La forma de medir la inflación cambia para siempre: el INDEC reveló nuevo método para 2026
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) anunció que a partir de febrero de 2026 comenzará a publicar un nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC), con los datos de enero de ese año. Este cambio sustituirá la metodología utilizada desde 2004 y se apoyará en la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) 2017-2018, reflejando de manera más fiel los patrones de consumo actuales de la población.
Según el ente, la modernización busca cumplir con estándares internacionales y facilitar la interpretación de comparaciones interanuales y acumuladas, además de ofrecer precios medios más coherentes para la elaboración de cuentas nacionales y operaciones estadísticas.
Inflación del INDEC: principales cambios en la canasta de consumo
Uno de los principales ajustes será la reponderación de los bienes y servicios. La estructura actual reflejaba un patrón obsoleto, con categorías como alquiler de DVDs, mientras que los consumos digitales —internet, streaming, telefonía móvil— ganan relevancia.
Entre los principales cambios:
- Vivienda y servicios: pasa del 9,44% al 14,5% del total.
- Alimentos y bebidas no alcohólicas: baja del 26,96% al 22,7%.
- Transporte: sube del 11% al 14,3%, impulsado por la reducción de subsidios.
- Salud: se reduce del 8,03% al 6,4%.
- Comunicación: crece de 2,83% a 5,2%, por mayor consumo digital.
El nuevo IPC también aumentará la base de medición: de 320.000 a 500.000 precios, y de 16.700 a 24.000 informantes. Además, la recolección será totalmente digital, reemplazando los formularios en papel y disminuyendo errores de registro.
Objetivo: precisión y comparabilidad internacional
Marco Lavagna, director del INDEC, precisó que iniciar el nuevo índice en enero de 2026 dará la posibilidad de sincronizar los datos con los estándares internacionales para que los datos sean comparables a nivel internacional
El organismo señaló que el nuevo esquema permitirá reflejar con mayor precisión cambios estructurales en el consumo, como la expansión de los servicios digitales, los ajustes en tarifas de energía y transporte, y el impacto de la inflación sobre el gasto familiar.
"La actualización del IPC no solo moderniza la medición, sino que mejora la calidad de la información con la que se toman decisiones económicas", destacó el INDEC en un comunicado.
El impacto para empresas y economía
El lanzamiento del nuevo IPC se dará en un escenario de alta inflación, que en septiembre volvió a superar el 2% mensual, sumado a ajustes pendientes en transporte y tarifas. Las compañías deberán recalibrar sus sistemas de actualización de precios, sueldos y contratos, lo que podría alterar la forma en que se aplican ajustes automáticos en alquileres y convenios laborales.
Los analistas estarán atentos al peso relativo de los servicios frente a los bienes, mientras que el INDEC espera que la reforma aumente la transparencia y la comparabilidad internacional. No obstante, su estreno podría reabrir el debate sobre metodología y efectos en los indicadores de inflación.