Pacto social: la interna gremial anticipa una ardua negociación
Los sindicalistas se preparan para ser convocados a delinear el nuevo pacto social, apenas asuma la nueva presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. El pacto social fue una de las principales promesas de campaña de la mandataria electa que busca llegar a un equilibrio entre los reclamos gremiales y las posibilidades empresariales.
Para Cristina, los aumentos deberían limitarse a un alza de entre 12% y 15% mientras que para los gremios el reclamo asciende a 30%. El cálculo oficial contemplaría la proyección de inflación para 2008, una suba por productividad y un par de puntos adicionales de recuperación del salario.
Las expectativas de los sindicalistas están puestas en las características de la convocatoria y también en los tiempos que elegirá el nuevo gobierno para implementarla.
El esquema en que trabajan los colaboradores de la futura mandataria apunta a evitar una espiral entre precios y salarios mediante la moderación de las demandas sectoriales, lo que en la opinión oficial se lograría acordando en el marco de la Concertación una garantía que funcione como corset de la discusión salarial que se dará después en las paritarias.Sin embargo, tanto el titular de la Confederación General de Trabajadores (CGT), Hugo Moyano, como el secretario general de los gastronómicos, Luis Barrionuevo, salieron a desmentir que el pacto social vaya a tener como uno de sus objetivos fundamentales acotar los reclamos salariales.
Además, en particular los sindicalistas rechazan las subas por productividad para definir los aumentos básicos. Para ellos, ese sistema sólo puede utilizarse para calcular premios por mayores esfuerzos.
El pedido de los sindicatosLos 67 gremios que responden a Barrionuevo, que hoy firman una solicitada que analiza el inminente cambio de gobierno, se apuraron a pronunciarse a favor de una CGT dispuesta a participar de una mesa de diálogo y concertación. Sin embargo, aclararon que "ese espíritu no puede ser coartado por pactos sociales cuyo único objetivo sea el de sofocar los legítimos reclamos del pueblo trabajador". Para ellos: "Ningún pacto social será exitoso si sirve sólo de disfraz para un ajuste sobre los que menos tienen."En tanto, el lider de la CGT, en el fin de semana advirtió que "siempre va a reclamar" que el sueldo de los trabajadores continúe recuperándose. Moyano advirtió que el futuro gobierno debe contemplar a los ingresos "postergados" y señaló que un ajuste en las tarifas de luz y gas debe ser acompañado de una mejora en los salarios. Según los barrionuevistas, la CGT deberá concurrir a la convocatoria a la mesa de concertación con los empresarios y el Gobierno "con una agenda amplia y responsable que permita discutir condiciones de trabajo, el sistema jubilatorio, las amenazas que se ciernen sobre el sistema de salud y la recuperación del salario, en especial en el sector público".En general, los distintos sectores de la CGT, coinciden en no regir sus reclamos salariales por el índice de inflación que elabora el INDEC. Por eso afirman que que el 16,5% promedio que dejó la ronda de paritarias de este año ya quedó superado por la inflación real.
Diferentes estrategias El sector que apoya a Moyano espera ser protagonista de una convocatoria rápida después del 10 de diciembre.
En cambio, desde el sector de Barrionuevo, prefieren que la reunión se lleve a cabo después de junio, cuando se renueve la conducción del organismo.
Los gremios que responden al gastronómico advierten que si el Gobierno llama al debate inmediatamente después de la asunción de la nueva presidenta, tendrá que convocar, en igualdad de condiciones, a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y a los representantes de los tres sectores en los que hoy está dividida la CGT.