La deuda externa bajará del 150% al 50% del PBI
La deuda argentina actual no es más despreciable, en términos nominales, si se la mide con la que pesaba sobre el país hace apenas cinco años. Pero se perfila como la más "llevadera" desde hace más de dos décadas, si se la considera en relación con el tamaño de la economía.
Se estima que, favorecido por la notable expansión en los últimos tiempos y su novedosa política de "desendeudamiento", el Gobierno logrará el año próximo reducir los niveles de deuda respecto del Producto Bruto Interno (PBI) a la tercera parte de lo que el país recibió con la devaluación.
Los especialistas esperan que esa relación se ubique en el 2007 en 54% del PBI; por debajo del nivel registrado en los ’90, cuando se empezaron a cuestionar los niveles de endeudamiento de la década pasada.
Así, la Argentina conseguirá reducir casi 20 puntos porcentuales de esa cifra en tan sólo dos años, que pasó de 71% a 61,8% desde la reestructuración de la deuda hasta hoy, y que alcanzó el 152% en diciembre de 2002.De este modo, para este año, el escenario continuaría mejorando y presentaría un cómodo "calendario" de pagos.
De acuerdo con datos de MVAS Macroeconomía, la Argentina deberá cancelar en el 2007 u$s14.344 millones, en concepto de vencimientos de capital e intereses, por la deuda contraída con organismos multilaterales y bilaterales de créditos, y la emisión de títulos y préstamos públicos.Se puede suponer que el éxito será fácilmente logrado, si se considera que, durante el próximo período, el total de disponibilidades del Gobierno ascenderá a los u$s11.625 millones, por lo que obtendría con el superávit primario, los adelantos transitorios del Banco Central y el financiamiento de prestamistas internacionales, y los recursos que tiene actualmente.La diferencia resultante, que deberá ser obtenida echando mano a diversas alternativas de financiamiento, será de u$s2.720 millones. Para los expertos, se trata de una cifra "cómoda" en términos macroeconómicos, sobre todo por el atractivo que mostraron los inversores las últimas emisiones de bonos que realizó el Gobierno en el exterior."Es un número super manejable, si se consideran que esos requerimientos del año que viene representan apenas 1,2% del PBI, e implican renovar el 47% de los vencimientos de capital que se cancelarán al sector privado (que excluye a organismos)", aclaró el economista jefe de la consultora MVAS Macroeconomía, Javier Alvaredo.Actualmente, el total de la deuda externa reconocida por la Argentina es de u$s132.600 millones. Es u$s 4.000 millones mayor a la de 2005, en términos nominales, pero mejoró su composición respecto de la década pasada: mientras, en los ’90, las obligaciones contraídas en pesos eran de sólo 3% del total, hoy esa porción alcanza 47%, pero ajustada al CER. Del resto, alrededor de un 41% está en dólares, y un 11%, en euros.
La novedad de que un gran porcentaje de la deuda esté nominada en pesos tiene sus efectos positivo y negativo: aleja los riesgos frente a una eventual devaluación de la moneda, que dificultaría el pago de obligaciones en dólares; pero, por mantenerse ajustada al CER, evoluciona al ritmo del índice de precios que marca el INDEC.Según precisó el ex presidente del Banco Central, en un artículo que publicó un matutino porteño el mes pasado, por este ajuste "el valor de la deuda nueva aumenta 1.000 millones de dólares cada vez que que la inflación supera la devaluación por seis puntos porcentuales".
De acuerdo con sus cálculos, desde el anuncio del canje hasta hoy, los costos adicionales por este concepto fueron superiores a los u$s3.000 millones y podrían superar los u$s4.000 millones en el mediano plazo.La gran mayoría de los acreedores de la Argentina hoy son bonistas particulares e institucionales, con casi 60% de la deuda (u$s74.000 millones) y organismos multilaterales de crédito, con 12% (u$s15.300 millones).
Pero al monto total reconocido por el Gobierno se le deba añadir lo adeudado aún a "holdouts", de aquellos inversores que rechazaron el canje de deuda, que suman u$s24.100 millones; y al Club de París, por unos u$s6.000 millones.Con los países acreedores de este grupo se calcula que presentará una propuesta antes de marzo; mientras que, para los inversores que negaron la oferta de pago con un 40% de quita del capital nominal, estaría evaluando una reapertura del canje.
Una de las claves que le permitirá al Gobierno sortear los obstáculos que le presenten los vencimientos de capital en el 2007 será el superávit primario que, se prevé, obtendrá este año.
Los ingresos por la recaudación representarían más de u$s7.800 millones; casi 70% del total los recursos con los que podrá contar el Ejecutivo para efectuar los desembolsos.
"Respaldarse en una caja como ésta le da una gran fortaleza para tomar posicione. Mostrando estos números, el mercado le va a renovar todo", opinó a Infobaeprofesional el economista de Deloitte, Luis Dubitsky.
Ignacio Olivera Dolliolivera@infobae.com