% anual (77% nominal anual y 111% efectivo anual).

El financiamiento con tarjeta de crédito, encarecido.
El financiamiento con tarjeta de crédito, encarecido.

Muy atrás en el tiempo quedó la pandemia en que el costo para refinanciar los consumos con las tarjetas había quedado en el 43% anual (55% de CFT), con una inflación del 36% para aquel año 2020.

Muy distinto a lo que ocurría hace más de una década, cuando fue creado, el sistema del "Ahora 12" ya no significa comprar a 0% de interés.

El costo financiero, tras la última actualización, ya subió al 102% anual, en línea con la inflación de los últimos 12 meses. También con las mejoras salariales. Pero ya no es "gratuito", lógicamente.

Para el "Ahora 24" (24 cuotas), el CFT ya trepa al 116% anual.

¿Rumbo a una recesión?

En el equipo económico descartan que la actividad económica, en medio de este proceso, se hunda en una dinámica recesiva. Los funcionarios consultados lo desmienten. Pero, cierto es, se trata del efecto que la contracción monetaria está mostrando en otros países.

En medio de la tendencia global de alzas de tasas de interés, países como Suecia o la Gran Bretaña ya sufren un ciclo muy afectado, rumbo a la recesión.

La economía, bajo la amenaza de una dura recesión.
La economía, bajo la amenaza de una dura recesión.

El último informe de la Reserva Federal (banca central estadounidense) ya advirtió que habrá un desplome de las inversiones del sector privado en los Estados Unidos. Y que el ciclo alcista podría endurecerse todavía más.

En la Argentina, que atraviesa una situación particular no sólo por la suba de las tasas de interés sino por la escasez de divisas, el INDEC ya dijo que la actividad económico registró un freno durante septiembre último -cayó 0,3% versus agosto-, pero ahora la cuestión pasa por saber si ese signo negativo será el primero de un ciclo recesivo más profundo.

Lo que está claro es que las restricciones que se impusieron para evitar un mal mayor -una devaluación abrupta en medio de un debilitamiento de las reservas del Banco Central- también implican costos para la actividad económica.

Básicamente, lo que se está viendo es que el bloqueo a las importaciones tiene un doble impacto: por un lado, implica una aceleración inflacionaria (por la incertidumbre de los empresarios a conseguir dólares para importar) y, por el otro, una caída en el nivel de consumo.

El registro del INDEC luce como un incipiente reconocimiento de lo que viene: sin dólares suficientes, la economía tiene más para sufrir que para expandirse.

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