• 10/12/2025
ALERTA

Lluvia de dólares: proyectan un superávit en la balanza energética superior a los u$s8.800 millones en 2026

El superávit en 2025 se estima en u$s7.600 M, pese la caída de precios de crudo, compensada por mayores volúmenes. La expansión de shale oil será la clave
10/12/2025 - 17:25hs
Balanza energética 2026

La proyección de la balanza comercial energética para 2026 anticipa una consolidación del superávit alcanzado este año. Bajo el escenario más favorable, que contempla la continuidad de las tasas de crecimiento en la producción no convencional y el incremento de las exportaciones, el saldo energético alcanzaría los u$s8.846 millones en el próximo año.

Este hito se enmarca en un contexto de crecimiento sostenido de las exportaciones y reducción de las importaciones de productos energéticos, lo que permitió a la Argentina alcanzar un superávit comercial energético en 2024 por primera vez desde 2020.

La tendencia positiva se mantuvo a lo largo del corriente año. Entre enero y octubre de 2025, el superávit comercial energético registrado fue de u$s6.067 millones, cifra que superó en u$s1.745 millones lo verificado en idéntico período del año anterior. La estimación es que la balanza comercial energética finalizaría el año con un superávit en torno a los u$s7.600 millones.

Las exportaciones de combustibles y energía se incrementaron en u$s1.023 millones en los primeros diez meses de 2025 con relación al mismo lapso de 2024. Este impulso se debió al aumento de las cantidades, ya que los precios mostraron una contracción interanual. El petróleo crudo aportó u$s867 millones adicionales debido al crecimiento en el volumen de exportación.

Las importaciones energéticas continúan reduciéndose, una tendencia iniciada en 2023. Esta disminución se explica centralmente por la práctica eliminación de las importaciones de gas natural desde Bolivia, reemplazadas por gas local, y por la reducción del 16% en las cantidades de gasoil importado, principalmente por su menor uso en usinas térmicas.

Escenarios de proyección para 2026

De acuerdo a un trabajo de la consultora especializada Economía y Energía, se realizaron dos ejercicios de proyección de la balanza comercial para el año 2026, basados en diferentes supuestos sobre la actividad productiva no convencional y la evolución de las cuencas maduras.

El primero de ellos es un escenario tendencial con alto potencial exportador, el cual supone que se mantienen las tasas de crecimiento de la producción no convencional y el declino en las cuencas maduras, lo que implica un incremento en los niveles de actividad.

Además, la producción total de petróleo promediaría 937 kbbl/d en 2026, alcanzando los 987 kbbl/d a finales de ese año, y en este contexto, la producción de shale oil promediaría 642 kbbl/d. Las exportaciones de crudo, acorde a este escenario, alcanzarían los u$s8.846 millones al nivel de precios considerado de u$s62 el barril.

Un segundo escenario menos favorable contempla una disminución en la cantidad de pozos de shale oil conectados y un incremento en las tasas de declino de la producción convencional, particularmente en el Golfo San Jorge.

Así, la producción total de petróleo promediaría 868 kbbl/d durante 2026. Bajo este supuesto, el crecimiento del shale solamente alcanzaría a compensar el declino del convencional, manteniendo la producción total de crudo relativamente estable. La producción de shale oil promediaría 584 kbbl/d y las exportaciones de crudo alcanzarían los u$s7.291 millones.

Factores determinantes de la inversión

La expansión de la producción de crudo de los últimos años se dio en un marco de precios internacionales relativamente elevados, un escenario que las proyecciones indican que se modificaría con la prevalencia de precios bajos durante el próximo año.

La contracción de los precios internacionales redujo el flujo de caja de las compañías, lo que dificulta sostener la expansión de la inversión sin un aumento en los niveles de endeudamiento.

Para sostener las tasas de crecimiento de la producción de crudo, se requeriría un nivel de inversión más elevado en la producción no convencional. Este capital es necesario tanto para mantener su tasa de expansión (34,8% interanual en octubre de 2025) como para compensar un posible mayor declino en las cuencas convencionales.

La evolución de la producción de crudo a lo largo del próximo año dependerá de la evolución de los precios internacionales y de la capacidad de endeudamiento de las compañías para financiar los volúmenes de inversión necesarios.

Los dos escenarios planteados intentan poner en evidencia la elevada volatilidad que puede presentar la evolución de la producción hidrocarburífera y, con ello, la balanza comercial del sector a lo largo del próximo año.

De todas formas, aún en el escenario más ácido la balanza comercial del sector continuará registrando un significativo superávit comercial, evidenciando la transformación estructural del sector energético de nuestro país.

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