En el escenario donde una empleada doméstica cesa su labor en el hogar de su empleador, es imperativo llevar a cabo el procedimiento correspondiente para formalizar la baja de la relación laboral.

Este proceso es esencial para cumplir con las obligaciones fiscales y legales pertinentes.

A continuación, se detalla el paso a paso para concretar este trámite en concordancia con las disposiciones de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Los pasos para dar antes de gestionar la baja de una empleada doméstica

Si la circunstancia dicta la desvinculación de la empleada, es esencial observar ciertas etapas previas. En caso de despido, se debe otorgar un preaviso mediante un telegrama, con un plazo de 10 días de antelación si la antigüedad laboral es menor a un año, o de 30 días si excede dicho lapso.

Si la decisión recae en la trabajadora, ésta debe notificar su renuncia con un preaviso de 10 días. Se recomienda obtener un telegrama como constancia de la renuncia.

En situaciones donde ambas partes acuerden poner fin al contrato, el empleador debería informar el acuerdo al Ministerio de Producción y Trabajo o al Tribunal de Casas Particulares correspondiente a la provincia de residencia.

Si tenés una empleada que realiza servicios domésticos y deja de trabajar a tu cargo, tenés que generar la constancia de baja de la relación laboral

Cómo dar de baja a una empleada doméstica

1. Obtener Clave Fiscal Nivel 2: Para iniciar el trámite, se requiere poseer una Clave Fiscal con nivel de seguridad 2, que habilita el acceso a los servicios de AFIP.

2. Registro Preexistente de la Empleada en AFIP: La empleada debe estar registrada previamente en la base de datos de AFIP.

3. Acceder al Portal de AFIP: Utilizando la Clave Fiscal, se accede al Portal de AFIP.

4. Navegar hacia los Datos de la Trabajadora: Una vez dentro del portal, se busca la tarjeta de la empleada a dar de baja y se accede a sus Datos del Trabajador.

5. Proceder con la Baja: En la sección de detalles de la trabajadora, se selecciona el botón de "Baja", el cual activa la visualización de la ficha completa con los datos previamente ingresados al dar de alta. Aquí se debe ingresar la fecha de la baja y confirmar la operación.

6. Obtener la Constancia de Baja: Tras completar el proceso de baja, se imprime la constancia correspondiente en duplicado y se firma una copia para entregarla a la empleada.

Es importante destacar que, al concluir la relación laboral, se deben abonar los aportes correspondientes al último período de trabajo mensual. Este trámite debe llevarse a cabo durante los primeros diez días del mes subsiguiente, dado que todos los aportes se cancelan en modalidad de "mes vencido". No obstante, el pago de la ART no es necesario, ya que se encuentra abonado por adelantado.

Además de la baja y los aportes, al generar el recibo de sueldo pueden surgir otras obligaciones, como el pago de indemnizaciones, vacaciones y aguinaldos, dependiendo de las circunstancias particulares.

Trámites AFIP: cómo dar de baja a una empleada doméstica

Causales habilitantes para la finalización del contrato de trabajo de una empleada doméstica

El artículo 46 de la ley 26.844, que regula la actividad de las trabajadoras de casas particulares, establece diez posibles motivos para poner término a un contrato laboral en este ámbito:

1. Mutuo acuerdo de las partes.
2. Renuncia de la trabajadora.
3. Fallecimiento de la empleada.
4. Jubilación de la empleada.
5. Fallecimiento del empleador.
6. Defunción de la persona a quien cuidaba la empleada.
7. Despido sin causa o con expresión de causa.
8. Denuncia del contrato de trabajo por parte de la trabajadora debido a incumplimientos del empleador.
9. Abandono del trabajo.
10. Incapacidad permanente de la trabajadora.

Por tal motivo, la finalización de una relación laboral con una empleada doméstica requiere una serie de pasos concretos ante la AFIP para garantizar la legalidad y el cumplimiento de las obligaciones impositivas. Desde notificaciones previas hasta la obtención de constancias de baja y pagos correspondientes, este proceso es fundamental tanto para empleadores como para trabajadoras y contribuye a un trato justo y equitativo en el ámbito doméstico.