• 12/12/2025
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Clave para el dólar: la supercosecha de trigo romperá récords históricos y aportará más de u$s3.000 millones

La campaña triguera 2025/26 encamina al país a una producción sin precedentes, con proyecciones que superan ampliamente las expectativas iniciales
12/12/2025 - 16:45hs
Clave para el dólar: la supercosecha de trigo romperá récords históricos y aportará más de u$s3.000 millones

La campaña de trigo argentino 2025/26 se encamina a convertirse en una de las más productivas de la historia. Según las últimas estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la producción total podría alcanzar aproximadamente 27,7 millones de toneladas, y algunos informes incluso señalan ajustes al alza por resultados de cosecha ya relevados en campo.

Este volumen implicaría superar con creces las expectativas iniciales, que rondaban los 20 millones de toneladas al comienzo de la campaña, y colocarse por encima de figuras históricas anteriores.

Con las cosechadoras trabajando a full por estos días en los lotes, los rindes observados son significativos, con regiones clave como la Pampa húmeda y la zona núcleo que muestran promedios superiores a los registros habituales, con aumentos interanuales que reflejan condiciones de humedad de suelo muy favorables durante las etapas críticas del desarrollo del cultivo.

El salto productivo que reescribe la campaña de trigo

La mejora en la proyección oficial responde a un comportamiento productivo que superó incluso las expectativas optimistas. Los técnicos que participaron de los relevamientos de campo durante diciembre destacaron que los rindes de muchas zonas del núcleo triguero se ubicaron por encima de sus máximos históricos. La combinación de humedad almacenada en el perfil, precipitaciones bien distribuidas durante agosto y septiembre, y una primavera sin eventos climáticos extremos permitió que el cultivo completara su ciclo en condiciones ideales.

Hasta ahora, las cosechadoras mostraron lotes uniformes, con granos de buen peso hectolítrico y un desarrollo sanitario excepcional. La sorpresa fue generalizada incluso entre analistas con varios años de experiencia, que coincidieron en que la foto productiva de 2025/26 se parece más a la de campañas excepcionales que a un año promedio.

Este comportamiento se vio reforzado por la adopción acelerada de tecnologías de manejo. El uso de fertilización ajustada por ambiente, variedades de alto potencial y estrategias de control más precisas permitió que la agronomía acompañara el contexto climático favorable. El resultado fue una cosecha que, lote por lote, empujó el promedio nacional hacia arriba de manera contundente.

Clave para el dólar: las exportaciones de trigo alcanzarían los u$s3.500 millones

La magnitud de la cosecha obliga a revisar las proyecciones económicas del complejo triguero. Con una producción prevista de 27,7 millones de toneladas, el volumen exportable adquiere una relevancia singular. Aun contemplando el abastecimiento interno para la industria molinera, Argentina tendrá un saldo externo excepcional, lo que implica un aporte de divisas significativo en un año en que el sector agroexportador vuelve a ocupar un rol protagónico.

Según los expertos en el área económica de la Bolsa de Comercio de Rosario, el nuevo cálculo de producción implica que este año las exportaciones de trigo crecerán al menos en 500 millones de dólares respecto al año anterior, alcanzando un total de u$s3.500 millones.

La ecuación fiscal también cambia. Aunque el trigo tiene una alícuota de derechos de exportación menor que otros cultivos, el gigantesco volumen proyectado generará ingresos adicionales al Estado. Para un país que enfrenta necesidades de consolidación fiscal, toda mejora en la recaudación proveniente del comercio exterior resulta estratégica.

En los márgenes del productor, el escenario es más complejo. La abundancia de oferta suele presionar los precios domésticos, y esta campaña no es la excepción. Los valores disponibles mostraron caídas en plena cosecha, y en muchas zonas con elevados costos logísticos la ecuación se volvió más estrecha. Sin embargo, los buenos rindes amortiguan parte del impacto y permiten que la mayoría de los planteos logre un margen positivo. El desafío será la toma de decisiones comerciales en un contexto de mercado que combina abundancia local con presiones externas.

Brasil sigue liderando la demanda, pero el mapa exportador suma nuevos actores

En el frente comercial, Brasil sigue siendo el destino indiscutido del trigo argentino. Su industria molinera no consigue abastecerse con producción propia y encuentra en Argentina un proveedor inmediato, cercano y competitivo. La abundancia de oferta local permitirá asegurar los volúmenes de exportación hacia ese mercado, fortaleciendo un flujo comercial que es estructural dentro del Mercosur.

Sin embargo, la campaña actual agrega una novedad de alto impacto geopolítico. Argentina concretó el primer envío de trigo hacia China, un destino que hasta ahora no formaba parte del radar exportador del cereal. Si bien se trató de un embarque inicial de menor volumen, la señal comercial es potente y abre la posibilidad de construir una relación de largo plazo con un comprador de escala mundial. La diversificación hacia el mercado chino permite reducir riesgos y amplía la competitividad del trigo argentino en Asia.

Otras plazas también muestran interés creciente, especialmente países que buscan trigo forrajero para alimentación animal. El volumen disponible y los precios competitivos generan condiciones para ganar nuevos clientes y afianzar la presencia en mercados donde el trigo argentino todavía tiene espacio para crecer.

El mercado interno frente al aluvión de oferta

Dentro del país, la campaña enfrenta desafíos logísticos y de precios que afectan la comercialización. La concentración de la cosecha en pocas semanas genera filas en las terminales portuarias, demoras en descargas y una presión bajista marcada en los precios ofrecidos al productor. Los exportadores abastecidos y las plantas con capacidad colmada reforzaron la tendencia a la baja.

La calidad también presenta matices. Aunque el grueso de la cosecha muestra parámetros elevados, algunas regiones registraron variaciones en proteína y peso hectolítrico que impactan en el precio final. La exigencia de los mercados externos obliga a separar lotes y a destinar parte de la producción a usos forrajeros.

Una campaña excepcional, pero con desafíos por delante

La campaña 2025/26 dejará una marca profunda en el agro argentino. La proyección de 27,7 millones de toneladas refleja un logro productivo extraordinario que redefine expectativas y confirma el potencial del trigo como cultivo estratégico para el país. El impacto económico será mayor al previsto y el frente comercial se expande hacia destinos que hasta hace poco parecían lejanos.

El desafío, a partir de ahora, será gestionar la abundancia. El productor deberá balancear rindes excepcionales con precios que no siempre acompañan. El Estado deberá administrar un flujo de divisas que llega en un año clave. Y el mercado deberá adaptarse a un volumen de trigo que vuelve a colocar a Argentina entre los actores más relevantes del comercio global.

Cuando la campaña termine de consolidarse y los números finales se confirmen, es probable que 2025/26 quede registrada como una de las grandes gestas productivas del trigo argentino. Lo que hasta hace poco era una campaña "muy buena" terminó convirtiéndose en una campaña histórica.

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