Cuánto debe ganar una familia tipo para ser clase media en 2025

En un contexto económico inflacionario, aunque se encuentra a la baja, y un dólar que aumentó en las últimas ruedas, sumado al incremento de los costos en dólares y la caída del poder adquisitivo, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó una nueva pirámide social de Argentina.

Esta se encuentra basada en los ingresos mensuales de individuos y hogares. El informe muestra una mirada clara sobre la actual distribución de los niveles socioeconómicos en el país, reveló una fuerte reducción de la clase media, al mismo tiempo que la riqueza se concentra en los estratos más altos.

INDEC: uánto tiene que ganar una familia tipo para ser considerada de clase media

Según el último informe, la pirámide social se organiza en cinco grupos: clase baja en situación de pobreza, clase baja superior (no pobre), clase media baja, clase media alta y clase alta. Esta clasificación se hace en función de los ingresos netos, de forma individual como familiar. La tabla quedó de la siguiente forma:

• Clase alta: una familia necesita ingresos superiores a $9.500.000 mensuales, mientras que una persona sola debe ganar al menos $6.000.000 para formar parte de este grupo
• Clase media alta: el piso se sitúa en $4.500.000 para un hogar y $3.200.000 para una persona
• Clase media baja: las familias con ingresos desde $2.100.000 y personas con al menos $1.850.000 entran en esta categoría
• Clase baja superior (no pobre): se considera que una familia está en este nivel si gana más de $1.750.000. En términos individuales, el umbral de pobreza se ubica en $1.060.000 por persona
• Clase baja en situación de pobreza: abarca a los hogares cuyos ingresos parten desde los $700.000 mensuales, lo que refleja la vulnerabilidad económica de una gran parte de la población
• Sin embargo, uno de los datos más preocupantes que surgió es que el 52%, es decir, más de la mitad de la población, se encuentra dentro de la clase baja.

El grupo se divide en dos partes: un 26% corresponde a personas que viven en condiciones de pobreza, y otro 26% a aquellos que, si bien no son pobres, según el INDEC, no logran acceder a un nivel de vida digno que les permita avanzar hacia la clase media.

En cuanto a la clase media, que siempre fue considerada como el motor social y económico del país, muestra una significativa retracción. Hoy en día, solo el 43% de los argentinos se ubica dentro de la clase media, divididos en un 26% de clase media baja y un 17% de clase media alta. Con respecto a la clase alta, esta apenas llega a un 5% de la población, pero concentra una parte desproporcionada de la riqueza

Estos cambios reflejan no solo un cambio en la clasificación de las clases sociales debido a los ingresos, sino que también regla un gran cambio en la estructura social a nivel nacional. Es decir, a medida que el aumento de precios sigue afectado el poder adquisitivo de las familias, sumado a la escasez de oportunidades de ascenso social, el mapa de clases se vuelve más polarizado.

La reducción de la clase media y la expansión de los sectores más empobrecidos muestran una tendencia que se ha ido profundizando en el último tiempo. A esto se le agrega otras cuestiones como el aumento del costo de vida en dólares, la informalidad laboral, la dificultad de acceso a la vivienda, salud y educación de calidad como el desempleo estructural. Estos factores, sin lugar a dudas, agravan la mencionada fragmentación social.