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En la previa a su discurso, Milei alimenta la ansiedad del mercado con su proyecto de dolarización

Durante las últimas jornadas, el Presidente dio a entender que se están cumpliendo los requisitos que necesita para concretar su proyecto dolarizador
01/03/2024 - 06:24hs
En la previa a su discurso, Milei alimenta la ansiedad del mercado con su proyecto de dolarización

La ansiedad del mercado por la posible dolarización nunca se había manifestado con tanta potencia como en estos últimos días. En parte, por la abrupta caída del tipo de cambio, en parte también por las señales que llegan desde el Fondo Monetario Internacional y el gobierno estadounidense. Pero, sobre todo, por los mensajes entrelíneas del propio Javier Milei.

Su muy comentado tuit sobre "la luz al final del camino" exacerbó los rumores que ya circulaban sobre este tema. El presidente ya había dicho cuáles suponía que eran los requisitos para avanzar con su proyecto: una baja pronunciada de la inflación, una "limpieza" en el balance del Banco Central, y una confluencia entre el dólar paralelo y el tipo de cambio oficial.

Con su tuit, Milei explica su tesis de que el dólar siempre se adelanta al comportamiento de los precios. Es decir, que no es el causante de la inflación, sino que simplemente se trata de un precio que reacciona más rápido que los demás.  Y, por lo tanto, insinúa que, como el dólar está cayendo, se está en el preludio de una normalización en el plano de la inflación.

"Les propongo mirar lo que está pasando con los agregados monetarios en términos nominales, reales y de PBI", indicó el presidente, junto con una recomendación de "no errar la matemática".

Lo cierto es que ese es un tema central en este momento del debate, porque los economistas no se ponen de acuerdo sobre qué tan real sea la mejora en el plano monetario: mientras algunos argumentan que hay una reducción en términos reales, otros plantean que se trata de cosmética contable, porque los pesos que se aspiran del mercado terminan transformándose en deuda del Tesoro y del Banco Central.

El debate sobre los números de la licuación

Los "likes" de Milei a las publicaciones de los economistas dejan en claro cuál es su visión: por ejemplo, el presidente destacó un gráfico del analista Salvador Vitelli, quien calculó que la base monetaria amplia -es decir, el dinero en poder del público más los encajes de depósitos en el BCRA- ya cayó un 25% real desde que asumió el gobierno.

Y Vitelli explica que esto se logró por una caída de 18% en los pasivos remunerados -tras la política de eliminación de Leliqs y la "licuación" de pases del BCRA- mientras que la base monetaria -los pesos en poder del público más las cuentas a la vista- se redujeron un 37%.

 

Fue apenas uno de los muchos gráficos que explican la forma en que el gobierno absorbió pesos del mercado. También el influyente Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, destacó que en enero se registró el menor valor real de los pasivos monetarios del Banco Central en los últimos seis años.

En la comparación con los números de hace un año, destaca que esa deuda del BCRA disminuyó un 32% interanual, mientras que la base monetaria real cayó un 45% y los pasivos remunerados -es decir, esos que implican inyectar pesos por el pago de intereses- se recortaron un 25%.

Pero no todos tienen la misma visión positiva. Por caso, Diego Giacomini, ex socio de Milei, que actualmente se ha convertido en uno de sus más duros críticos, publicó un cuadro comparativo en el que deja datos que contradicen la versión oficial.

Por ejemplo, destaca que, en dos meses, la base monetaria creció 9,9% si se la mide en dólares al tipo de cambio oficial. Agrega que los pasivos remunerados -a pagar en pesos- subieron otro 9,9%, y que los pasivos remunerados en dólares subieron un 131,9%-. Es decir, da a entender que la mejora obedece, en realidad, a la acumulación de deuda dolarizada del BCRA.

Según ese informe, el total de los pasivos del Central creció 18,5% si se lo mide al tipo de cambio oficial, o un 4,6% si se lo mide al precio del "contado con liquidación". Y cayeron levemente, un 2,7%, en relación con las reservas internacionales.

¿Hay dólares disponibles?

Más allá de la discusión técnica sobre cuántos pesos se sacaron del mercado, lo que todos tienen en claro es que cualquier decisión de política cambiaria -ya sea el afloje del cepo, una competencia de monedas o la dolarización- requiere, además, otra parte fundamental: la entrada masiva de dólares.

Y es ahí donde los avances diplomáticos del gobierno generaron la expectativa. La visita de Gita Gopinath de la semana pasada dejó la sensación de que el FMI está conforme con la marcha del plan fiscalista, aunque no ocultó sus dudas sobre la viabilidad política del plan.

Ya en ese momento quedó planteada la posibilidad de un desembolso relativamente importante de dólares -se especula con una cifra no inferior a u$s5.000 millones-, que estaría vinculada a un nuevo acuerdo.

El ministro Caputo con Kristalina Georgieva, directora del FMI: versiones sobre un desembolso de dólares para Argentina
El ministro Caputo con Kristalina Georgieva, directora del FMI: versiones sobre un desembolso de dólares para Argentina

Los encuentros de Caputo en la cumbre del G20 con Kristalina Georgieva primero, y con la secretaria del Tesoro, Janet Yellen después, alimentaron las versiones sobre la posible concreción de una ayuda financiera.

Tuvo que salir el propio Caputo a desmentir que ese flujo de dólares fuera a ingresar en el corto plazo, dando a entender que había que avanzar antes en otros objetivos.

¿Qué tan cerca está la dolarización?

En todo, caso, la pregunta que quedó planteada es qué tan cerca o qué tan lejos se está de una eventual dolarización. Y el propio Milei fue quien insinuó que el objetivo está más próximo de lo que se podía suponer.

Por un lado, dijo que un momento clave será aquel en el que el precio del "contado con liqui", actualmente en $1.069, se aproxime al dólar real de importación -es decir, el oficial más el impuesto PAIS-, que hoy está en $990.

Desde ese punto de vista, el objetivo de la unificación cambiaria estaría cerca, dado que la brecha se ubica en apenas un 8%.

En cambio, sobre lo que hay discrepancia es cuál sería el tipo de cambio para dolarizar.

Dijo Milei en una entrevista televisiva: "Cuando miras el balance del BCRA empezaste a desinflar pasivos y activos, limpiamos la deuda de los importadores, pero hoy tenemos una base monetaria de 8.000 millones y compramos dólares por 7.000 millones. Tenemos cubierto el 87,5% de la base. Al tipo de cambio de mercado estás a un tiro de dolarizar".

Hubo economistas que leyeron allí un dato llamativo. Milei define la base monetaria como una masa de pesos equivalente a u$s8.000 millones, pero esa cifra está muy lejos de la realidad: cuando se divide el total de pesos de la base monetaria -es decir, el circulante y las cuentas bancarias a la vista- la cifra es de $10,5 billones, que si se lo divide por el precio del tipo de cambio oficial, da como resultado u$s12.540 millones.

En el mercado se debate cuál sería el tipo de cambio necesario para avanzar en una dolarización
En el mercado se debate cuál sería el tipo de cambio necesario para avanzar en una dolarización

Es decir, una cifra que supera en 56% la mencionada por Milei. ¿Se equivocó en la cuenta el presidente? ¿O será que utilizó una tasa de conversión diferente a la que maneja el resto del mercado?

Lo cierto es que para que u$s8.000 millones sean suficientes para dolarizar toda la base monetaria, se necesitaría un tipo de cambio en el entorno de $1.300.

En otras palabras, para que la economía esté "a un tiro de dolarizar" se necesitaría un salto devaluatorio adicional, que implique que por cada dólar que empiece a circular como moneda de pago doméstica, se deban retirar $1.312.

Las dudas en el mercado

Justo en medio de ese debate, surgió un dato que causó algo de inquietud: el Banco Central quebró su racha compradora y tuvo que vender u$s142 millones, en una jornada donde sus reservas perdieron u$s910 millones.

Más allá de que esto haya sido causado por un hecho puntual -en este caso, un vencimiento de un bono de la provincia de Buenos Aires- fue inevitable que se instalara la duda sobre si la acelerada recomposición de reservas podría estar llegando a su fin.

Por otra parte, el ruido político tras las peleas con las provincias tuvo su correlato en un castigo a los bonos de deuda soberana y a las acciones de empresas argentinas.

Con su discurso ante el Congreso, Milei tratará de despejar las dudas sobre la inflexibilidad de su proyecto político.