MODA CIRCULAR

Ferias vintage y de ropa usada, una tendencia que crece ante los precios "imposibles" de la indumentaria

Tanto espacios físicos como tiendas online de segunda mano, ¿qué tan baratas y de buena calidad son las prendas que se encuentran en las ferias vintage?
Por Abigail Luna
ECONOMÍA - 23 de Junio, 2025

En los últimos años, la disparada de precios de la ropa en shoppings y locales a la calle convirtió a la simple acción de renovar el placard como un gusto complicado de darse. Teniendo en cuenta que el rubro de prendas de vestir y calzado aumentó un 61% en 2024, de acuerdo al INDEC, muchos usuarios comenzaron a buscar alternativas más accesibles.

Así, las ferias vintage y de ropa usada se convirtieron en un refugio para quienes buscan estilo sin que esto se traduzca en vaciar sus billeteras. ¿Es este boom una respuesta a una conciencia colectiva por cuidar el medio ambiente o simplemente una cuestión de presupuesto?

Sea cual sea el motivo, las ferias vintage están pisando fuerte, puntualmente en la city porteña, donde ofrecen una moda circular que combina economía, sustentabilidad y personalidad.

Ya sea para encontrar gangas, vender ropa en buen estado, descubrir piezas únicas o pasear, "feriar" se mimetizó en el léxico de los vecinos y se convirtió en una costumbre que inunda las plazas centrales cada fin de semana.

Ferias de ropa usada, una tendencia que crece ante los precios "imposibles" de la indumentaria

Una de las más concurridas es la Feria Americana de Parque Centenario (Av. Patricias Argentinas y Leopoldo Marechal, Caballito), que abre los fines de semana y feriados de 10 a 20 horas. Aquí, los puestos rebosan de ropa usada, desde camperas de cuero hasta remeras de los 90, con precios que arrancan en $8.000. Su ubicación céntrica y la posibilidad de revolver entre montañas de ropa la convierten en un imán para los "feriantes" porteños.

Otro punto destacado es la Feria Vintage de Parque Patricios (Av. Caseros y Almafuerte), que opera los sábados, domingos y feriados de 9 a 19 horas, y que atrae a los vecinos del sur de la ciudad con sus prendas en excelente estado con precios que desafía a la inflación.

De la misma forma, la del Parque Los Andes (Av. Corrientes y Dorrego, Chacarita) se ganó la recomendación de miles de jóvenes, sobre todo en redes sociales, por sus prendas "dosmileras" que evocan a la nostalgia de hace 25 años.

Y, por último, tal vez la más popular, la Feria de San Telmo que los domingos combina antigüedades, gastronomía y música, con puestos de ropa vintage. Aquí, un jean Levi’s en buen estado puede conseguirse por una fracción del precio de uno nuevo.

Las ferias vintage online más populares

Pero el auge de la moda circular no se limita a las ferias físicas. Las plataformas digitales maximizaron el acceso a la ropa usada, llevando la experiencia "feriante" al mundo online. Renová tu Vestidor se convirtió como una feria vintage digital donde los usuarios pueden comprar o vender prendas a precios imbatibles.

Por ejemplo, un pantalón con estampado de vaca de la marca Cher se vende a $22.000, mientras que uno similar de industria local en Mercado Libre cuesta $66.000, y en la tienda oficial de Cher alcanza los $194.000. En la misma plataforma, un pantalón de mujer de Rapsodia se ofrece a $24.000, frente a los $140.000 de la tienda oficial, una diferencia de más de $115.000. Con la llegada del frío, los abrigos también son protagonistas: un chaleco DKNY se consigue por $80.000, mientras que uno similar en otras plataformas está a $104.490.

Otra opción destacada es Coco Liche, una tienda online especializada en ropa usada impecable. Un chaleco Zara color lavanda con botones plateados se vende a $27.500, frente a los $62.000 de un modelo similar usado en Mercado Libre o los $89.900 de la tienda oficial de Zara. De la misma manera, un buzo de hombre de Fila, prácticamente nuevo, se ofrece a $39.600, unos $40.000 menos que en Mercado Libre. Estas diferencias de precio explican por qué muchos optan por la moda circular, especialmente en tiempos de bolsillos ajustados.

Sin embargo, los compradores recurrentes señalan la otra cara no tan agraciada de estas compras siendo la primera la problemática de las tallas: no siempre hay disponibilidad de productos, dado que se tratan de piezas únicas donadas o vendidas por personas, no por marcas de indumentaria que dejan lotes de todos los talles.

Y, en segundo lugar, la necesidad de prestar atención a los detalles que, en algunos casos, pueden hacerte cambiar de opinión si se tratan de prendas maltratadas. Pero, al menos en las tiendas mencionadas, el control de calidad es clave para vender y comprar prendas allí.

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