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El sueldo no alcanza: estrategias simples y rápidas para defender los pesos de la inflación

Los salarios empezarían a recuperarse pero todavía no tocaron fondo. Qué estrategias hay para no perder tanto poder adquisitivo en sueldos y ahorros
16/02/2024 - 16:42hs
El sueldo no alcanza: estrategias simples y rápidas para defender los pesos de la inflación

El salto de los precios en diciembre y la elevada inflación que aún se espera para el primer trimestre de 2024 están minando el poder adquisitivo de los ingresos de los argentinos. Muy pocos sectores asalariados formales, públicos y privados, ya realizaron paritarias; los jubilados solo ajustan por la movilidad previsional cada tres meses y los informales e independientes están aún más rezagados.

Según la última información del INDEC, los salarios de toda la economía habían subido 144,3% interanual a noviembre, frente a una inflación de ese período de 161%. Pero, mientras los trabajadores registrados recuperaron 153%, los informales apenas llegaron a 101%. Los datos oficiales aun no se difundieron pero esto se agravará mucho más en diciembre, cuando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo una suba interanual de 211,4 por ciento.

Esta situación viene complicando el presupuesto de las familias y lo hará aún más en los próximos meses. El esperado cambio de precios relativos (que aquellos productos y servicios "atrasados" empiecen a recuperar más que el resto) recién está empezando.

El proceso comenzó con el dólar oficial y los combustibles, pero hay otros ajustes que aún no se realizaron como las tarifas, los boletos de transporte, medicina prepaga y muchos otros servicios que subieron mucho menos que los bienes en los últimos años.

Con este proceso en marcha, los ingresos pierden capacidad de compra todos los días y, aunque se espera que empiecen a recuperar en algún momento del año, muchos se preguntan cómo hacer para sobrevivir hasta que eso ocurra.

Sobre todo, cómo hacer para que los pocos pesos que hay en el bolsillo rindan lo más posible y para que no se desvaloricen los ahorros ante tasas de interés reales negativas.

Por la inflación, los ingresos de los argentinos pierden capacidad de compra todos los días 

Cuánto van perdiendo los ingresos frente a la inflación

La caída del poder adquisitivo ya lleva varios años y es una de las más graves de las últimas décadas. A diferencia de otros momentos, no está acompañado por problemas laborales (el desempleo está en niveles del 5,7 por ciento).

"La Argentina no está en una crisis de empleo sino en una crisis de ingresos. El dinero no alcanza para nada", remarcó Santiago Bulat, economista socio de Invecq Consulting SA en un encuentro organizado por S&C Inversiones.

Desde 2017, el ingreso per cápita familiar promedio perdió 22% de su capacidad de compra hasta 2023 y es de esperar que siga cayendo porque la elevada inflación acelera el proceso.

La situación es menos compleja en el sector de los asalariados privados formales, cuyos ingresos bajaron "sólo" un 12% en términos reales o de los empleados públicos que perdieron 20 por ciento.

"Sin embargo, los informales y las jubilaciones cayeron más del 30% desde 2017", agregó el analista económico.

¿Cuándo tocan fondo los ingresos?

Bulat estimó que esta tendencia va a continuar unos meses más pero "si la economía se estabiliza, los ingresos se van a recuperar muy rápido".

"En procesos desinflacionarios fuertes, el salario tiende a recuperarse", explicó aunque advirtió que "la gran pregunta es si la inflación se logra estabilizar o si se espiraliza" (como sucedió en otras épocas como el "Rodrigazo", por ejemplo).

De todos modos, suponiendo que haya una baja inflacionaria, las previsiones son que se recuperen los ingresos "pero desde niveles bajísimos, por una brutal caída en estos meses", que estimó en un 10% adicional.

 

Se espera que sigan descendiendo hasta mediados de año para luego empezar a subir. En noviembre de 2023 (último dato difundido), el salario formal promedio de la economía medido por el Ripte era de $525.168 bruto y se proyecta que bajaría un 10% a niveles de 2006 o 2007, para luego subir.

"Si el plan va bien, la baja de la inflación y las paritarias llevarían a recuperar el salario fuertemente, pero recién estaríamos volviendo en diciembre de 2024 a los niveles de 2022, todavía muy lejos de los de 2017", agregó.

El gran punto es si esta rápida recuperación continúa el año que viene y es sostenible en el largo plazo, dijo.

Estrategias para que el dinero no se desvalorice

Con este complicado panorama, las familias tienen que extremar los recaudos para que el dinero alcance para todos los gastos previstos y los ahorros no pierdan (al menos, no tanto) frente a la inflación.

En estos momentos, la principal recomendación es tener un manejo conservador del dinero, evitando realizar consumos innecesarios y contraer deudas que puedan complicar el futuro.

Tratar de generar un "colchón" es lo más atinado para afrontar aumentos fuertes de algunos gastos que se prevén para los próximos meses: prepagas, colegios, tarifas de luz y gas, transporte.

El ajuste de precios relativos que se quiere implementar (antes de estabilizar la economía y empezar a bajar la inflación) implica que muchos rubros que estaban atrasados tendrán que subir más rápido que aquellos que estaban adelantados.

 

Cómo manejar el dinero para gastos

Al analizar qué hacer con el dinero, hay que tener en cuenta el "para qué". Hay que distinguir:

  • Manejo del dinero para consumo de los gastos dentro del mes.
  • Manejo del ahorro de mediano o largo plazo.

Respecto al primer punto, hay varias recomendaciones para implementar:

Austeridad. Restringir todo lo que se pueda recortar que no sea necesario, dejando algún monto para esparcimiento pero limitado. Revisar planes de medicina prepaga, seguros y otras cuotas que se están pagando para ver si se puede cambiar a otra opción mejor. Usar la luz y el gas en forma eficiente, evitando el derroche.

Supermercado y compras diarias. En diciembre, estos gastos se dispararon porque la gente salió a estoquearse ante la suba de precios prevista. Ahora, el salto grande de precios ya se dio y es difícil ganar acopiando mercadería.

Aprovechar las ofertas del súper es una buena práctica, pero hay que evitar sobre estoquearse. Si se gasta de más en productos que no se necesitan en lo inmediato, se corre el riesgo de que el dinero no alcance para otras cosas que sí son urgentes.

Bienes durables y semidurables. Si hay cuotas sin interés, hay que aprovecharlas. Sobre todo , porque es probable que el precio ya tenga incluido este costo de financiamiento. También es conveniente el nuevo plan Cuota Simple, en 3 y 6 cuotas con un interés bastante inferior a la inflación esperada.

Tarjetas de crédito. La tarjeta es un arma de "doble filo". Por un lado puede ser útil "patear" el gasto para el mes siguiente en lugar de pagar de contado (si se consiguen más de 30 días se puede poner ese dinero en un plazo fijo hasta el vencimiento del resumen). Además, permite financiar compras en cuotas.

Pero, por otro lado, si la tarjeta no se usa en forma racional se corre el riesgo del sobre endeudamiento. Si los vencimientos no se pagan completos en tiempo y forma (el uso del pago mínimo no es recomendable), las altas tasas de interés pueden generar, rápidamente, una "bola de nieve" difícil de cancelar.

Fondos Comunes de Inversión (FCI) y billeteras virtuales. Como la inflación desvaloriza el dinero día a día, mientras más tarde realicemos los pagos y antes tengamos los cobros, mejor. Una buena práctica al cobrar es poner el dinero en un FCI de ahorro e ir sacándolo de a poco al momento de gastarlo o de tener que pagar vencimientos.

Los FCI pueden operarse en el mismo banco (por Homebanking o la app), a través de un broker, o en las billeteras virtuales más conocidas (los saldos remunerados se operan a través de un FCI de ahorro o dinero).

Esta práctica es conveniente sólo para el dinero que se va a necesitar en el mismo mes. La tasa de interés es menor a la del plazo fijo por lo que, si hay un vencimiento a más de 30 días es conveniente usar este depósito a plazo.  Por lo mismo, tampoco sirve para colocar ahorros de mediano o largo plazo.

En el actual contexto, las tarjetas de crédito son un arma de "doble filo"

Opciones para que los ahorros no se desvaloricen con la inflación

Con una tasa de interés real muy negativa en términos reales y el dólar relativamente estable, son pocas las opciones tradicionales que permiten mantener el poder adquisitivo de un capital ahorrado.El plazo fijo rinde sólo 9% por mes y los dólares libres (blue, MEP y CCL) están más bajos respecto a enero.

De todos modos, un manejo conservador del dinero (lo más recomendable hasta ver cómo sigue la situación económica) tiene que incluir instrumentos líquidos en pesos y en dólares.

Una alternativa al plazo fijo tradicional es el plazo fijo UVA, que ajusta por inflación pero con un rezago (ahora empieza a captar el salto de diciembre). La contra es que tiene un plazo mínimo de 180 días y, si antes de ese momento hay un salto del dólar libre, el dinero perdería frente al tipo de cambio.

Instrumentos bursátiles. Para ampliar las alternativas hay que ir a opciones con un poco más de riesgo que ofrece el mercado de capitales. Los bonos en dólares son una buena opción porque, además, pagan renta: Para Bulat, los títulos públicos todavía tienen precios atractivos (alrededor de 40%) si la economía empieza a mejorar en el futuro, pero son de riesgo.

En cambio, los bonos privados (obligaciones negociables) también pagan en dólares y tienen un riesgo mucho menor.

Los títulos que ajustan por inflación (CER) deberían ser una buena cobertura ante este escenario, pero para los especialistas ya están demasiado caros y es difícil conseguir buenos rendimientos.

Por otra parte, los activos del exterior que se operan desde Argentina (Cedear de acciones y de ETF), son interesantes pero para mantener en el largo plazo. En tanto, las acciones argentinas (medidas por el Merval) podrían tener potencial cuando la economía local se recupere, pero, como han subido bastante en los últimos meses, se recomienda selectividad y ver cada caso puntual.

Comprar inmuebles. Para los próximos meses se prevé que la inflación le gane al dólar. Por lo tanto, habrá inflación en dólares y estos van a rendir menos. Hay precios que están baratos en términos de dólares (las acciones eran un ejemplo) y podría ser un buen momento para comprar.

Es el caso de los inmuebles que tienen precios en dólares históricamente bajos (a diferencia de los vehículos, cuyos valores sí acompañaron e incluso subieron más que la inflación).

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