Cambio en Cancillería: cómo la llegada de Pablo Quirno refuerza el poder de Caputo dentro del Gobierno
El jueves al mediodía, los pasillos del edificio de la calle Esmeralda al 1200 eran un hervidero. La filtración de la designación del actual secretario de Finanzas, Pablo Quirno, como próximo ministro de Relaciones Exteriores y Culto, en reemplazo del empresario Gerardo Werthein, fue una de las noticias que más sorprendió en el Palacio San Martín.
El de Quirno no figuraba entre los apellidos que se mencionaban desde el lunes pasado, cuando se conoció la renuncia de Werthein en la Cancillería.
Los candidatos eran Federico Pinedo, impulsado por el expresidente Mauricio Macri y la ministra Patricia Bullrich; Luis Eduardo Krecler, preferido por los funcionarios de carrera más cercanos al kirchnerismo que trabajan en ese edificio; el actual secretario de Culto, Nahuel Sotelo, un funcionario muy ligado al asesor presidencial Santiago Caputo; y el embajador argentino en Washington, Alex Oxenford.
Según pudo saber iProfesional, el ministro de Economía, Luis Caputo, habría sido quien convenció al presidente de la Nación, Javier Milei, y a la secretaria general, Karina Milei, para imponer a Quirno como nuevo canciller, quien asumirá luego de las elecciones del próximo domingo.
Caputo amplía su influencia dentro del Gobierno
Con esta jugada, y de acuerdo con la opinión de algunos analistas políticos consultados por iProfesional, Caputo gana más poder dentro del Gobierno. A partir de ahora, concentra tres puestos clave dentro de la estructura oficial: el suyo, el del titular del BCRA, Santiago Bausili, y el de Quirno en la Cancillería.
En los últimos meses, Quirno también se habría ganado la confianza de Milei por su tarea junto a Caputo, el viceministro José Luis Daza y Bausili. Junto al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y su segundo, Michael Kaplan, delinearon la estrategia para que el Gobierno lograra el respaldo financiero de la administración de Donald Trump y acceder al swap de monedas del Tesoro estadounidense por unos 20.000 millones de dólares. Ese acuerdo permitió atenuar los efectos de una posible corrida cambiaria preelectoral que podría haber obligado al Tesoro local y al BCRA a defender el valor del peso dentro del actual esquema de flotación del dólar entre bandas cambiarias.
Como dato adicional, y según cálculos del economista Amílcar Collante publicados en su cuenta de X, entre el 15 de septiembre pasado y ayer el Tesoro local, el BCRA y el Tesoro estadounidense, a través de tres bancos extranjeros, vendieron en conjunto en el mercado oficial unos 5.000 millones de dólares.
Negociaciones comerciales con Estados Unidos
El empoderamiento de Caputo podría aumentar si Quirno logra firmar definitivamente un acuerdo comercial de reducción de aranceles con Estados Unidos. Él, junto a Quirno y Werthein, fue uno de los que llevó adelante las tratativas con el Departamento de Comercio estadounidense para cerrar un acuerdo que se anunciaría en los primeros días de noviembre en Washington y que incluiría una nueva reunión entre Trump y Milei durante la firma.
El proyecto de acuerdo comercial, adelantado por iProfesional hace cuatro semanas, fue confirmado tanto por Caputo como por Werthein.
Este acuerdo apuntaría a ratificar el apoyo de Estados Unidos. Aunque su contenido es confidencial, fuentes diplomáticas en Washington comentaron que se trataría de un acuerdo de apertura recíproca.
El Gobierno de Milei otorgaría beneficios para inversiones norteamericanas en el país en el marco del RIGI, y, a cambio, las empresas argentinas podrían obtener facilidades en las negociaciones para reducir aranceles.
El comercio bilateral entre Argentina y Estados Unidos
Los impuestos a las importaciones o aranceles de Estados Unidos anunciados por Trump el 2 de abril representan, según se interpreta en los círculos de poder norteamericanos, el mayor cambio de reglas de juego en el comercio internacional desde los Acuerdos de Bretton Woods en 1944.
En esta nueva negociación, la Argentina aspira a que sus productos paguen menos por entrar a Estados Unidos, que es su tercer socio comercial en bienes, después de Brasil y China.
De acuerdo con un estudio de la consultora ABECEB, el intercambio comercial entre ambos países promedia los 12.000 millones de dólares por año y representa entre el 8% y el 9% del total argentino.
En 2024, las exportaciones argentinas a Estados Unidos alcanzaron 6.500 millones de dólares, y ese país fue el segundo destino en importancia, detrás de Brasil, con un 8% del total. Las importaciones, en tanto, treparon a 6.200 millones de dólares, el tercer origen más relevante después de Brasil y China, con un 10% del total.
Impacto de los aranceles y medidas compensatorias
"El superávit comercial fue de 230 millones de dólares y la Argentina solo tiene saldo positivo en años de recesión o con un peso muy competitivo", explica el informe de la consultora. Además, señala que en los últimos 35 años solo se vendió más de lo que se compró a Estados Unidos en 1990, 2002, 2006 y 2024.
Los principales productos argentinos afectados por los aranceles son el acero y el aluminio, por unos 500 millones de dólares, aunque estarían fuera de la discusión actual.
Los aranceles a ambos bienes no se aplicaron por "reciprocidad" —hecho que está siendo cuestionado ante la Corte Suprema de Estados Unidos—, sino por la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que protege al país de productos que puedan afectar su "seguridad nacional".
Para compensar este movimiento, el Gobierno quitó la semana pasada las retenciones o derechos de exportación hasta fin de año al acero que exporta Techint y al aluminio que vende al exterior Aluar.
Un posible acuerdo por fuera del Mercosur
En relación con las inversiones, hay que señalar que Estados Unidos es el país con mayor cantidad de inversiones directas en la Argentina en los últimos años, por encima de otros socios como China, Brasil o España. Desde 2021 hubo financiamiento por casi 10.000 millones de dólares, lo que triplicó el monto proveniente de China. De acuerdo con fuentes diplomáticas cercanas a Washington consultadas por iProfesional, el novedoso acuerdo entre Trump y Milei, adelantado por este medio el domingo pasado, sería una especie de tratado de libre comercio entre ambos países, por fuera del Mercosur, para unas 150 posiciones arancelarias.
Este tipo de acuerdo se podría concretar gracias a una cláusula especial establecida en la última reunión de los países del bloque, ya que el Mercosur prohíbe a sus miembros realizar acuerdos arancelarios con terceros países de manera individual.
"En la reunión de presidentes del Mercosur del 30 de junio pasado se estableció que los países del bloque podrán incrementar en 50 la cantidad de productos exentos del arancel externo común. Por lo tanto, veo factible un acuerdo de esas características", explicó a iProfesional el economista Marcelo Elizondo, titular de la consultora DNI.
"El Consejo del Mercado Común firmó el acuerdo el jueves 26 en Montevideo. Esto implica que Brasil y Argentina podrán aumentar de 100 a 150 los productos en la lista de excepciones al arancel para 2028. En el caso de Uruguay, la cantidad aumentará de 255 a 275 para 2029, y en Paraguay pasará de 649 a 699 para 2030", agregó Elizondo.
Agenda de gestión y reestructuración en Cancillería
Esa reducción arancelaria para los 50 artículos adicionales solo será aplicable cuando las exportaciones de un producto hacia un miembro específico del Mercosur no superen el 20% del total del código arancelario correspondiente.
Además, para evitar la concentración en un sector económico particular, las exenciones se limitan al 30% de los nuevos códigos arancelarios.
En la agenda de Quirno también figura la idea de reincorporar a la Cancillería la Agencia de Inversiones y Comercio Exterior (AICE) —ex Fundación Exportar—, que hoy está bajo la órbita de la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Karina Milei, y actualmente dirigida por el abogado Diego Sucalesca. Ese organismo estuvo inicialmente en Cancillería durante la gestión de Diana Mondino, pero luego fue transferido por razones estratégicas.
También se destaca el poder que tendrá Quirno en el área de relaciones internacionales, ya que está a cargo de la Secretaría de Relaciones Internacionales desde el año pasado, cuando Juan Pazo pasó a ser director general de ARCA.
Otro de los interrogantes es quién será el secretario de Relaciones Exteriores —función equivalente a la de vicecanciller—, ya que desde la renuncia de Eduardo Bustamante el cargo está vacante. Habría tres funcionarios con posibilidades: el secretario de Asuntos Latinoamericanos, Fernando Brun; el secretario de Culto, Nahuel Sotelo; y la directora de Recursos Humanos, Úrsula Basset, quien responde a Karina Milei.
El perfil financiero del nuevo canciller
Según pudo saber iProfesional, para el puesto de secretario de Finanzas que dejará Quirno habría varios candidatos: el viceministro José Luis Daza, el director del BCRA Federico Furiase y el director del BICE Martín Vauthier.
El último aspecto que genera tensión interna en la Cancillería está vinculado al plano gremial, ya que durante la gestión de Mondino se produjo una crisis con los diplomáticos que derivó en el primer paro de actividades en la historia del ministerio.
La designación de Quirno como canciller generó sorpresa y preocupación en el ámbito diplomático. El secretario de Finanzas no estaba en el radar y su nombramiento da lugar a diversas especulaciones.
La primera lectura es que se trata de un movimiento que concentra poder en el ministro Caputo y convierte a la Cancillería en un puesto clave para las negociaciones financieras, comerciales y políticas con el Gobierno de Donald Trump.
Es la primera vez que el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina será dirigido por un ex "Lobo de Wall Street", ya que Quirno desarrolló gran parte de su carrera en Nueva York como directivo del banco J.P. Morgan, entidad en la que también trabajaron Caputo, Bausili, Daza y el vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning.
Quirno, del JP Morgan al Palacio San Martín
El nuevo canciller trabajó casi 18 años en J.P. Morgan, donde llegó a desempeñarse como director para América Latina y miembro del Comité de Gerenciamiento Regional.
El lunes pasado, Quirno anunció que ese banco, junto al Citi, Santander y Morgan Stanley, actuará como asesor financiero para la recompra de bonos de deuda soberana argentina en el mercado secundario.