Deuda con la tarjeta de crédito: cuándo prescribe y por cuánto tiempo puede reclamar el banco
Los datos reflejan una realidad ineludible: las familias argentinas presentan cada vez más deudas con sus tarjetas de crédito. Así lo reflejan tantos informes privados como las cifras difundidas por el Banco Central.
De hecho, según datos recientes del BCRA, la deuda con tarjetas de crédito experimentó un crecimiento real interanual del 55% entre julio de 2024 y julio de 2025. Esta suba representó un salto en el stock de deuda de $9,6 billones a más de $ 20,3 billones en ese período.
Así, el total de deudores alcanzó los 11,5 millones de personas, representando casi el 25% de los habitantes del país. La gravedad radica en la concentración de la morosidad; el 91,2% de estos deudores arrastra una deuda con un atraso de apenas 30 días.
En ese sentido, una pregunta que surge es cuándo prescriben dichas deudas y por cuánto tiempo puede reclamar el banco. La ley, lógicamente, tiene una respuesta para esto.
Deudas con la tarjeta de crédito: por cuánto tiempo puede reclamar el banco
Muchos consumidores suelen creer que las deudas bancarias son ilimitadas o que pueden ser embargados en cualquier momento. Sin embargo, la realidad legal es distinta, con plazos definidos por la normativa vigente para la exigencia de pagos.
La Ley 25.065 de Tarjetas de Crédito es el marco legal que rige estos casos y establece límites precisos. El artículo 47 de esta normativa define dos plazos fundamentales para que los bancos puedan iniciar acciones legales.
- Existe un plazo de 1 año para la acción ejecutiva, que representa la vía judicial más ágil.
- Para la acción ordinaria, un proceso judicial más extenso, el tiempo estipulado es de 3 años.
Si estos períodos transcurren sin una demanda formal o un reclamo fehaciente, la entidad financiera pierde su derecho a reclamar judicialmente. Esto significa que, aunque la obligación figure en sus registros contables, no se puede exigir su pago por vía judicial.
Un tema a tener en cuenta es que, pasado ese lapso, la deuda no queda anulada por estar prescripta. "Si el cliente la paga, es un pago válido, en este caso se informa su condición crediticia en el Veraz por dos años más, desde la fecha en que se efectúa el pago. En caso de no pagar nunca, se informa su condición en Veraz por un plazo máximo de 5 años", explican desde un banco.
Sin embargo, es frecuente que deudores reciban comunicaciones por obligaciones pendientes de hace 5, 8 o incluso 10 años. Si bien los bancos y sus apoderados, incluyendo estudios jurídicos o recuperadores de deuda, pueden seguir reclamando, esto no implica la posibilidad de demandar o embargar bienes.
Legalmente, esta obligación se conoce como "deuda natural": subsiste contablemente, pero carece de exigibilidad judicial. El acreedor puede recordar la existencia de la deuda, mas no puede forzar su pago ni iniciar acciones legales válidas.
Qué interrumpe la prescripción de una deuda con la tarjeta de crédito
La prescripción de una deuda solo se interrumpe bajo circunstancias específicas. Una de ellas es la recepción de una intimación fehaciente, como una carta documento, la cual difiere de un correo electrónico o un mensaje.
Otro factor que detiene el plazo es el reconocimiento voluntario de la deuda por parte del deudor, ya sea mediante la firma de un plan de pago o el abono parcial de la obligación. Si ninguna de estas situaciones ocurre, los plazos de 1 y 3 años continúan su curso. Una vez vencidos, el banco o sus apoderados ya no pueden iniciar acciones judiciales, aunque los reclamos telefónicos puedan persistir sin efecto legal.
Una práctica habitual en el ámbito financiero es la cesión de deuda. Esto ocurre cuando el banco vende su cartera de deudores a una empresa de cobranzas especializada. Sin embargo, este traspaso no reinicia los plazos de prescripción establecidos por la ley. La empresa que adquiere la obligación la compra en el mismo estado legal en que se encontraba.
Si la deuda ya estaba vencida o prescripta al momento de la cesión, seguirá siéndolo para el nuevo acreedor. Asimismo, la nueva empresa no puede imponer intereses desmedidos o proferir amenazas sobre medidas que legalmente no puede ejecutar.
Lo cierto es que, en un contexto económico complejo, las deudas de las familias argentinas con las tarjetas de crédito se acrecientan.
Un dato clave a tener en cuenta es que dichas deudas tienen fecha de prescripción: aunque, lógicamente, hay que intentar tomar las precauciones necesarias para no llegar a ese punto, ya que irremediablemente la deuda quedará registrada en distintos canales y, por ejemplo, la condición crediticia del deudor quedará expuesta en el Veraz.