Los dólares paralelos parecieran no encontrar techo y las consecuencias de su suba podría traer grandes complicaciones macroeconómicas que tendrán grandes perdedores: los consumidores, la industria manufacturera y los comercios minoristas.

El dólar blue, que cerró este viernes en $442 para la venta, alcanzó en la semana su mayor suba desde julio de 2022 (después de la renuncia del exministro de Economía, Martín Guzmán), afectando las expectativas de los agentes económicos que recaen en mayores temores sobre los precios que tendrán los bienes y servicios que consumimos hasta impactar a todas las actividades productivas del país.

La aceleración de la inflación en los últimos meses viene acompañada por el aumento del tipo de cambio oficial e informal. Por su parte, la inflación, indica la Consultora Ecolatina, ya tendría un piso del 7% para abril según las mediciones de la primera quincena de abril. Mientras que en estos últimos 6 meses, la moneda argentina expresada en el valor del dólar oficial se devalúa más de 40% y en torno al 30% si se toma al blue como referencia.

Cómo afecta la suba del blue a la economía

La disparada del tipo de cambio y la aceleración de la moneda dura afectan, principalmente, a los consumidores y a los sectores que tienen un alto componente importador en sus cadenas de producción.

El poder adquisitivo de los argentinos tan erosionado por la suba generalizada de precios, ha perjudicado al consumo, a tal punto que de acuerdo a la Consultora Focus Market la caída se profundizó en la primera semana de abril hasta el 13,7%. De este modo, la contracción en la demanda es del 7,3% en lo que va del año, en una economía que ha elevado la canasta básica para una familia tipo hasta los $191.228, para no ser considerado pobre, según publicó el INDEC en la víspera.

Por su parte, el fuerte impacto a raíz de la fluctuación cambiaria en las empresas importadoras, se debe a que éstas deben incluir en su matriz de producción el valor dólar como variable. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos, las importaciones fueron de u$s6.782 millones en marzo, es decir que se hundieron 4,2% interanual, mientras que hacia adelante podría empeorar la cifra debido a la escasez de divisas y mayores controles en el mercado monetario.

Desde el Instituto de Investigaciones de UADE señalan a este medio que "estos sectores se ven perjudicados en mayor o menor medida por este efecto, debido a que el alza en el tipo de cambio se traslada a los precios de los insumos que se pueden conseguir localmente. De esta manera, los costos de producción en Argentina aumentarán al ritmo de la inflación y del dólar paralelo".

Cuáles son los sectores productivos más afectados por el dólar

Bajo este panorama, el Instituto de Economía (INECO) de UADE, a través de un informe exclusivo para iProfesional, indica que los sectores productivos más afectados ante la suba del tipo de cambio oficial serán: la industria manufacturera y los comercios minoristas.

Las industrias locales están ligadas al dólar para adquirir sus insumos y bienes de capital

Entre ellos, destacan a los segmentos exentos de un comercio exportador que operan con un alto componente atado al dólar.

La industria local, en problemas por un dólar disparado

Por su parte, la industria manufacturera opera en gran parte con precios atados a la divisa estadounidense provenientes de insumos y bienes de capital indispensables para llevar a cabo su actividad. A su vez, indican que el sector no se caracteriza por ser un gran exportador, a diferencia del agrícola y ganadero.

La suba tan repentina del dólar en el ámbito local, subrayan, podría seguir empobreciendo a la industria local, que ya en el índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) mostró valores negativos para los primeros meses del año, dando en enero signos de una desaceleración de la actividad y en febrero cayendo un 1,3%.

"Siendo aquellas áreas, dentro de la industria, las perjudicadas por la situación económica: alimentos, bebidas y tabaco; madera, papel, edición e impresión; productos de caucho y plástico; y otros equipos, aparatos e instrumentos", amplían expertos de UADE.

El comercio minorista también sentirá el impacto del dólar

Por otro lado, el sector de comercio minorista estará afectado heterogéneamente por la pérdida de poder adquisitivo de los argentinos y el traslado a costos del aumento del nivel de precios en dólar. De acuerdo a los datos que atestigua el INDEC sobre el consumo privado, comentan desde la casa de estudios, se desaceleró a partir del tercer trimestre 2022 y no logra repuntar. "Siguiendo esta dinámica, las convulsiones cambiarias golpearán aún más a la débil actividad comercial", mencionan.

Comercio minorista podría ser gravemente golpeado por la suba del dólar

Ante esta realidad, en la que los argentinos debemos apretarnos los cinturones y medir con precisión los egresos de nuestros flujos corrientes a la hora de adquirir bienes y servicios, cabe destacar que las Pymes sentirán un mayor impacto, tanto las de la industria como las de comercio, debido a la reducción en márgenes y peores condiciones de negociación frente a un contexto en constante movimiento.

Tras escalada del blue: ¿efectos recesivos?

Cabe destacar que de acuerdo con el último informe del Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre de 2022, Argentina creció 5,2% en el año 2022 respecto del año 2021. Mientras que el sector manufacturero creció 5% interanual y el comercio un 6,4% en los últimos doce meses.

"Estos dos sectores representaron 0,83 puntos porcentuales y 0,84 p.p de incidencia positiva dentro del crecimiento del producto total y fueron los dos rubros que más peso tuvieron dentro de la expansión económica de 2022. Sin embargo, estos sectores fueron gravemente perjudicados en el tercer y cuarto trimestre tras la notoria devaluación de julio", comentan. Lo cual podría repetirse.

Entonces, según los analistas, la debacle cambiaria afectará en mayor medida a los dos sectores que más peso han tenido dentro del crecimiento del producto argentino el año pasado, y esto influirá negativamente en una caída significativa de la actividad para el 2023, generando un efecto recesivo para el resto de la economía.