La mesa navideña no escapa, lógicamente, a la dinámica inflacionaria. Los aumentos de los alimentos que suelen ponerse fueron incluso más allá que el promedio, que de por sí dejaron atrás los ajustes salariales.

De acuerdo a un relevamiento realizado por el Isepci, que dirige Isaac Rudnik, el costo de una mesa típica de Navidad para cuatro personas (dos adultos y dos niños) se encareció alrededor del 120% durante el último año. Dependiendo de si se incorpora pollo o asado en la cena, el aumento fue del 119,7% o bien del 123,2% en el caso de la carne vacuna.

Según Isepci, una familia tipo debería costear $6.785 en el caso de valerse de un pollo de dos kilos y medio o de $8.060 si elige cenar dos kilos de asado. El año pasado, el costo era de $3.089 y de $4.254 respectivamente.

Para hacer los cálculos, Rudnik toma en cuenta una mesa de Navidad con 22 artículos. Incluye bebidas sin alcohol, sidra, vino, frutas y algunos de los tradicionales productos que se consumen para esta fecha (mesa dulce), como pan dulce, turrón y garrapiñada.

Los productos que más aumentaron

Algunos de los incrementos más fuertes se dieron en los alimentos -como el pollo y las verduras- que integran la mesa familiar cotidianamente. El kilo de pollo, por caso, aumentó 121%; y el pan, un 150% ($175 medio kilo).

Entre los productos típicos de Navidad que más se encarecieron, la sidra encabeza el ranking, con un 145% ($420) mientras que el Ananà Fizz ajustó un 120% y un turrón tradicional, un 111%.

En este contexto, el consumo popular vuelve a mostrar registros negativos.

El costo de una mesa típica de Navidad para cuatro personas se encareció alrededor del 120% durante el último año

Consumo en rojo

En noviembre, el consumo de productos de la canasta básica volvió a mostrar un signo negativo. La caída fue de 5,2% en comparación con noviembre del año pasado, de acuerdo al último informe de la consultora especializada Scanntech.

La merma se vincula con la contracción del poder adquisitivo de los consumidores, en medio de una inflación que este año superará el 90%.

La caída se concentra en los pequeños comercios de barrio -autoservicios y almacenes- que son los negocios a los que no llega la canasta de 2.000 productos a precios congelados. Ni existe el tope de aumentos del 4% que sí se controlan en las grandes cadenas de supermercados.

De hecho, el reporte de Scanntech revela que la inflación en los autoservicios alcanzó al 6% en noviembre, por encima del 4,9% medido por el Indec. Y más aún respecto del 3,5% de incremento promedio en el rubro de los alimentos.

Esa mayor inflación en los comercios más chicos dan cuenta de una realidad: estos negocios venden más caro que las grandes cadenas. Básicamente porque los comerciantes no tienen acceso a los mejores precios del mercado, que sí llegan a los supermercados.