Todavía no hubo una convocatoria formal por parte del Gobierno, pero los empresarios ya se preparan para la pelea. Creen que las negociaciones -posiblemente a partir de la primera semana de febrero- serán muy ásperas. Acaso más duras que las últimas, a pesar de que las expectativas inflacionarias se vienen enfriando.

Las principales fabricantes de alimentos y bebidas pretenden abrir la discusión por la continuidad de "Precios Justos", el principal programa que puso en marcha Sergio Massa desde que asumió en agosto del año pasado.

Massa ya dijo que buscará la continuidad de este plan durante cuatro meses más, al menos hasta el final del invierno. 

Los ejecutivos admiten que ese plan va a seguir, ya que se trata del reemplazo de "Precios Cuidados", el programa creado por el kirchnerismo y que siguió vigente durante el gobierno de Mauricio Macri.

A diferencia de "Precios Cuidados", el nuevo "Precios Justos" tiene dos condiciones: una canasta de 1.900 productos con precios congelados hasta fin de febrero. Por otro lado, se acordó que alrededor de 20.000 artículos de primera necesidad que se venden en las grandes cadenas de supermercados no pueden aumentar más que el 4% mensual.

Ahora, los empresarios objetan ambas condiciones.

Precios Justos, un programa clave de Massa para consolidar la desaceleración inflacionaria.

Precios Justos: los polémicos argumentos de uno y otro lado

Los dueños de empresas quieren que los productos que mantienen sus valores desde noviembre salgan de ese congelamiento. Consideran que en el contexto inflacionario es inviable sostener esa estrategia. Aunque se trate de una canasta muy pequeña.

El Gobierno logró que esa muestra de 1.900 artículos sean con las "marcas propias" de los supermercados, y que sean esos canales comerciales los que negocien con distintos proveedores. Es lo que volverán a plantear los funcionarios cuando se retomen las negociaciones.

La pelea más importante, sin embargo, se va a dar en torno de los artículos que no tienen precios "congelados" pero que tienen un tope de incremento del 4% mensual.

Para los empresarios, ese máximo es inviable.

Mencionan que en algunos rubros no llegan a cubrir los aumentos en las materias primas, lo que implica vender a pérdida. Hay sectores bajo la lupa: en el sector de las bebidas, los vinos, las cervezas y las gaseosas.

En el caso de los vinos, hubo heladas en la zona de Cuyo antes de fin de año que incrementaron la materia prima mucho más allá del 4%.

Precios Justos: los empresarios no quieren seguir con el congelamiento.

También hay problemas con el sector de los enlatados. Ya sean legumbres o vegetales. Por la sequía, los precios de las materias primas se recalentaron, en línea con la sensible caída en la producción. 

En simultáneo, algunos fabricantes que solían compensar retracciones en la producción local con mayores importaciones, ahora no lo pueden hacer por las trabas que el Gobierno impone sobre las compras en el exterior.

En las gaseosas se argumenta la suba en el precio de los endulzantes y de los envases. 

Los "desvíos" de algunas empresas

Lo hacen algunas fabricantes, sobre todo medianas y pequeñas: le ponen un tope a sus entregas en los supermercados y desvían la mayor parte de su producción a otros canales comerciales (mayoristas, autoservicios, almacenes).

De esta manera, evitan quedar "atrapadas" por las condiciones que les imponen los supermercados, que a su vez están condicionados por los acuerdos con la secretaría de Comercio Interior.

Ese condicionamiento va desde el mencionado máximo del 4% de aumento mensual hasta la cantidad de días que demoran en pagar las facturas, que a veces se extiende más de 90 días. 

Las empresas fabricantes de alimentos condicionan la continuidad del programa Precios Justos.

No todas las compañías pueden valerse de esta maniobra: algunas se ven obligadas a mantener su esquema de ventas para poder hacer frente a los costos fijos. En otras palabras, no pueden suplantar con el canal comercial más chicos lo que les venden a las grandes cadenas porque no les alcanza para financiar sus costos.

La ecuación es muy ajustada y deben sacar bien las cuentas. Algunos empresarios se reúnen más veces con sus gerentes financieros que con los responsables de la parte comercial. 

Inflación: la estrategia de Massa

Para el ministro de Economía, el lanzamiento de "Precios Justos" significó mejorar las expectativas inflacionarias en el rubro más sensible de todos: los alimentos. 

De hecho, desde que se presentó el programa, los precios de la comida fueron los que menos subieron. Quedaron por detrás del promedio en los últimos dos meses.

Claro que la carne, cuyo precio se mantuvo estable en los últimos tiempos, ayudó a la estabilidad. Según la consultora Eco Go, los alimentos aumentaron 4% promedio en diciembre. Pero si no fuera por la estabilidad de la carne, el índice "alimentos" se hubiese elevado el 4,8%. 

La carne "pesa" el 26% del rubro de los alimentos que mide el INDEC y el 9% de todo el IPC.

El éxito de la estrategia inflacionaria, objetivo clave del Gobierno en el año electoral.

Por eso mismo, Massa no quiere correr riesgos: va a apurar la extensión de los acuerdos.

Con ese objetivo, volverá a prometerles a las empresas que tendrán acceso a los dólares "oficiales" para poder importar sus insumos sin problemas.

Ese compromiso, que ya está en plena vigencia, se viene cumpliendo a medias, dicen los empresarios. Por un lado, es cierto que les acortaron los plazos para acceder a las divisas, pero todavía no les permiten adelantar las compras en el extranjero.

Así como Massa cuida los precios internos, también cuida al máximo los dólares del Banco Central. Es el angosto margen que tiene la economía para moverse sin caer en una crisis.