• 16/12/2025
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Aguinaldo 2025: qué hacer para ganarle a la inflación, comprar dólar "barato" y llegar a las vacaciones

¿Te acreditaron el medio aguinaldo y no sabés qué hacer? Billeteras que rinden a diario, el límite del plazo fijo y un dólar calmo reordenan la estrategia.
16/12/2025 - 10:00hs
Aguinaldo 2025: qué hacer para ganarle a la inflación, comprar dólar "barato" y llegar a las vacaciones

El cobro del medio aguinaldo de diciembre vuelve a plantear una pregunta clave para miles de trabajadores argentinos: qué hacer con los pesos para que no pierdan valor en pocas semanas. En un contexto donde la inflación sigue presente y los gastos de fin de año se multiplican, dejar el dinero inmovilizado en la cuenta sueldo es, según coinciden los especialistas, la peor decisión posible.

Hoy el escenario es distinto al de otros años. La estabilidad cambiaria relativa, la competencia entre billeteras virtuales y la mayor oferta de instrumentos simples le permiten al ahorrista común armar una estrategia sin necesidad de conocimientos técnicos. El secreto está en ordenar prioridades: liquidez para gastar, cobertura para ahorrar y una pequeña porción flexible.

Suponiendo un medio aguinaldo de $500.000, el enfoque más recomendado no pasa por una única jugada, sino por distribuir el dinero según plazos y objetivos. Diciembre no es un mes para apostar todo a largo plazo ni para dolarizar el 100% sin margen de maniobra.

Con esa lógica, el mercado hoy plantea tres movimientos básicos que, combinados, permiten atravesar las Fiestas, el verano y el arranque de 2026 sin sobresaltos financieros.

La primera decisión: hacer rendir los pesos sin perder liquidez

Una parte central del aguinaldo debería mantenerse disponible, pero generando rendimiento. En el escenario de $500.000, muchos analistas sugieren destinar alrededor de la mitad a instrumentos que paguen intereses diarios, como las cuentas remuneradas de billeteras virtuales. No se trata de invertir a largo plazo, sino de evitar que la inflación se coma el dinero mientras se lo va usando.

Con unos $250.000 colocados en este tipo de cuentas, el dinero empieza a rendir desde el primer día y puede retirarse en cualquier momento. Esto es clave en diciembre, cuando los gastos aparecen sin aviso y la rigidez financiera se vuelve un problema. Cada día que esos pesos generan interés es un alivio para el bolsillo.

La ventaja adicional es psicológica. Saber que el dinero está disponible reduce la ansiedad y evita decisiones impulsivas. A diferencia del plazo fijo, no hay penalidad por retirar fondos ni plazos que respetar, algo fundamental en un mes tan imprevisible como diciembre.

En términos prácticos, este tramo del aguinaldo cumple una doble función: financia gastos inmediatos y protege el poder de compra. No es una apuesta especulativa, sino una herramienta defensiva que hoy se volvió central en la administración cotidiana del dinero.

Dolarizar una parte: la calma cambiaria como oportunidad

El segundo movimiento recomendado apunta al ahorro propiamente dicho. En el ejemplo de los $500.000, destinar unos $150.000 a dólar financiero aparece como una estrategia razonable para quienes buscan resguardar valor y pensar más allá de diciembre. El dólar no genera intereses, pero sigue siendo el activo que aporta previsibilidad.

La relativa calma del tipo de cambio reactivó el interés por dolarizar antes del verano. Históricamente, los meses de enero y febrero suelen traer mayor presión cambiaria, y muchos prefieren anticiparse. Comprar dólares cuando el mercado está tranquilo suele ser más efectivo que hacerlo en medio de la tensión.

Este tramo del aguinaldo no está pensado para gastar. Es el dinero que se guarda para las vacaciones, un viaje futuro o simplemente como respaldo ante cualquier sobresalto económico. En un país volátil, esa tranquilidad tiene un valor concreto.

Además, dolarizar una parte del ingreso ayuda a equilibrar la estrategia general. Mientras los pesos rinden a corto plazo, el dólar cumple el rol de ancla para el mediano plazo, reduciendo el riesgo de que una corrección cambiaria licúe el esfuerzo de todo el semestre.

El margen flexible: adaptarse sin errores

El resto del aguinaldo, unos $100.000, queda como tramo flexible. Esta porción es la que permite adaptarse a lo que vaya ocurriendo en las próximas semanas sin comprometer el esquema general. Puede mantenerse rindiendo en pesos o utilizarse según las necesidades que aparezcan.

Para perfiles conservadores, este dinero funciona como colchón adicional de liquidez. Para otros, puede ser una puerta de entrada a instrumentos simples que permitan aprender sin arriesgar demasiado. Lo importante es que no sea un monto crítico para el equilibrio financiero.

Este margen evita uno de los errores más comunes de diciembre: comprometer todo el aguinaldo de una sola vez. Tener una porción "libre" reduce el estrés y permite tomar decisiones más racionales si el contexto cambia.

En definitiva, este tramo no busca maximizar rendimiento, sino dar flexibilidad. En un mes cargado de gastos, imprevistos y decisiones rápidas, esa elasticidad vale tanto como una buena tasa.

Por qué el plazo fijo perdió protagonismo este diciembre

El plazo fijo tradicional quedó relegado frente a estas alternativas más dinámicas. Con tasas que no se despegan claramente del resto del mercado y la obligación de inmovilizar el dinero por 30 días, hoy solo resulta atractivo en situaciones muy puntuales.

Para alguien que cobra $500.000 y sabe con certeza que no va a necesitar ese dinero hasta mediados de enero, podría ser una opción. Pero en diciembre, esa seguridad rara vez existe. Cualquier imprevisto obliga a romper la estrategia y asumir el costo.

Además, la inflación de fin de año y los gastos estacionales hacen que la rigidez juegue en contra. La diferencia de tasa no siempre compensa la pérdida de liquidez, especialmente cuando existen alternativas que rinden de forma diaria.

Por eso, en el esquema actual, el plazo fijo dejó de ser el protagonista del aguinaldo. No desapareció, pero pasó a ocupar un rol secundario frente a opciones más flexibles y adaptadas al ritmo real del bolsillo argentino.